En la guerra secreta contra Siria están empezando a
mostrarse las cartas. Luego de la caída en el centro de Damasco de
varios tiros de mortero y cohetes que costaron la vida a varios civiles,
el comandante «rebelde» Obu Omar, al atribuirse el mérito de la acción, declaró al New York Times que «los
grupos rebeldes alrededor de Damasco se han fortalecido con nuevas
entregas de armas a través de Jordania con asistencia americana» [1].
Una investigación de ese mismo diario confirma lo que hemos venido
escribiendo desde tiempo: existe une red internacional, organizada por
la CIA, a través de la cual transita un creciente flujo de armas
destinado a los
«rebeldes sirios» [2].
Desde los centros de operaciones apropiados, agentes de la CIA
facilitan la compra de armas con financiamiento (ascendente a miles de
millones de dólares) proveniente principalmente de Arabia Saudita, Qatar
y de otras monarquías del Golfo. Los agentes de la CIA organizan
después el transporte del armamento hacia Turquía y Jordania a través de
un puente aéreo. Y finalmente, las armas llegan, a través de las
fronteras de esos países, a los grupos que operan en Siria, ya
entrenados en campamentos instalados con ese fin en territorio turco y
jordano.
Desde el inicio de esa operación, en enero de 2012, por lo menos
3 500 toneladas de armas, según un estimado por defecto, han pasado a
través de ese puente aéreo. Los primeros vuelos se hicieron con aviones
militares de transporte del tipo C-130 pertenecientes a Qatar y a través
de Turquía. A partir de abril de 2012 han sido utilizados gigantescos
aviones de carga C-17, proporcionados por Qatar, que han estado
circulando entre la base aérea de Al-Udeid y la base turca de Esenboga.
Detalle importante: en la base aérea qatarí de Al-Udeid se encuentra el cuartel general avanzado del US Central Command, cuyo personal se eleva a más de 10 000 militares y que funciona como hub
para todas las operaciones en el Medio Oriente. Sus depósitos contienen
armamento de todo tipo, incluyendo por supuesto armamento no fabricado
en Estados Unidos, más adecuado por lo tanto para su uso en operaciones
secretas.
Desde octubre de 2012, aviones de carga jordanos del tipo C-130 han
estado aterrizando en la base turca de Esenboga para transportar hasta
Amman armamento destinado a los «rebeldes sirios».
Al mismo tiempo, aviones jordanos de carga han comenzado a aterrizar
en Zagreb para transportar hasta Amman material proveniente de los
arsenales croatas y comprado con fondos de Arabia Saudita. Gigantescos
aviones Ilushin de la Jordanian International Air Cargo
son utilizados en esa operación. Desde febrero de 2013, a los vuelos de
los aviones de transporte qataríes y jordanos se agregado los de aviones
sauditas. Se trata de aviones del tipo C-130 que aterrizan en la base
turca de Esenboga.
A pesar de los desmentidos provenientes de Zagreb, la investigación
documenta ampliamente la implicación de Croacia en ese tráfico
internacional de armamento, dirigido por la CIA. Otro gesto de Croacia,
que sigue acumulando méritos en su hoja de servicios. Su papel en el
desmembramiento de Yugoslavia ya le valió como recompensa ser aceptada
como miembro de la OTAN en 2009. Ahora, al participar en la operación
tendiente al desmembramiento de Siria, Zagreb se anota nuevos méritos a
los ojos de Washington, ahora con vistas a su posible entrada en la
Unión Europea. Esta última, mientras que refuerza el embargo de armas al
gobierno sirio, dice querer «alcanzar una solución política que
permita detener la masacre y autorice la entrega de ayudas humanitarias,
rápidas y eficaces, destinadas en particular a los niños».
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)
Il Manifesto (Italia)
Tomado de http://www.voltairenet.org
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