sábado, 10 de mayo de 2014

Armas y mercenarios en el TLC entre Colombia e Israel


Los 250.000 efectivos del Ejército son los principlaes responsables de implementar el Plan Colombia y de asegurar los intereses de grandes monopolios trasnacionales y locales - Foto: Mauricio Moreno Valdés
 
A las puertas de ratificar el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Israel y Colombia para este 2014, no se menciona en casi ningún medio de comunicación y escasamente conocemos sobre que traerá el acuerdo. Colombia, con experiencia en firmar TLC con varios países del mundo, tiene tres acuerdos de libre comercio regionales desde que iniciará su política de apertura económica a finales de los años 90 y negocia actualmente convenios con Canadá, Rusia, la Unión Europea, Noruega, Israel y el más controvertido de todos, con los Estados Unidos.

¿Qué hay en común un país ubicado en Oriente Medio y otro en las cordilleras de los Andes? ambos tienen vínculos con los Estados Unidos. La ayuda militar que el departamento de defensa de los EUA destina los dos continentes es significativa, según el diario El Tiempo, Colombia alcanzó a recibir 150 millones de dólares anuales. Geoestratégicamente ubicados en zonas de entrada al mundo árabe y latino, han mantenido una estrecha relación política, comercial y armamentista.

Según cifras del Ministerio de Comercio colombiano, las exportaciones de Colombia a Israel se concentran en el sector minero energético, el carbón seguido del café. Las importaciones corresponden a armas, aviones, productos químicos, textiles, maquinaria y telecomunicaciones. La guía de la embajada de Israel explica que para el 2010 había cerca de 70 empresas israelíes en Colombia y su participación en estas compañías ha crecido en los últimos años.

Nadie habla del TLC entre Colombia e Israel
 
Los datos del Ministerio de Comercio señalan que en las importaciones del 2013 consistieron principalmente en telefonía con 28 millones de dólares, 9 millones de dólares destinados a armas y 14 millones de dólares para aeronaves, municiones y accesorios. Del 100% de las importaciones totales colombianas el intercambio con Israel representaba para el 2010 el 32%. 

Como si fuera poco, las compañías israelíes de seguridad militar privadas están involucradas en violaciones de los derechos humanos en Colombia. En 1988 la empresa Ankal facilito la contratación de Yair Klein, mercenario israelí que entreno a grupos paramilitares. En una videoconferencia desde Israel para las investigaciones de Justicia y Paz en Colombia Klein dijo “que el ejército colombiano suministró armas y una base militar para el entrenamiento al grupo de autodefensas unidas de Colombia (AUC)”, y contó que una de las personas que presenció los entrenamientos a los paramilitares en los años 90 y fue elegido presidente de la República, sin mencionar su nombre. Poco después fue electo Álvaro Uribe, que según datos del Senado de la Republica, tiene en su contra 27 investigaciones por paramilitarismo.

En este panorama, lo cierto es que el Gobierno colombiano va a intercambiar comida y minerales por armas. “Importación de guerra” según la campaña Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), creada como iniciativa organizaciones palestinas y que buscan el apoyo internacional con el fin de gestionar el rechazo mundial de la ocupación del Gobierno de Israel al pueblo palestino. BDS que se lidera también en Colombia y que buscan oponerse al TLC entre ambos países, ha cuestionado la gran cantidad de armamento que llegará a Colombia. No solo porque consideran que se introducirán “las armas que han sido usadas para someter al pueblo palestino”, sino por las implicaciones que tiene el hecho de continuar el comercio armamentístico para una nación sumida en la guerra al igual que Israel, desde hace más de 50 años.

Uno de los puntos más controvertidos es que durante los próximos 5 años este acuerdo comercial quedará libre de aranceles, eso incluye también el comercio militar. Causa indignación que el Gobierno colombiano contribuya al crecimiento económico de Israel, cuando su gobierno ha sido denunciado por las organizaciones como BDS o Amnistía Internacional como el causante la ocupación ilegal de territorio palestino, miles de muertes, desplazamiento forzado, torturas y apartheid.

Escrito por Mónica Orjuela. Fuente: Agencia Prensa Rural  

ANNCOL

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