Conflicto entre poderes de estado en El Salvador se mantiene vivo
San Salvador, 27 mar (PL) Un
conflicto entre cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia (CSJ) y el Parlamento de El Salvador se mantiene vivo aún
en medio del descanso de semana santa.
La prensa continúa el seguimiento del tema, entre noticias
de accidentes, celebraciones religiosas y el desarrollo de la temporada de
vacaciones.
El polémico asunto viene desde el 23 de enero pasado, cuando los cuatro jueces
decretaron inconstitucional la elección de los tres magistrados de la Corte de
Cuentas de la República (CCR), hecha por la Asamblea Legislativa el 16 de junio
de 2011.
Atendiendo la sentencia, ese órgano el día 20 pasado eligió por mayoría al
presidente de la CCR, Gregorio Sánchez Trejo, al primer magistrado, Javier
Bernal, y la segunda, Silvia Aguilar.
Menos de 24 horas después, los cuatro magistrados, Berlamino Jaime, Rodolfo
González, Florentín Meléndez y Sidney Blanco, emitieron un comunicando
anunciando desconocer nuevamente ese acto del Legislativo.
Sánchez Trejo y Bernal anunciaron su aceptación de la decisión de los jueces,
que aducen que el parlamento no argumentó que los escogidos tengan honradez y
competencia notorias y carezcan de afiliación partidaria.
No obstante, fue rechazada por Aguilar, quien subrayó que el artículo 196 de la
constitución establece que los miembros de la CCR "no podrán ser separados
de sus cargos sino por causa justa, mediante resolución de la Asamblea
Legislativa".
El presidente de la Corte Suprema y la Sala de lo Constitucional, Salomón
Padilla, también restó validez a la resolución de sus cuatro colegas y aseguró
que su pronunciamiento fue adoptado de manera irregular en una reunión que él
no convoco.
Precisó que la Sala debió emitir, en vez de un pronunciamiento, un fallo de
inconstitucionalidad para anular la elección.
Padilla advirtió que ese acto genera "incertidumbre jurídica para el
país" e incluso podría considerarse como una clara intromisión en los
asuntos que le son propios a la Asamblea Legislativa y afecta las funciones de
la CCR.
Lo que es improcedente y por lo tanto inaceptable, es que la Sala de lo
Constitucional se auto otorgue la facultad de poder decidir si el acto
legislativo es válido o no a partir de un pronunciamiento, sostuvo.
Padilla aseguró que está "firmemente convencido que ningún funcionario,
del rango que sea, puede limitarle antojadizamente a las personas el libre
ejercicio de derechos reconocidos por la Constitución".
Aparecido en Moncada
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