En un editorial aparecido hoy en el sitio contrarrevolucionario Diario de
Cuba, bajo el título “Cuba, falsa tierra de redención” se cuestiona el papel
asumido por Cuba como centro de destacados eventos que han sobresalido en el
mundo diplomático actual: el futuro encuentro entre el papa Francisco I y el
máximo representante de la Iglesia Ortodoxa, los encuentros entre los máximos
representantes de la guerrilla colombiana y representantes del gobierno
colombiano, entre otros.
Con un desgarre histérico de ropas y rabiando impotencia, cargados de
viejos odios, los editorialistas arremeten contra una verdad de Perogrullo:
Cuba se ha ganado el reconocimiento internacional y el prestigio dentro de las
relaciones políticas internacionales –reconocido también hace unos días por el
gobierno francés–, no como resultado del proceso de establecimiento de
relaciones con EEUU, sino por haber mantenido siempre una política internacional
basada en la justicia, el respeto a la autodeterminación y un activismo político basado en la solidaridad,
la cooperación desinteresada, apegada a sus principios. Es esa fortaleza de sus
convicciones y su intransigencia la que le ha ganado el respeto de todos en el
mundo.
Dice este sitio provocador en el mismo: “La apertura de conversaciones entre Washington y La Habana, la gestión del diferendo de más de medio siglo entre ambos países, parece haber forjado la leyenda de Cuba como un óptimo punto de encuentros diplomáticos. Allí dirimen sus cuestiones el Gobierno y la guerrilla colombianos, y papa y patriarca intentarán cerrar también allí un milenio de desencuentros. Kiril anda de gira por América Latina, Francisco hará escala habanera durante su viaje a México.”
“El general Raúl Castro, que
salió ya en la foto donde se estrechaban las manos Juan Manuel Santos y "Timochenko",
va a lucirse en esta nueva cita, diríase que en facultades propiciadoras.
Negador del diálogo nacional como es, represor de cualquier diferencia y
jerarca de la única dictadura del hemisferio, recibe una vez más el beneplácito
del papa.”
Irrespetuoso el editorial, no tiene más remedio que cuestionar a la
figura del Pontífice y su valiente postura en rechazar la habitual satanización
de Cuba por parte de quienes promueven la más descarada guerra ideológica
contra ella. Esa impotencia y rabia, les lleva a levantar tal falaz acusación: “Ya en su visita de septiembre de 2015,
Francisco dio muestras de complicidad con el régimen, tuvo pruebas y noticias
de la represión desatada y decidió desentenderse. Y ahora que elige La Habana
para tan señalado encuentro, y no México u otro país latinoamericano, Su
Santidad brinda todavía más legitimidad al dictador y le otorga créditos de
figura conciliadora.”
El intento de tapar manipuladoramente los ojos de todos en el mundo ha
fracasado y eso les duele a los enemigos de Cuba, bien sea este apestoso sitio
o grandes medios como El País o el Washington Post. El ganado respeto de Cuba
no puede destruirse ni minimizarse por una malsana intencionalidad. Cuba
seguirá siendo centro de eventos diplomáticos trascendentales, como la posible
visita de Obama.
Cuba solo exige respeto por su legítimo derecho a elegir su destino
político y su autodeterminación y advierte que su territorio nunca será foro
abierto para que se le ataque. De venir a Cuba, Obama será recibido con toda
consideración por su investidura y muestras de amistad, pero ni él ni su
delegación, así como los diversos invitados que le acompañarán, tendrán el inaceptable
e irrespetuoso “derecho” de incitar y alentar a cuestionar nuestra legítima
gobernabilidad. Aceptamos consejos y dialogamos, pero nunca aceptaremos
imposiciones de nadie dirigidas a vulnerar nuestras convicciones y nuestra soberanía.
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