Fuentes de inteligencia comentan que el Reino de Arabia Saudita se vio
obligado a proceder contra terroristas del Estado Islámico luego de haber
recibido una fuerte presión por parte de Rusia, luego de que el presidente
Putin conminara al rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, hace un mes, a que enfrentara
a los terroristas a los que estaba prestando un fuerte apoyo financiero y
logístico. Este mensaje se transmitió a través del canciller saudí, Adel
al-Jubeir, insistiendo la parte rusa que Arabia Saudita debía dar por terminado
el vínculo con el ISIS y con el soporte brindado a la CIA para estas
operaciones encubiertas en Siria e Irak.
Putin autorizó, en
consecuencia, una orden para que la inteligencia rusa estableciera vínculos con
la inteligencia saudí (GIP), trasladándoles información valiosa sobre la
ubicación de terroristas del ISIS en su territorio, así como sus adiestradores
norteamericanos de la CIA.
Como resultado de esta colaboración, la GIP saudí se vio obligada a actuar contra un numeroso grupo de terroristas del ISIS, capturando a 33 de ellos, entre los que se encontraban 9 presuntos oficiales de esta agencia norteamericana, según especulan varios medios. Por su parte, Russia Today destacó, apoyándose en la Arabia Gazette que entre los sospechosos hay 14 ciudadanos saudíes, nueve estadounidenses, tres yemeníes, dos sirios, un filipino, un indonesio, un ciudadano de Kazajstán, un palestino y un ciudadano de los Emiratos Árabes Unidos. El sitio de la VOA norteamericana destacó que un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo al respecto: “Estamos al tanto de los informes que alegan que varios ciudadanos estadounidenses fueron detenidos en Arabia Saudita. El Departamento de Estado toma seriamente su obligación de asistir a los ciudadanos estadounidenses en el exterior. Debido a consideraciones de privacidad, no tenemos más comentarios”. No obstante, se recela que EEUU no acepte públicamente la condición de operativos CIA de dichas personas.
De esta manera la
operación “Timber Sycamore” (Madera de sicomoro), concebida por la
administración Obama y la CIA desde 2013 y dirigida a armar y entrenar
terroristas del ISIS, empleando financiamiento saudita, parece estar
aparentemente en peligro, a no ser que en apariencia muestren una actitud
radical hacia el terrorismo y tras bambalinas sigan apoyándolo.
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