sábado, 10 de mayo de 2014

Pentágono gastará 20.000 millones de dólares en helicópteros para Obama

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La Administración Obama planea gastar 20.000 millones de dólares en un programa que reemplazaría la flota de 23 helicópteros presidenciales privados Marine One por unos nuevos.

El Departamento de Defensa de EE.UU. concluyó un contrato con Sikorsky Aircraft Corporation, una empresa de Connecticut, la cual va a construir una nueva flota de helicópteros que sirven para transportar a los presidentes estadounidenses a distancias cortas. Dicho contrato tendrá un costo inicial de 1.244 millones de dólares, por el cual la Marina de EE.UU. recibirá seis aviones de prueba y toda la investigación y desarrollo necesarios, informa ‘The Daily Mail’.
  Los helicópteros Sikorsky, que no se entregarán antes del año 2022, cumplirán los estándares más exigentes, incluyendo capacidad para las comunicaciones cifradas y videoconferencia segura con la gente en tierra. Además, debe contar con un sistema de ataques contra misiles y una protección de los componentes electrónicos contra las olas de energía producidas por las explosiones nucleares.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que la cuenta total de una nueva flota de 23 helicópteros presidenciales podría llegar a los 20.000 millones de dólares, incluyendo los 3.000 millones gastados por el Pentágono entre 2005 y 2009 en un programa similar que fue cancelado más tarde. Con este precio, sería la flota de helicópteros más cara jamás construida, según el periódico británico. Un ex alto funcionario del Pentágono incluso bromeó diciendo que por lo que el Ejército está pagando “Marine One debería ser capaz de tener un sólido inodoro de oro para el presidente, excepto que agregaría demasiado peso”.

El senador republicano John McCain ya se había burlado del anterior proyecto de reemplazo de los helicópteros por ser un gran despilfarro. “Su helicóptero va a costar tanto como el Air Force One”, dijo a Obama en una cumbre de responsabilidad fiscal de la Casa Blanca poco después de que Obama asumiera el cargo presidencial. “No creo que haya alguna demostración más gráfica de cómo las buenas ideas le cuestan a los contribuyentes una cantidad enorme de dinero”, concluyó el congresista.

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