La experiencia histórica y hechos acontecidos en Venezuela a partir de 1998 inclinan a olfatear que la CIA también dirige el actual plan desestabilizador a menos de tres semanas de las elecciones.
Con su candidato, Henrique Capriles Radonski, en franca desventaja de
cara a las urnas, Washington prioriza estimular entre esos votantes el
temor al presente y futuro socio económico de la nación.
También multiplican su insistencia
respecto a tituladas ilegalidades en el proceso electoral, lanzan
alguna que otra manifestación estudiantil “ultra” e intentan restar
prestigio a Maduro.
Este lunes el presidente encargado llamó a defender pacíficamente en
las calles la memoria de Hugo Chávez que una campaña nacional e
internacional trata de asesinar moralmente.
Junto a ello denunció planes de sabotajes contra el servicio
eléctrico y la distribución de alimentos por parte de sectores enemigos
del gobierno favorables a crear un caos de violencia.
Después manifestó que si tienen lugar esos actos violentos, “a la
calle con el pueblo”, ya que “hay mucho dinero involucrado en el
sabotaje a la vida de Venezuela”.
En total sintonía, El Nuevo Herald desplegó un titular que dice: “El
modelo económico del chavismo hace aguas”, donde trazó un cuadro muy
sombrío respecto a la economía nacional.
De acuerdo a su tesis, que apoya en el criterio de economistas afines
al diario, ese derrumbe económico en la nación suramericana debe
producirse “este año” y extenderse por largo tramo.
Afirmación que difunden a menos de tres semanas de los comicios del
14 de abril luego que antes el Herald publicó hasta cuatro artículos
anti-chavistas en una misma edición.
De nuevo trataron de contraponer a Cuba con los intereses del pueblo
venezolano al decir que parte de las dificultades de este se resolverían
si le cobraran a la isla facturas por 4 000 o 5 000 millones de
dólares.
“Pero –añadió- la manutención del régimen cubano parece ser “un punto
de honor para el chavismo”, incluso cuando se produce a “costa del
bienestar del venezolano”.
Otra constante propagandística radica en seguir machacando en las
supuestas contradicciones existentes entre Nicolás Maduro y Diosdado
Cabello, a pesar de todas las señales que lo niegan.
Para brindarle alguna credibilidad a tal fantasía utilizaron a un
periódico de Miami, Diario Las Américas, que entrevistó a una figura que
dejó de serlo por su conducta delictiva, el ex general Raúl Baduel.
Fue condenado a ocho años de cárcel por haberse enriquecido
ilícitamente cuando fungió como Ministro de Defensa hasta 2007, luego de
lo cual la propaganda estadounidense lo transformó en un destacado
“disidente” del gobierno de Hugo Chávez.
En la introducción a su entrevista Diario Las Américas dice que “el
ex ministro de Defensa no puede declarar a los medios”, y a continuación
reproduce la entrevista que le hizo.
La publicación subrayó lo que más le interesaba, o sea, cuando le
dijo que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello se disputan el “usufructo de
los espacios de poder”.
¿En presencia de qué estamos? Otra maquinación típica de los servicios especiales del Norte, complot que forma parte de la conspiración mayor iniciada cuando Washington se percató de que Venezuela con Hugo Chávez al frente se le escapaba de las manos.
El país-albergue de las mayores reservas de petróleo del mundo,
hidrocarburo por cuyo control –en gran medida- Washington ha
bombardeado, invadido, torturado y asesinado en otros territorios.
De ahí que desde hace años la CIA
haya seguido con tanto esmero la evolución de los sucesos en Venezuela,
consciente además de que su significado no se limita a sus fronteras.
Los verdaderos fantasmas son invisibles, y por eso quizás el
presidente republicano Dwight Eisenhower ordenaba que sus manos no
aparecieran involucradas en actividades secretas.
En Venezuela lo han incumplido, no escondieron a tiempo las orejas de la CIA, porque sus hombres y sus muñequitos locales, reprodujeron un esquema de actuación tan desgastado como evidente.
Tomado de http://www.tercerainformacion.es
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