El sitio www.whatdoesitmean.com se aventuró
a sugerir que el presidente Obama había sostenido una secreta reunión con el
fallecido juez Antonin Scalia unas pocas horas antes de la muerte del mismo, el
día 11 de febrero, mientras ambos coincidieron en la base aérea Andrews de la
USAF (JBA).
Según el sitio citado, Scalia planeaba dirigirse a pasar unas vacaciones de fin de semana en
el Cibolo Creek
Ranch, para lo cual se dirigiría al aeropuerto municipal
de Marfa (KMRF), en Texas, a bordo de un jet privado del tipo Gulfstream C-37A.
Obama, por su parte, se dirigiría a Los Ángeles en uno de los dos aviones
Boeing VC-25, conocidos como Air Force One. El motivo de su visita, según reportó
Deadline Hollywood era celebrar un encuentro y cena en Hollywood con tres
grandes donantes del Partido demócrata: Jeffrey Katzenberg, CEO de DreamWorks, Alan
Horn, presidente de Walt Disney Studios, y el actor Will Smith.
¿Qué sucedió entonces? El citado sitio sugiere que existió una “discrepancia de protocolo” cuando los guardaespaldas de Scalia –tres miembros del US Marshal Services– fueron retirados de su custodia por miembros del Servicio Secreto del presidente sin mediar explicación alguna.
Otro elemento sospechoso fue que al
despegar ambos vuelos, el avión que transportaba a Scalia fue escoltado, inusualmente,
por aviones F-16 de la USAF, siendo monitoreado a la vez por el centro de
monitoreo de la USAF que orientó protección a ambos aviones a tres importantes
bases aéreas bajo su mando: la Shaw Air Force Base, el Montgomery Field y Air
Force Base Luke.
También despertó fuertes sospechas el hecho de que, luego de aterrizar en
el aeropuerto de Marfa para dejar a Scalia –donde se mostró un aparatoso
despliegue de protección– el Gulfstream C-37A partió tres horas más tarde rumbo
a la Base Aérea de los Ángeles (LAAFB), siempre acompañado por la protección de
aviones de combate F-16.
La prensa acreditada ante la Casa Blanca solo recibió la información de que
Obama había participado en la referida cena en Hollywood, sobre la que no se
hizo comentario oficial alguno.
El sitio mencionado especula sobre la posibilidad de que Obama haya viajado hasta Texas con Scalia, sin hacer referencia a los motivos para este inusual viaje. También especula www.whatdoesitmean.com sobre el hecho de que imágenes satelitales sobre el KMRF mostraron el desplazamiento de cuatro vehículos desde el aeropuerto KMRF hacia el Cibolo Creek Ranch, cuyo dueño es John Poindexter, también dueño del gran conglomerado JB Poindexter & Co., Inc., y amigo personal del presidente Obama.
Lo cierto es que si
Obama pudo haber conversado varias horas con Scalia –de ser cierta la
información sobre su supuesto vuelo en el jet privado que transportaba a Scalia
a Texas– solo dedicó hoy 35 segundos frente al ataúd en el velatorio del mismo
y 67 segundos frente a su retrato, es decir, menos de dos minutos.
Wayne Madsen, ofrece en Infowars otros detalles sobre la estadía de Scalia en el rancho donde murió. De acuerdo con sus apreciaciones, el fallecido juez fue invitado gratuito de John B. Poindexter, el multimillonario dueño de JB Poindexter & Co. Inc., de Houston, a quien ayudó en un caso de discriminación por edad ante el Tribunal Supremo el año pasado, al ser uno de los jueces que le favorecieron con su veredicto. También Poindexter, aunque aceptó el favor a Scalia por permanecer gratuitamente en su rancho de lujo, negó haber costeado el viaje del jet privado en que viajó Scalia, supuestamente con Obama.
No obstante, ratifica
Madsen, insiste en que Poindexter pagó también el alquiler de dicho jet Gulfstream C-37A.
Sea cual fuera la
verdad sobre este caso, alimentado por diversas teorías de conspiración, lo
cierto es que ponen a Obama en un tormentoso huracán de especulaciones que solo
favorecen a sus enemigos políticos y colocan a los demócratas contra la pared
en un momento de elecciones presidenciales.
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