La Oficina del
Inspector General (OIG) del Departamento de Justicia sostuvo en un informe
final sobre la llamada operación “Rápido y Furioso” un fuerte cuestionamiento
hacia la oficina local de la ATF y los fiscales federales en Phoenix, Arizona,
por haber puesto en peligro la seguridad pública de EEUU y México en la
realización de la misma, según reporta hoy el diario El Imparcial de Oaxaca.
La referida operación
de trasiego ilegal de armas de Estados Unidos a México, cita el diario, fue
“supervisada de manera irresponsable” por la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas
de Fuego (ATF) y la fiscalía en Phoenix, según un reporte oficial.
“Encontramos que los cuarteles generales de la ATF y el liderazgo de la Oficina de Fiscales fallaron en ejercer una supervisión adecuada de la operación (...) a la luz de sus riesgos y de nuestra relación con México”, sentenció el documento de 26 páginas y anexos.
La operación “Rápido
y Furioso” fue conducida de 2006 a 2011 por la ATF y permitió el trasiego
ilegal “supervisado” de más de dos mil armas de Estados Unidos a México, como
parte de un operativo estadunidense contra el cartel de Sinaloa.
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