Se vienen específicamente de su país sólo para "hacer el trabajo", que suele costar 20 mil dólares. ¿Qué pasa si sale mal? |
La serie televisiva que retrata la vida de Pablo Escobar
transformó al narcotráfico en algo común para el ciudadano argentino.
Sin embargo, ese es un problema que hace años se viene viendo en el
país. Aunque un transeúnte no se dé cuenta, convive día a día con la droga y con los sicarios.
Pero,
¿cómo trabajan los asesinos a sueldo del narcotráfico? "Suponte que un
colombiano se entera dónde está la persona que anda buscando. Lo primero
que hace es llamar a algún "amiguito" que esté en Colombia y preguntar quién se podría hacer una vueltita por Buenos Aires", contó uno de los miembros de una banda, al diario Clarín.
La apariencia es clave. El asesinato llega al país sin saber a quién va a matar,
por lo que deberá estar presentable (limpio, afeitado, perfumado y bien
vestido) para recibir las órdenes. De no ser así, tendrá que dar media
vuelta, volver a su lugar de origen y asumir las consecuencias (léase, la muerte).
El sicario tendrá todas las facilidades de parte de su jefe: viáticos, armas y hasta las motos.
Una vez que se ubicó al que hay que matar, el "pato" (como se lo
denomina) se dará vuelta de la moto, dándole la espalda al conductor
("piloto") para terminar el trabajo. Eso sí, deberá asegurarse de que esté bien hecho. De no ser así, él mismo terminará muerto.
"Si es la primera vez que lo contrata ese cliente, tiene que matar gratis. Por un crimen en Buenos Aires se pagan unos 20 mil dólares", agrega el testigo.
Cuando todo terminó, se sube a un auto, lo hacen irse del país y de ahí viaja a Colombia. Todo está fríamente calculado: como del país solamente se pueden sacar hasta 10 mil dólares, recibe en mano la mitad de la plata, y la otra le llega a la madre.
¿Cómo se llega a ser sicario? El primer requisito es haberse formado en las "ollas", donde se vende la droga. Comienzan a los 9 años, siendo campana de aquellos vendedores de bazuco (la pasta base colombiana). A los 10 u 11 pasan a vender droga en sus escuelas y a manejar armas, mientras que a los 13 ya son sicarios.
Venir a trabajar a la Argentina es un negocio redondo: en Colombia un asesinato cuesta sólo 50 dólares.
Tomado de http://www.diarioveloz.com
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