“Yoani Sánchez ha rescindido su contrato con La Stampa y me ha
convertido en un hombre libre que hasta ayer no podía decir lo que
pensaba, ya que la traducía (...) Tengo la culpa de haber creído en la
lucha de Yoani Sánchez (...), una lucha que partía de la base para
golpear el poder (...). He tenido que enterarme – a golpes de amargas
decepciones – que la oposición de Yoani Sánchez era letra muerta (...),
me he dado cuenta de que he tratado con una persona que le da la máxima
prioridad a intereses para nada idealistas. Una bloguera que vive su
vida tranquila, que en Cuba nadie conoce y nadie hostiga, que no es
amenazada, encarcelada, silenciada, que no tiene problemas para entrar y
salir de su país”.
Con estas palabras, ayer 9 de mayo, el periodista, escritor y traductor italiano Gordiano Lupi empezaba una carta abierta dirigida a la conocida bloguera cubana Yoani Sánchez.
Lupi, quien en los últimos seis años ha estado traduciendo - por el periódico italiano La Stampa - el
blog de la mediática contrarrevolucionaria cubana, se lanzaba en un
vehemente desahogo contra Yoani Sánchez y enseñaba su frustración y
decepción por descubrir el verdadero rostro de una mujer que antaño le
había despertado ambiciones ideales y ensueños democráticos, correctos o
incorrectos que se consideren.
La decepción de Lupi quedaba muy clara en otros fragmentos de su carta abierta que más se parecía a un más o menos velado mea culpa por haber considerado a la bloguera como compañera de una lucha en la que el periodista italiano parecía - y parece - creer auténticamente.
“Por defender su rostro recibí ofensas y amenazas de castristas y
comunistas italianos, por compartir una lucha inexistente, un sueño de
libertad deseado por muchos, pero no por ella, que solo pensaba en el
dinero proveniente de premios y contratos. (…) He creído en una lucha
ideal que no existía. En realidad el objetivo de Yoani Sánchez siempre
ha sido el de hacerse rica y famosa. Ahora lo ha conseguido. (...) Ahora
Yoani Sánchez lanzará un periódico embustero (…), junto a sus
amiguitos, que en Cuba nadie leerá (...). Pero, ¿qué le importa a Yoani?
Ella solo necesita que alguien la financie, que se lea en Miami, mucho
en España, que la comunidad cubana siga ilusionándose con una paladina
inexistente. (...) Hasta el momento hemos viajado juntos, querida Yoani.
Pero ya basta. Mi viaje continúa por sí solo, lejos de tus objetivos.
(...) Fidel Castro dijo que la historia decidirá. Vamos a ver a quien
absolverá.”
Seguramente hay que considerar laudable un gesto de semejante
honestidad intelectual por parte de una persona que verdaderamente
demuestra creer en su causa y que también demuestra tener la humildad de
reconocer sus errores. Sin embargo, dicha honestidad, para resultar
completamente auténtica, requeriría por lo menos ser acompañada por
otras dos cartas abiertas; una dirigida a todos los lectores italianos, a
todas esas personas cuyas opiniones, durante los últimos seis años, han
sido forjadas - y manipuladas - con noticias absolutistas que ahora
resultan haber sido el fruto de un error de evaluación del periodista e
impuestas por vínculos contractuales y editoriales; y otra dirigida a
todos los que en esos años han intentado intercambiar infructuosamente
con el señor Gordiano Lupi sobre las contradicciones de la bloguera y
que solamente han recibido – y al leer sus palabras siguen recibiendo –
la anacrónica y reductiva etiqueta de procastristas.
Vincenzo Basile
TEXTO PUBLICADO ORIGINARIAMENTE EN DESDE MI ÍNSULA
Cubainformación
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