En la foto: Raúl Rodríguez, Carlos Rey, la esposa del Vice-Primer Ministro de Vietnam, Noel Quintero y Pham Thi Quyen (viuda de Nguyen Van Troi) |
Nos toca
recordar con gran orgullo una temeraria acción militar llevada a cabo por
nuestros jóvenes comunistas hace 45 años, la operación de captura del
agente de inteligencia militar de la CIA, el Teniente Coronel Michael Smolen.
Esta acción internacionalista quedó enmarcada para siempre en las históricas relaciones de solidaridad con el hermano pueblo vietnamita, en momentos en los cuales ese heroico pueblo en armas dirigido por el querido tío Ho, defendía dignamente su soberanía contra el ataque inclemente y criminal de las tropas invasoras del imperialismo norteamericano. Todos los periódicos del mundo desatacaban con grandes titulares la audaz operación de la guerrilla venezolana.
Desde el Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), por intermedio de su Comandante en Jefe, el Teniente Coronel Juan de Dios Moncada Vidal, desde la clandestinidad, declaraban que la detención del alto militar norteamericano tenía dos objetivos: Uno, la solidaridad con la heroica lucha del pueblo de Vietnam contra la agresión norteamericana, exigiendo el intercambio humanitario por el héroe vietnamita Nguyen Van Troi, prisionero condenado a muerte; y Dos, repudiar la presencia en suelo de la patria venezolana de la intervencionista misión militar yanqui.
El camarada Nguyen Van Troi, de la Unidad Especial de Acción Armada del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, fue apresado el 9 de mayo de 1964 por tropas sudvietnamitas mientras minaba un puente en Cong Ly, antigua Saigón, por donde pasaría el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert McNamara y el embajador Henry Cabot Lodge.
Esta acción internacionalista quedó enmarcada para siempre en las históricas relaciones de solidaridad con el hermano pueblo vietnamita, en momentos en los cuales ese heroico pueblo en armas dirigido por el querido tío Ho, defendía dignamente su soberanía contra el ataque inclemente y criminal de las tropas invasoras del imperialismo norteamericano. Todos los periódicos del mundo desatacaban con grandes titulares la audaz operación de la guerrilla venezolana.
Desde el Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), por intermedio de su Comandante en Jefe, el Teniente Coronel Juan de Dios Moncada Vidal, desde la clandestinidad, declaraban que la detención del alto militar norteamericano tenía dos objetivos: Uno, la solidaridad con la heroica lucha del pueblo de Vietnam contra la agresión norteamericana, exigiendo el intercambio humanitario por el héroe vietnamita Nguyen Van Troi, prisionero condenado a muerte; y Dos, repudiar la presencia en suelo de la patria venezolana de la intervencionista misión militar yanqui.
El camarada Nguyen Van Troi, de la Unidad Especial de Acción Armada del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, fue apresado el 9 de mayo de 1964 por tropas sudvietnamitas mientras minaba un puente en Cong Ly, antigua Saigón, por donde pasaría el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert McNamara y el embajador Henry Cabot Lodge.
Torturado durante 5 meses, tras varios intentos de fuga y violentos castigos corporales, Nguyen Van Troi, fue condenado a muerte el 10 de agosto de ese año.
El comandante de la Unidad Táctica de Combate (UTC) “Comandante Fernández”, conocido luego como “Comandante Plutarco”, era el camarada Luís Fernando Vera Betancourt (héroe y mártir de la revolución), dirigió el grupo de seguimiento aportando todos los datos de la rutina diaria del agente de la CIA.
Luego se conformó un grupo de captura, uno de traslado, uno de custodia y otro de entrega. Todos estos jóvenes militantes comunistas eran integrantes de la UTC “Iván Barreto Miliani” (símbolo del Guerrillero Heroico) del Destacamento “Livia Gouverneur” (militante de la JCV, mártir de la revolución), del Pelotón “Daniel Mellado” (mártir de la revolución) de la Brigada Uno "Capitán Wilfrido Omaña", pertenecientes a nuestras Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), habían sido reclutados y entrenados para realizar todo tipo de operaciones especiales de guerrilla urbana que ejecutaban con gran efectividad.
Tras una minuciosa planificación, los cuatro jóvenes camaradas designados en el grupo de captura, militantes de la siempre gloriosa JUVENTUD COMUNISTA DE VENEZUELA (JCV), se aprestaban a ejecutar la operación militar la noche anterior, revisando cada detalle en Los Chaguaramos, en el apartamento del camarada José Antonio Gutiérrez (fallecido), recordado actor quien hacía el personaje de “El Telaraña” en el programa humorístico de Radio Rochela que transmitía RCTV (canal 2).
