Lo incierto frustra, desalienta y hace que las dudas
emerjan como una obsesión. La esperanza de recuperar los restos del Boeing 777
de Malasya Airlines agoniza ante el estupor de todo el mundo.
Todos nos preguntamos si existen realmente los
misterios en nuestro mundo actual, pues nos hemos acostumbrado –en correspondencia
con el alto desarrollo científico y tecnológico que hemos acumulado-, que
siempre existirá una respuesta lógica a nuestras inquietudes.
La gente, desencantada los más, recibe a diario
nuevas esperanzas que se deshacen luego. Amanecimos con la noticia de que el satélite
tailandés Thaichote captó imágenes de 300 objetos al sur del Océano Índico,
pero nada nos obliga a creer que ello resuelva el misterio. Tampoco los
operadores de Thaichote se lo creen con certeza. La razón es que nos vamos
acostumbrando a dudar día tras día de lo que nos dicen, sabedores de que todo
lo que ocurre alrededor de la desaparición del vuelo HM370 se ha convertido en
una deliberada manipulación.
El destino final de las 239 personas que viajaban en dicho
avión es conocido solo por unos pocos, precisamente por los involucrados en su “desaparición”.
La confirmación del gobierno malasio de que el avión se precipitó en un lugar
remoto del Índico, tampoco es creíble y se erige en una tapadera para esconder
la verdad.
La especulación sobre las señales submarinas
detectadas, tampoco arroja otro resultado que no sea la burda especulación. ¿Valdría
la pena creer que las cajas negras aún funcionan, cuando pocos saben que las
mismas fueron manipuladas o extraídas del avión por técnicos de la CIA o del
NSA? De no ser cierto esto, ya las cajas negras no emitirían señal alguna al
habérseles agotado sus baterías luego de 38 días.
Tampoco es creíble que el avión pueda ser encontrado
en las profundas aguas en que se manipula que pudo haber caído. Por tanto, la
búsqueda de los restos por un sumergible es otra parte del complot para
encubrir la verdad. El Bluefin 21 ha realizado dos infructuosas inmersiones sin
encontrar pista alguna. Mientras tanto, en la superficie, 14 aviones y 11
barcos continuaban hoy la infructuosa búsqueda, en una amplia franja de 62.000
kilómetros cuadrados.
Lo absurdo de esta conspiración es que todos los
implicados en la millonaria búsqueda saben qué ocurrió realmente con el avión y
se suman a ella para esconderla y desviar la atención de la opinión pública
sobre lo sucedido. Los enfrentamientos entre militares y la aviación civil de
Malasia es parte de ese rejuego, culpándose unos a otros con hipocresía.
También son manipulaciones las supuestas investigaciones internas en curso o el
intento de frenarlas hasta que no aparezcan las cajas negras.
Lo cierto es que el Boeing de Malaysia Airlines
maniobró para eludir los radares militares malasios y de otras naciones. Hasta
el momento, la compleja red satelital parece no haber detectado el Boeing 777,
ni la ruta seguida por él aquel fatídico 8 de marzo, lo que resulta un absurdo
a todas luces.
Hasta el momento la hipótesis más aceptable implica
a EE UU en una oscura operación de espionaje, realizada con absoluta rapidez y
la cual dejó mal parados a los servicios de inteligencia de otros países.
Según informes filtrados y compartidos entre
agencias, existía un arma nuclear o biológica en dicho vuelo y resultaba una alta
prioridad la recuperación de la misma. Fue el propio Obama quien autorizó el
secuestro del Boeing y su traslado al atolón de Diego García para recuperar
dicho artefacto. Era preocupación suya, como de otros gobiernos, que la misma
fuera detonada en alguna ciudad norteamericana, en Beijíng, Moscú, Tel Aviv o en
otro sitio urbano.
Esta teoría apunta a que el plan inicial fue
manejado por un operativo CIA que carecía de autorización para realizar esta
operación. Tanto es así, que han surgido evidencias sobre la pertenencia del
piloto, otros tripulantes y pasajeros a la CIA.
Lo interesante del caso es que Rusia, a través del
GRU y el FSB, tuvo conocimiento en tiempo real de lo que sucedía y alertó a los
órganos de seguridad chinos, quienes a su vez trataron de monitorear al aparato
en pleno vuelo y evitar su ingreso a su espacio aéreo.
¿Cómo supo Rusia la presencia de esa bomba sucia en
el vuelo HM370 tres días antes y poco se hizo para detenerlo? Es una de las
preguntas sin respuesta.
