Estados Unidos planea incluir equipos de marines en
buques de la Armada en Oriente Medio y otras zonas como fuerza de
reacción rápida ante eventuales ataques a sedes diplomáticas, secuestros
u otras emergencias, informó hoy el diario Wall Street Journal.
La
iniciativa responde a las críticas a la Casa Blanca por la gestión de
la crisis motivada por el ataque terrorista, el pasado septiembre,
contra la sede del consulado estadounidense en Bengasi en el que
murieron el entonces embajador en Libia, Chris Stevens, y otros tres
funcionarios.
El general James Amos, comandante de
Infantería de Marina, explicó al diario que estos nuevos equipos de
operaciones especiales a incluir en los buques que transportan grandes
unidades expedicionarias mejorarán notablemente la capacidad de
respuesta ante varios tipos emergencias.
"Cuando
estas crisis suceden, ocurren instantáneamente, de la noche a la mañana.
Si uno va a responder, no tiene tiempo para reunir nuevas fuerzas en
Estados Unidos, ponerlos abordo de los C-17, volar y aterrizar en algún
campo de aviación en un país en el que tal vez no te quieren en su
tierra ", dijo el general.
Precisamente, la
Infantería de Marina y el Comando de Operaciones Especiales participarán
en unas maniobras en abril organizadas para ayudar a los jefes
militares en la toma de decisiones sobre cómo utilizar los equipos de
operaciones especiales.
Los marines mantienen siete unidades expedicionarias de 2.200 soldados, de las que dos o tres están desplegadas simultáneamente.
Actualmente
están destacadas en el Mar Mediterráneo, en el Golfo Pérsico y en el
Golfo de Adén, y otra unidad está permanentemente desplegada en el
Pacífico, con sede en Okinawa (Japón).
Una unidad expedicionaria tiene un batallón como fuerza terrestre, aviones de combate y helicópteros de ataque y transporte.
Si
hubiera habido equipos de respuesta rápida cuando ocurrió la crisis de
Bengasi tal vez se podría haber intentado un rescate, pero en ese
momento, el 11 de septiembre de 2012, la unidad de marina más cercana
estaba a cientos de kilómetros, en el Golfo de Adén.
Los
marines han revisado periódicamente si convendría desmantelar sus
equipos de operaciones especiales, pero el general Amos explicó que el
Pentágono ha decidido mantenerlos y protegerlos de las reducciones
presupuestarias para contar con ellos para ese tipo de contingencias.
EFE
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