En la mañana de ese viernes 9 de octubre de 1964, salen temprano el camarada David Salazar (fallecido) y el “Caliche” a tomar un carro para la operación, luego parten los cuatro hacia Colinas de Bello Monte, tomando posiciones en los alrededores de la residencia del alto oficial de la CIA. Algo extraño pasaba justo ese día, se tardaba mucho más en salir para la embajada norteamericana. Estaba desayunando con su jefe, el Coronel Henry Lee. Terminaba la larga espera: ¡ALERTA! ¡YA SALEN!
La operación era la captura del Teniente Coronel Michael Smolen, Segundo Jefe de la Misión Militar Norteamericana destacada en Venezuela. Los agentes de inteligencia militar gringa salían de la quinta “Blanca”; cuando estaban entrando en el vehículo estacionado afuera y se alistaban para encender el motor, el carro manejado por David se acercó, Argenis Ruiz les dio la voz de alto: ¡Quietos, Fuerzas Armadas de Liberación Nacional!
Se espantaron, Argenis se lanza del carro metralleta en mano por la ventana cayendo de pie frente al volante de Smolen sin darle chance a salir, su asustado jefe Lee corrió por la calle Suapure y saltó una cerca, escapando por la quinta “Monina”.
De inmediato, el camarada Argenis Ruiz Martínez Villalta metió a Smolen al carro, y se montaron el “Gocho” (Camarada Noel Quintero Lantén) y el “Caliche” (Camarada Carlos Rey).
Mientras se dirigían al punto de trasbordo le quitaron el uniforme al gringo, le colocaron otra ropa y lentes oscuros. Al llegar frente a la antigua Peña Tanguera de Sabana Grande, el “Gocho” y el “Caliche” se pasan al otro vehículo con el rehén, donde estaba el camarada Gonzalo Sepúlveda (fallecido), quienes realizan el traslado hasta el apartamento del pintor español Ángel Luque, en la calle Negrín con la Avenida El Porvenir, edificio Araucaria, donde “Coquito” (Camarada Raúl Rodríguez) estaba en el grupo de custodia.
Allí, luego de despojarlo de las vendas que le tapaban los ojos, comenzó la inducción hacia el Coronel sobre la lucha revolucionaria en Venezuela y las causas de su retención en ese lugar. Se dialogó con él sobre el criminal ataque de Estados Unidos en Vietnam, y lo injusto de los bombardeos masivos sobre el pueblo vietnamita para eliminar su justa lucha de la Liberación Nacional.También se le dijo que su retención era con el fin de impedir el fusilamiento de Nguyen Van Troi, quien había sido capturado en el intento de volar el puente donde pasaría el General McNamara, principal estratega y ejecutor de las operaciones militares que se realizaban en Vietnam.
El día 13 de Octubre, la policía política había logrado capturar algunas personas relacionadas con la operación y su entorno, al dueño del apartamento donde se mantenía oculto el rehén, el pintor Luque y algunos de sus amigos; allí se comenzó a derrumbar todo, ante las informaciones radiales que se difundían y el cerco que se tendía sobre la zona.
Al apartamento se presentó Carmelo a dar aviso, que luego cayó preso junto a varios camaradas, y no resistiendo las torturas delató a muchos otros.
A raíz de esta acción guerrillera, la ejecución de la sentencia a muerte que pesaba sobre Nguyen Van Troi, fue aplazada por orden del Departamento de Estado norteamericano, lamentablemente la guerrilla venezolana creyó en el imperialismo, y una vez que fue liberado el agente de la CIA a las 10:40pm del 13 de octubre en la Avenida Los Samanes de La Florida, las mismas autoridades yanquis dieron la orden directa a Saigón de ejecutar el fusilamiento. El 15 de octubre de 1964, a las 9:50am, un pelotón sudvietnamita ejecutó a Nguyen Van Troi. Sus últimas palabras fueron: ¡Larga vida a Ho Chi Minh!.
Luego vino la brutal represión desatada por el gobierno de Raúl Leoni, dando con la detención de los camaradas Gilberto Mora Muñoz, Edgar Briceño, Gherard Schwikat, Hermógenes Jiménez, Bernardo Salas, Alejandro Frías, David Quiñónez, Ramón Rojas Díaz, Luis Aguilar Baptista, Ophier Cepeda, Carlos Antúnez, César Vargas Medina, Melitón Puértolas, Ángel Luque, Alejandro Aguilera, Virgilio Brito, Arsenio Pasarini, José Alemán y Alonso Palacios Juliác; quienes fueron sometidos a todo tipo de interrogatorios y brutales torturas en el cuartel San Carlos y en los sótanos de la Dirección General de Policía (Digepol).
La mayoría de esos jóvenes camaradas comunistas, miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, nada tenían que ver con la operación Smolen.
Tomado de http://rosogrimau.blogspot.com
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