La NSA controla el Wi-Fi en los aviones estadounidenses saltándose las leyes: lo denunció la revista Wired.
Según una carta dirigida a la
Comisión Federal de Comunicaciones que ha sido filtrada por la revista
'The Wired', Gogo, uno de los más grandes proveedores de Internet para
las aerolíneas nacionales estadounidenses, admitió haber violado la ley
sobre la privacidad de datos personales, colaborando con la NSA.
"En el diseño de su red existente, Gogo trabajó en estrecha
colaboración con las autoridades para incorporar funcionalidades y
garantías que estuvieran al servicio de la seguridad pública y
nacional", escribió el abogado de Gogo Karis Hastings en la carta, que
data de 2012.
No obstante, resulta que Gogo no es la única empresa que
voluntariamente viola la ley de privacidad de los pasajeros. De acuerdo
con la publicación otro proveedor de Wi-Fi en los aviones, Panasonic
Avionics, también ha decidido ampliar sus capacidades técnicas y agregar
"una funcionalidad especial" que permita a la agencia de espionaje
vigilar el tráfico de Internet.
Snowden
El ex consultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de USA,
Edward Snowden, afirmó que la tecnología de ese organismo "es la peor
amenaza para los derechos civiles" porque se utiliza de modo
"desproporcionado".
Snowden aseguró ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de
Europa, a través de una videoconferencia desde Rusia, donde se encuentra
asilado tras revelar el año pasado las técnicas de espionaje global
realizadas por USA, que la NSA espió a Amnistía Internacional y Human
Rights Watch, entre otras organizaciones, además de haber "recogido
material sexual y religioso para desacreditar a cierto número de
personas".
"Eso es algo que no había visto jamás", aseguró el ex espia, quien
explicó que con ese material se puede, por ejemplo, hacer una lista de
homosexuales o de cristianos en Egipto.
También denunció que la NSA había utilizado las huellas dactilares
electrónicas para identificar a personas "que tuvieron la mala suerte de
caer en una página web determinada o seguir a un grupo que mantiene
diálogos de contenido sexual".
Los sistemas de vigilancia masiva, agregó, permiten perseguir a
grupos que "comparten lo que sea, donaciones, transacciones bancarias,
relaciones privadas, números telefónicos, amigos" antes de advertir qie
"los derechos humanos estarán más protegidos si se lucha por su
prohibición".
NSA
Hace unas semanas, documentos revelados por el ex agente de la NSA,
Edward Snowden, y publicados por la pagina web The Intercept mostraron
que el Centro Operativo de Comunicaciones Gubernamentales (GCHQ, por sus
siglas en inglés) del Reino Unido, equivalente británico a la NSA,
recabó las direcciones IP de personas que buscaron o visitaron
WikiLeaks, como parte del esfuerzo de la agencia por acopiar información
sobre la "red humana" que apoya el sitio de publicaciones. Pero los
documentos también exponen serias repercusiones potenciales para la
libertad y para la prensa en conjunto.
Los documentos revelados por The Intercept muestran que la NSA
designó a Assange como objetivo, en el mismo nivel que los miembros de
Al Qaeda; que la agencia presionó a países aliados para que intentaran
someterlo a juicio penal, y que evaluó catalogar a WikiLeaks como "actor
extranjero malicioso", lo cual expondría a cualquiera que tenga
contacto con el sitio –desde lectores pasivos hasta voluntarios,
incluidos ciudadanos estadunidenses– a ser vigilado.
Según el abogado Michael Ratner, defensor del fundador de Assange, y
también presidente emérito del Centro por los Derechos
Constitucionales, la NSA colocó a su defendido en lo que llama un
"cronograma de cacería humana". Las personas en esa lista son objetivos
que la agencia busca ubicar, perseguir, capturar o matar, entre ellos
miembros de Al Qaeda.
Que Assange, un individuo que publicó información de denunciantes
ciudadanos, se encuentre en tal lista indica que la agencia no teme usar
su autoridad de acopio de inteligencia para impedir el libre flujo de
información.
En el caso de Assange, el documento detalla la forma en que el
gobierno de Barack Obama apremió a sus aliados –entre ellos Australia,
Reino Unido, Islandia y Alemania– para enjuiciarlo por publicar
documentos secretos de la guerra de Afganistán.
"Clasificar a WikiLeaks como 'actor malicioso extranjero' lo
sujetaría, junto con sus lectores y colaboradores, a la vigilancia más
amplia posible, y permitiría espiar a ciudadanos estadunidenses que
forman parte de su equipo, incluidos abogados como yo", afirma Ratner.
Tomado de http://www.urgente24.com
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