Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. La muerte de Hugo Chávez abre
muchas interrogantes. En el plano internacional sobresale la incógnita
sobre el sendero por el que marcharán las relaciones entre la Venezuela
del chavismo sin Chávez, con Nicolás Maduro al frente muy probablemente, y los Estados Unidos.
El profesor David Scott Palmer, de la Universidad de
Boston, es uno de los principales especialistas en política
latinoamericana de Estados Unidos y un reconocido experto en la política
peruana. Palmer habló con Infolatam coincidiendo con su participación la semana pasada en el II Curso
de Especialización “Las Relaciones Internacionales de América Latina:
desafíos estratégicos y oportunidades de aprendizaje”, organizado por el Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca.
Palmer cree que el estado de las relaciones entre
ambos países es en el momento actual “correctas aunque no buenas” y que
“a corto plazo habrá pocos cambios con respecto a la herencia de Chávez
en el tema de las relaciones con Estados Unidos. Por ahora le sigue
interesando colocar a EEUU como un enemigo número 1 que solidifique a
sus partidarios”.
El futuro de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos
Justo esto es lo que ha ocurrido y encaja con las palabras de Maduro cuando insinuó que detrás de la muerte del Comandante estaba el gobierno de Barack Obama:
”ya tenemos pistas sobre la enfermedad del presidente … Ha sido
provocada por los enemigos de la Revolución bolivariana”. Según Maduro,
la enfermedad de Chávez “fue inoculada”.
Además, el rango de la representación del gobierno de Obama en el
funeral fue menor (dos legisladores, el demócrata por Nueva York Gregory Meeks y su copartidario William Delahunt, ex congresista por Massachusetts), aunque quizá lo importante es que al menos hubo presencia estadounidense.
A pesar de todo, Palmer considera que Maduro es más
dialogante y menos histriónico que Chávez lo cual hará más fácil la
relación con Estados Unidos: “a medio plazo las relaciones mejorarán
debido a los vínculos económicos que unen a ambos países por lo que
tendrán a normalizarse”.
En esa misma línea van otros analistas como Michael Shifter,
presidente del Diálogo Interamericano, quien considera que Maduro «es
alguien que, al igual que muchos políticos, puede ser muy duro en la
retórica, pero que entre bastidores es alguien con quien se puede hablar
y negociar», y como líder sindicalista, sabe que tiene que “negociar”.
EE.UU. considera que la expulsión de dos militares de su embajada en
Caracas no significa que Venezuela haya abandonado su intención de
normalizar relaciones con Washington, y mostró su disposición a
continuar el proceso.
Un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió el
anonimato, dijo que EE.UU. ve la expulsión de su agregado aéreo y el
ayudante de éste como “parte de una campaña electoral” que comenzaba a
prepararse en Caracas ante el grave estado de salud del presidente Hugo Chávez, que falleció poco después.
“No creemos que estuviera directamente relacionado con el proceso”
para normalizar las relaciones, que comenzó a finales de noviembre
pasado con una llamada entre el vicepresidente Nicolás Maduro y la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, aseguró la fuente.
En lo que al equilibrio regional se refiere, “con Chávez desaparece
el principal promotor y sostén del ALBA y en el horizonte no se atisba
un posible sustituto o recambio. La Cuba de los Castro está en una
delicada situación económica y en plena transición hacia un nuevo
modelo, el Ecuador de Rafael Correa tiene sus propios problemas y
dinámicas internas y solo Evo Morales goza de un importante liderazgo
internacional y fuerte dinamismo”, asegura Palmer.
Consecuencias geopolíticas de la desaparición de Chávez
Lo cierto es que con el fin de la era de Hugo Chávez
en Venezuela desaparece uno de los más importantes referentes del
antiimperialismo en América latina y un líder que poseía un proyecto
propio para la región. Ese vacío puede ser ocupado por las dos grandes
economías emergentes como México y Brasil.
Palmer subraya que las relaciones con México son
cruciales por muchas razones sobre todo porque “dos de los tres grandes
problemas que tiene que afrontar en breve Estados Unidos con respecto a
la región implican a México, el tema de la inmigración, y la lucha
contra los cárteles del narcotráfico, siendo el otro el deterioro
medioambiental”.
Además de las relaciones con México, el otro punto clave serán las
que consiga construir con Brasil, país que sin Chávez en el horizonte
consigue una primacía clara en la región. Es claramente la única
superpotencia sudamericana y una economía emergente.
Para Palmer “Brasil no es más o menos importante
que México, pero claramente es el país más grande de Sudamérica, el más
dinámico y con claras ambiciones de asumir un liderazgo internacional.
Las actuales relaciones son buenas y deben incluso ir a mejor en el
corto plazo”.
Todas estas novedades (auge de Brasil y México, decadencia del
“socialismo del siglo XXI”, nuevos proyectos de integración como la
CELAC o la Alianza del Pacífico) van a obligar a Estados Unidos a
replantearse algunos de los items de la relación con la región pues como
dice David Scott Palmer Latinoamérica ha logrado
hacerse más autónoma con respecto a Estados Unidos al diversificar los
mercados a los que exporta y por crecer a mayor velocidad que su vecino
del norte.
Tomado de http://www.infolatam.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario