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| Los trabajadores de emergencia egipcios trasladan los cuerpos de las víctimas del accidente de un avión ruso sobre la península del Sinaí. (Agencias) |
Aunque el grupo
terrorista Wilayat Sina, filial egipcia del Estado Islámico (EI), acaba de
hacerse supuesto responsable del siniestro del vuelo 7K9268 de la compañía rusa Kolavia
o MetroJet, que cubría la ruta Sharm el-Sheij-San Petersburgo, las autoridades
rusas han desmentido hasta el momento la
veracidad de esta información.
El avión Airbus A321 – en operación desde hacía 18 años- se precipitó al sur de la localidad de
El Arish, en el norte de la península del Sinaí, Egipto, pereciendo las 224 personas que transportaba, entre ellos 200
pasajeros adultos, 17 niños y 7 miembros de la tripulación.
Lo cierto es que el
comunicado difundido en las redes sociales por Wilayat Sina parece ser dudoso
en cuanto a su autenticidad. En el mismo se dice que "los soldados del califato pudieron derribar un avión ruso que
sobrevolaba el Estado del Sinaí con más de 220 de cruzados rusos a bordo".
(…) "Que sepan los rusos y sus aliados que no hay seguridad para ellos en
la tierra de los musulmanes ni en sus espacios aéreos".
Sin embargo, expertos
militares consideran que los terroristas de Wilayat Sina, que tiene su bastión
en el norte del Sinaí, no disponen de misiles capaces de alcanzar un avión a
30.000 pies. Esto no incluye la posible alternativa de que se hubiera colocado
una bomba en el avión o fuera derribado al perder altura como resultado de
fallas técnicas.
Por su parte,
el ministro ruso de Transportes, Maxim Sokolov, comentó al respecto: “Estamos
en estrecho contacto con nuestros compañeros egipcios y las autoridades aéreas
de ese país. En este momento, no disponen de ninguna información que confirme
tales insinuaciones”. Fue lacónico al agregar: "Esta información no puede considerarse segura".
En una cuenta de
Twitter apareció un tweet inculpatorio con el citado comunicado:
#Egypt #ISIS Claim Responsibility for shot down the Russian Aircraft over Sinai #IS #ISIL pic.twitter.com/tBCRt7Xen1
— Abu Ibrahim Raqqawi (@raqqa_mcr) octubre 31, 2015
Dicho comunicado fue
publicado también en el sitio Aamaq, especie de “agencia” informativa del
Estado Islámico.
Hasta el momento las
investigaciones apuntan a un fallo técnico como causa del siniestro, lo que
hace fortalecer dicha versión luego de que la reguladora nacional de Transporte
rusa, Rostransnadzor, iniciara -por
orden expresa del presidente Vladimir Putin- un registro de la sede de Kogalymavia
en el aeropuerto de Domodedovo, así como en las oficinas de Brisco en San
Petersburgo. Las autoridades rusas manejan como antecedente el hecho de que el
regulador ruso había encontrado, en marzo de 2014, una serie de deficiencias en
los aviones de la compañía, los que fueron subsanados antes de la fecha límite
impuesta por este órgano. Al mismo tiempo, los investigadores rusos han tomado
muestras del combustible repostado por el avión en la localidad rusa de Samara.
Esta hipótesis se
fortalece luego de que se diera a conocer que la tripulación del avión estuvo
expresando sus quejas por el estado del aparato durante su estancia en las
instalaciones. Se ha comentado también que el piloto del avión declaró minutos
antes del siniestro tener problemas técnicos en el avión y solicitó un
aterrizaje de emergencia en un aeropuerto alterno, Todo ello antes de perder
contacto con los controladores egipcios y precipitarse el avión.
