Las declaraciones del exministro de Asuntos Exteriores griego
Theodoros Pangalos, sobre las escuchas ilegales realizadas durante su
periodo en el gobierno tuvieron hoy respuesta de la oposición y, en
forma de denuncia, por un compañero de partido.
Pangalos se jactó ayer de que los servicios secretos griegos (EYP)
intervinieran y grabaran las comunicaciones de los embajadores
estadounidenses en Atenas y Ankara (Turquía) durante los años en que
formó parte del gobierno de Kostas Simitis (Pasok), entre 1996 y 1999.
Su testimonio, ofrecido desde la emisora Vima FM, pretendía
contrarrestar la información divulgada por la revista alemana Spiegel,
según la cual las Agencias Central de Inteligencia (CIA) y de Seguridad
Nacional (NSA) de Estados Unidos establecieron en la legación
diplomática de Atenas un centro de espionaje desde el que se controló a
funcionarios y políticos griegos.
El resultado es un gran escándalo que movió hoy al principal partido
opositor, Syriza, a exigir del ejecutivo explicaciones ante estas
escuchas "que afectan tanto a la seguridad nacional como a las
libertades y los derechos del personal civil" cuyas comunicaciones
fueron controladas.
Para Syriza "el gobierno griego es uno de los pocos en Europa que no
ha pedido explicaciones" por las prácticas ilegales de Estados Unidos
cometidas en el territorio nacional y, como para corroborar la
afirmación, las declaraciones del ejecutivo durante la jornada
únicamente se limitaron a negar lo dicho por Pangalos.
El exministro aseguró que tanto Simitis como los ministros de
Interior, Defensa y Exteriores "estábamos al tanto de las labores de
espionaje de EYP, pero como esto se hizo hace 20 años, no podemos ser
responsables", pues según la ley los delitos habrían prescrito.
Pese a ello, el jurista Agis Tatsis, compañero de Pangalos en el
Pasok, anunció la presentación de una querella contra este por "cometer
actos ilegales, revelar secretos de Estado y poner en peligro los
intereses del país y a los funcionarios griegos".
El abogado consideró que se habían vulnerado tres artículos
constitucionales, por lo que solicitó la detención y el procesamiento
del excanciller.
Pangalos se vio obligado a dimitir de su cargo en 1999, tras
conocerse que EYP ayudó a entrar en el país al líder nacionalista kurdo
Abdullah Ocalan, que posteriormente fue trasladado a la embajada griega
en Nairobi (Kenia) y, finalmente, entregado en aquel país a agentes
turcos.
Prensa latina
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