Dos de cada tres estadounidenses
apoyarían métodos alternativos de ejecución de presos si se retirase la
inyección letal y un 20 por ciento se ha mostrado a favor de utilizar
cámaras de gas, según una encuesta difundida este jueves por la cadena de televisión NBC News.
El sondeo, realizado a partir de 800 entrevistas y que llega en plena polémica por los fallos en el uso de las inyecciones, refleja que siete de cada diez estadounidenses consideran que este tipo de ejecución debería ser la única, pero también detecta una ciudadanía abierta a recuperar métodos en desuso.
Así, un 20 por ciento vería bien las cámaras de gas, un 18
por ciento la silla eléctrica, un 12 por ciento el pelotón de
fusilamiento y un 8 por ciento la horca, según la encuesta, que contempla un margen de error de 3,46 puntos.
En términos generales, un 59 por ciento de las personas encuestadas está a favor de la pena de muerte, frente al 35 por ciento que está en contra. Más de un tercio de quienes están a favor consideran que es una "consecuencia apropiada" para un crimen grave, mientras que una proporción similar de los que se oponen advierten del riesgo de matar a personas inocentes.
Los porcentajes, no obstante, varían en función de las distintas comunidades, ya que entre la población afroamericana el rechazo a la pena de muerte alcanza el 58 por ciento. Entre los republicanos, sólo un 18 por ciento se opone.
Los 35 estados de Estados Unidos que contemplan la pena capital tienen en la inyección letal su método principal de ejecución, aunque ocho de ellos también incluyen en sus leyes la posibilidad de muerte por silla eléctrica, gas, horca o incluso pelotón de fusilamiento, según el Centro de Información de la Pena de Muerte.
Sin embargo, la inyección letal se está convirtiendo en
una práctica cada vez más difícil por las reticencias de las
farmacéuticas a que se usen sus productos y a casos como el de Clayton Lockett, un preso ejecutado el 29 de abril y que pareció recuperar la consciencia en mitad del proceso.
PENA DE MUERTE, EN CIFRAS
La pena de muerte está regulada actualmente por una sentencia dictada por el Tribunal Supremo en 1976 que puso fin a una moratoria 'de facto' declarada en 1972. La fecha de la resolución es empleada como inicio para el recuento actual de ejecuciones en el país, así como todos los datos relacionados.
Hasta el 6 de mayo de este año, habían sido ejecutados en Estados Unidos 1.379 reclusos,
según fuentes judiciales recogidas en la web Death Penalty Info.org.
Por estados, Texas, con 515 ejecuciones, es el que más aplica este tipo
de castigo.
La mayoría de los reos ejecutados en estas cuatro décadas (1.204) han perdido la vida mediante inyección letal,
pero también se han registrado numerosos casos de electrocución (158),
así como muertes puntuales por cámara de gas (once), ahorcamiento (tres)
y fusilamiento (tres).
EUROPA PRESS
Tomado de http://www.notimerica.com
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