El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció oficialmente su
decisión de levantar la prohibición de que las mujeres sirvan en primera
línea de combate, un paso histórico en las Fuerzas Armadas del pais más violento del mundo.
El Secretario de Defensa norteamericano y criminal de guerra, Leon
Panetta, afirmó recientemente lo siguiente: "Como secretario de Defensa,
sé que abrir más oportunidades a nuestros
hombres y mujeres uniformados mejor cualificados fortalecerá nuestra
habilidad para luchar y ganar guerras".
Ademas de lo curioso de que esas palabras fueran escupidas en un acto de homenaje a Martin Luther King, el significado de esa decisión está más que claro: el pentágono necesita más carne de cañon para seguir invadiendo paises, expoliando recursos y asesinando a los pueblos que obstaculicen la ambición de quienes realmente mandan en el ejercito norteamericano y, en definitiva, en su gobierno: las grandes corporaciones mafiosas.
A partir de ahora las mujeres yankees podrán combatir en primera linea junto en las acciones terroristas de Estados Unidos, lo que parece ser vendido como un gran honor para ellas por las autoridades. Claro que los ciudadanos de Estados Unidos no son todos estupidos, y como pasa también con los hombres, para que estos acaben metidos hasta el cuello en las matanzas de los marines por el mundo necesitan ser convencidos de alguna forma, y la mas efectiva hasta ahora, y muy bien explotada por EE.UU. es la industria del cine y la de la música.
Tradicionalmente Hollywood y la industria musical norteamericanas han vendido la gloria y el honor del ejercito de EE.UU. en sus acciones por el mundo a través de un bombardeo de películas, canciones y, en definitiva, manipulaciones de la realidad, que han convertido los genocidios sanguinarios que protagoniza habitualmente el ejercito de las barras y estrellas en gloriosas acciones humanitarias para salvar el mundo y la democracia.
Convencer a tantos jovenes soldados a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI de que sean el cordero sacrificial de los sacerdotes de la religion del capital, ademas de meterles en la cabeza que el mundo y la supuesta democracia realmente estan en peligro, ha sido uno de los objetivos principales de la fabrica de ideologia que siempre han sido la industria del cine y de la musica, y que ha sido muy bien explotada para ello por los gobiernos norteamericanos y, en el fondo, por las grandes corporaciones capitalistas que lo controlan.
Ahora hay que convencer a las mujeres de que se jueguen la vida y disfruten de asesinar árabes, orientales, palestinos o africanos en nombre de la "libertad", aunque para ello haya que lavarles muy bien el cerebro para que no ven que en realidad los beneficiados de las matanzas, masacres y carnicerias en las que serán protagonistas no son, ni mucho menos, los soldados que las perpetran.
Para ello el pentágono ya se ha puesto manos a la obra y ha comenzado a financiar canciones y videos, por otro lado con la tipica mala calidad de la música enlatada de moda, para lograr que las mujeres norteamericanas nutran las primeras filas de los ejercitos que asesguran a lo largo de los cinco continentes la pervivencia y multiplicacion de los privilegios de la mafia capitalista. Un ejemplo evidente es el video "Part of me", de Kate Perry.
Ademas de lo curioso de que esas palabras fueran escupidas en un acto de homenaje a Martin Luther King, el significado de esa decisión está más que claro: el pentágono necesita más carne de cañon para seguir invadiendo paises, expoliando recursos y asesinando a los pueblos que obstaculicen la ambición de quienes realmente mandan en el ejercito norteamericano y, en definitiva, en su gobierno: las grandes corporaciones mafiosas.
A partir de ahora las mujeres yankees podrán combatir en primera linea junto en las acciones terroristas de Estados Unidos, lo que parece ser vendido como un gran honor para ellas por las autoridades. Claro que los ciudadanos de Estados Unidos no son todos estupidos, y como pasa también con los hombres, para que estos acaben metidos hasta el cuello en las matanzas de los marines por el mundo necesitan ser convencidos de alguna forma, y la mas efectiva hasta ahora, y muy bien explotada por EE.UU. es la industria del cine y la de la música.
Tradicionalmente Hollywood y la industria musical norteamericanas han vendido la gloria y el honor del ejercito de EE.UU. en sus acciones por el mundo a través de un bombardeo de películas, canciones y, en definitiva, manipulaciones de la realidad, que han convertido los genocidios sanguinarios que protagoniza habitualmente el ejercito de las barras y estrellas en gloriosas acciones humanitarias para salvar el mundo y la democracia.
Convencer a tantos jovenes soldados a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI de que sean el cordero sacrificial de los sacerdotes de la religion del capital, ademas de meterles en la cabeza que el mundo y la supuesta democracia realmente estan en peligro, ha sido uno de los objetivos principales de la fabrica de ideologia que siempre han sido la industria del cine y de la musica, y que ha sido muy bien explotada para ello por los gobiernos norteamericanos y, en el fondo, por las grandes corporaciones capitalistas que lo controlan.
