La
bomba de fabricación casera fue detonada por Naida Asiálova, suicida de
treinta años de edad oriunda de Daguestán. Seis personas murieron y
casi cincuenta fueron heridas, entre ellas niño de un año. Actualmente
los investigadores averiguan los nexos de la terrorista con las bandas
clandestinas, y los legisladores están desarrollando nuevas normas
orientadas a contrarrestar el terrorismo.
Los
investigadores establecieron rápidamente la identidad de la terrorista,
determinaron el itinerario que siguió Asiálova desde la ciudad de
Majachkalá, capital de Daguestán, hasta Volgogrado, y después, por la
ciudad. Iba sola, ella misma escogió el lugar del atentado: donde había
más gente. Según se supo, aún en la primavera la mujer llamó la atención
de los órganos judiciales. Los servicios secretos notaron su interés
por el wahabismo y empezaron a vigilarla, tratando de descubrir así a
los jefes del grupo terrorista. Pero, no se ha descubierto ninguna otra
cosa sospechosa; es muy difícil desenmascarar un crimen en preparación
solo por métodos externos de vigilancias, opina Pável Evdokímov,
redactor en jefe del periódico Fuerzas Especiales de Rusia.
–Para
obtener información de advertencia, se necesita que la persona que está
en el interior del grupo terrorista proporcione a los organismos
judiciales información sobre el ataque terrorista que se está
preparando. Para ello se necesita un informante. Para lograrlo, en todo
el país debe existir una extensa red de agentes. Es muy difícil tener
agentes entre las células de combate.
Puede
ayudar parcialmente a resolver el problema un acceso más amplio de los
servicios secretos a la información personal de la gente. Esta semana en
la prensa apareció la información de que el Ministerio de
Comunicaciones y Medios Informativos de Rusia ha preparado un proyecto
de la disposición que obligará a todos los operadores de telefonía móvil
y proveedores de Internet a conservar toda la información sobre los
usuarios. Los colaboradores del Servicio Federal de Seguridad obtendrán
acceso directo a dicha información. Varias empresas y figuras públicas
vieron en ello una violación del derecho a la vida privada, garantizado
por la Constitución, y hasta establecieron una comparación con las
acciones de los servicios de inteligencia estadounidenses que habían
provocado escándalo mundial. Otros aseveran que están dispuestos a ceder
cierta parte de su espacio íntimo para garantizar la seguridad. A
continuación, el senador Ruslán Gattárov, presidente de la Comisión
Provisional para el Desarrollo de la Sociedad Informativa, del Consejo
de la Federación (Cámara alta del Parlamento ruso), explica a los
oyentes de La Voz de Rusia la esencia de dicha medida:
–La
situación es absolutamente diferente de aquella a la que se refería
Edward Snowden. En primer lugar, esa disposición es de acceso público.
En segundo, los norteamericanos filtran el tráfico, abren todos los
paquetes, revisan el correo. Vigilan a todos: a sus ciudadanos y a todo
el mundo. Aquí se trata de un asunto absolutamente diferente. Se
requiere que el operador de telefonía conserve durante doce horas el
tráfico para que en un momento dado, en caso de ser necesario, se saquen
datos personales o los mensajes del sospechoso de haber cometido un
crimen. Eso se hace de manera puntual, por decisión de un tribunal, en
el marco de pesquisas operativas.
El
proyecto de la disposición del Ministerio de Comunicaciones y Medios
Informativos deberá pasar por todos los procedimientos de aprobación y
puede entrar en vigor a mediados del próximo año. Con la finalidad de
contrarrestar el terrorismo, los diputados adoptaron en esta semana la
ley que establece que los parientes de los extremistas compensarán los
daños producidos por ataques terroristas. Además, se aplicarán penas más
severas por preparación de futuros combatientes en campamentos de
entrenamiento y por creación de organizaciones terroristas, precisó
Irina Iarovaia, presidenta del Comité de Seguridad y Lucha contra la
Corrupción de la Duma Estatal (la Cámara baja del Parlamento Ruso).
–En
gran medida esta ley está dirigida a los jóvenes. Para que sepan que en
el momento en el que terceras personas traten de involucrarlos en
actividades terroristas, de reclutarlos en campos de entrenamientos
especiales, sociedades y organizaciones respectivas, ya están cometiendo
un delito.
Es
importante que la lucha antiterrorista sea global. Hoy los servicios
especiales de Rusia colaboran estrechamente con la mayoría de organismos
similares de todo el mundo, realizan ejercicios conjuntos, intercambian
información.
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