¿Por qué China, al ser advertida, solo tomó medidas
preventivas y no tomó acción directa contra la amenaza? Todo parece indicar que
Obama se había comprometido y dado garantías para desviar el avión y conducirlo
hacia un lugar seguro. Rusia y China, vigilantes, fueron espectadoras del
desvío hacia Diego García.
No resulta descabellado el informe filtrado, aunque
lleno de lagunas, sobre el hecho de que el GRU había rastreado la presencia de
la bomba sucia en un carguero norteamericano, el MV Maersk Alabama, matriculado en Norfolk, Virginia, rumbo a la
República de Seychelles. También se sabía que esa peligrosa carga era
custodiada por dos operativos de los Navy Seals, nombrados Mark Daniel Kennedy y
Jeffrey Keith Reynolds, quienes fueron asesinados luego de que la carga explosiva
fuera ya colocada en el Boeing 777.
Esta historia lleva a varias preguntas:
¿Por qué esa bomba sucia era trasladada en la ruta
Seychelles-Malasia-Beijing?
¿Contra qué objetivos iba a ser utilizada?
¿Por qué era custodiaba por agentes al servicio de
EE UU?
¿Por qué no se tomó acción en tiempo real para
detener la operación de traslado de la bomba sucia en Seychelles?
¿Por qué EE UU pidió el 20 de febrero –tres días
después del arribo de la bomba sucia a Seychelles-, la urgente entrega de 1,200
juegos de trajes del tipo Equipo de Protección Personal (PPE) a la Agencia de
Reducción de Amenazas de la Defensa (DTRA), los cuales fueron despachados en la
Base Kirkland, de la USAF, ubicada en Nuevo México?
¿Quiénes asesinaron a Kennedy y a Reynolds?
¿Por qué se dijo que en el vuelo viajaban dos
iraníes con pasaportes falsos, presumiblemente con las falsas identidades de
los dos norteamericanos asesinados y no se tomó acción para detener el vuelo y
recuperar la bomba sucia?
¿Por qué se quiso involucrar a Irán y luego surgió
el rápido desmentido de que ambos iraníes eran simplemente personas que huían
de su país?
¿Por qué no se ha dado información sobre los
pasaportes falsos o robados a un ciudadano australiano y a otro italiano? ¿Dónde están los dueños de los mismos o los falsificadores?
¿Por qué tampoco los sistemas de vigilancia no
detuvieron la bomba sucia al ser descargada en Seychelles, donde permaneció
desde el 17 de febrero hasta el 7 de marzo, y en su tránsito por Dubái, en un
vuelo de Fly Emirates que la trasladó a Malasia?
Lo cierto es que el vuelo MH370 recorrió impunemente
los 3,447 kilómetros hacia el atolón de Diego García, donde se encuentra una
base secreta operada por el Pentágono y la CIA. Todos los satélites monitorearon
esta ruta y los gobiernos callan al respecto. Rastros no divulgados de radares
ocultan que la nave fue escoltada por aviones militares norteamericanos.
Zaharie Ahmad Shah, el piloto a cargo del MH370 tenía
en su casa un simulador de vuelo, dotado con un Sistema de Terminación de Vuelo
(FTS), el cual le permite a una aeronave ser controlada remotamente, así como varias
instrucciones de aterrizaje en Diego García e información sobre sus pistas de
aterrizaje.
Tampoco se dio cobertura al traslado de expertos de los Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE UU y del Centro Chino para Control y
Prevención de Enfermedades (CCDCP) hacia la base de Diego García, días después de la “desaparición”
del avión malasio. De la misma manera, también se ocultó que la bomba sucia fue
trasladada el 18 de marzo al Campo de Pruebas de Misiles White Sand, en Nuevo
México, donde se procedió a su destrucción segura y monitoreada al día
siguiente.
El
destino incierto de lo que sucedió con el Boeing 777 y sus pasajeros nunca será
conocido en realidad. Ante las dudas, todo apunta que fue hecho desaparecer
deliberadamente en un remoto lugar donde nunca será hallado. Mientras tanto,
los medios especulan y se realiza un circo mediático basado en una búsqueda que
siempre será infructuosa.
Otra
vez la conspiración abre un nuevo capítulo ante nuestras narices, similar al
asesinato de Kennedy y los atentados al World Trade Center. Obama se anotó un
punto similar a Johnson y a George W. Bush, en eso de crear engañifas
descaradas y crueles.
¿Qué agenda llevó a Michelle Obama a China, sola y sin delegación?
¿Qué agenda llevó a Michelle Obama a China, sola y sin delegación?
Espero
que las naciones implicadas, más temprano que tarde, saquen a la luz los
vericuetos de esta nueva conspiración global.
Percy
Francisco Alvarado Godoy.
Cual es la razón para hacerlo y que pretenden?
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