Ahora hay que convencer a las mujeres de que se jueguen la vida y disfruten de asesinar árabes, orientales, palestinos o africanos en nombre de la "libertad", aunque para ello haya que lavarles muy bien el cerebro para que no ven que en realidad los beneficiados de las matanzas, masacres y carnicerias en las que serán protagonistas no son, ni mucho menos, los soldados que las perpetran.
Para ello el pentágono ya se ha puesto manos a la obra y ha comenzado a financiar canciones y videos, por otro lado con la tipica mala calidad de la música enlatada de moda, para lograr que las mujeres norteamericanas nutran las primeras filas de los ejercitos que asesguran a lo largo de los cinco continentes la pervivencia y multiplicacion de los privilegios de la mafia capitalista. Un ejemplo evidente es el video "Part of me", de Kate Perry.
La superestrella fue contactada por la división
del Departamento de Defensa de los EEUU para la relación con las
industrias culturales, a través de la discográfica Capitol
Records (propiedad de Universal Music Group y ésta a su vez de la
multinacional Vivendi) para darle un giro a los estupidos versos de la
letra de “Part of Me”, convirtiendola en una canción patriotica dirigida
a las mujeres. Así, lo que es un desengaño amoroso tipico de los que se
nutren millones de canciones similares en el mundo musical, y que
suelen resolverse con la reafirmación de la identidad del despechado, o
despechada, o con el encuentro de otro objeto amoroso, se transforma en
"Part of me" en una llamada a las filas de los marines
La canción se convierte, pues, en una orgia de estrellas con la bandera norteamericana de cielo, mientras cientos de adolescentes juegan con armas de última tecnologia como si se tratara de videojuegos (lo mismo que el principe Harry en Afganistan, que afirmo recientemente que le gusta disparar afganos porque siempre le gustaron los videojuegos), y con Kate Perry convertida en una mujer marine dispuesta a darlo todo por el único verdadero amor: la patria.
Como hemos dicho, el videoclip fue cofinanciado por el Pentágono que surtió al equipo artístico de todo el material bélico necesario para la grabación (tanques, helicópteros, lugares de entrenamiento, etc.) y de los extras (80 marines del ejército que cambiaron sus maniobras habituales por las necesarias para el rodaje con una estrella del pop).
Hasta aquí la ficción. En breve miles de mujeres se veran atraidas por la mágica y espectacular reafirmación de Kate Perry y se dispondran a jugar al videojuego de la guerra en nombre de la democracia, la libertad, etc..., hasta que se enfrenten al primer combate de verdad. Entonces sufriran la prueba de cuanto de eficaz fue el lavado de cerebro, y comprobaran si de verdad se han convertido en máquinas de matar insensible a la deshumanización de la masacre (version videojuego) o si se dan cuenta del engaño y, como tantos otros marines, jamás podrán ya vivir en paz consigo mismas cuando regresen, si lo hacen fuera de un feretro, a su país (donde seguiran siendo pobres, excluidos y despreciados como antes mientras los que la enviaron a la guerra, como carne de cañon, son todavia mas ricos y poderosos).
La canción se convierte, pues, en una orgia de estrellas con la bandera norteamericana de cielo, mientras cientos de adolescentes juegan con armas de última tecnologia como si se tratara de videojuegos (lo mismo que el principe Harry en Afganistan, que afirmo recientemente que le gusta disparar afganos porque siempre le gustaron los videojuegos), y con Kate Perry convertida en una mujer marine dispuesta a darlo todo por el único verdadero amor: la patria.
Como hemos dicho, el videoclip fue cofinanciado por el Pentágono que surtió al equipo artístico de todo el material bélico necesario para la grabación (tanques, helicópteros, lugares de entrenamiento, etc.) y de los extras (80 marines del ejército que cambiaron sus maniobras habituales por las necesarias para el rodaje con una estrella del pop).
Hasta aquí la ficción. En breve miles de mujeres se veran atraidas por la mágica y espectacular reafirmación de Kate Perry y se dispondran a jugar al videojuego de la guerra en nombre de la democracia, la libertad, etc..., hasta que se enfrenten al primer combate de verdad. Entonces sufriran la prueba de cuanto de eficaz fue el lavado de cerebro, y comprobaran si de verdad se han convertido en máquinas de matar insensible a la deshumanización de la masacre (version videojuego) o si se dan cuenta del engaño y, como tantos otros marines, jamás podrán ya vivir en paz consigo mismas cuando regresen, si lo hacen fuera de un feretro, a su país (donde seguiran siendo pobres, excluidos y despreciados como antes mientras los que la enviaron a la guerra, como carne de cañon, son todavia mas ricos y poderosos).
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