La Segunda Cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños, que reunirá en La Habana a finales de este mes a
los 33 jefes de Estado o de Gobierno de las naciones de Nuestra América,
constituye un nuevo paso hacia una auténtica integración subregional y marca el
declive histórico de la tristemente célebre OEA, conocida por muchos como el
Ministerio yanqui de colonias.
La CELAC, que tuvo su Cumbre fundacional en Venezuela
y luego los mandatos pro tempore de Chile y el último año de Cuba, pasará el 29
de enero próximo la presidencia a Costa Rica, y el año siguiente a Ecuador, en
un recorrido que tiene también importantes antecedentes en reuniones efectuadas
por los líderes de Latinoamérica y el Caribe en Brasil y también en México.
Poco a poco las naciones latinoamericanas y caribeñas
van encontrando la unidad en la diversidad; la CELAC ya tiene sus estatutos y
su plan de acción, y se espera que en los próximos días en La Habana pueda
comprobarse lo que se ha avanzado en los últimos meses, con la presidencia de
Cuba, y se tracen nuevas metas hacia el futuro.
La forma de conducción de la CELAC, mediante una
troika, la cual se amplió con la presencia de Haití, el país más necesitado de
la subregión, garantiza la continuidad y transparencia democrática del gobierno
de esta nueva organización, caracterizada por Fidel Castro como la más
importante institución lograda en el último siglo por los países de Nuestra América.
Cuba concluye su mandato de un año en la presidencia a
finales de enero, entrega la conducción a Costa Rica, pero permanece en la
troika dirigente, en la cual antes estuvo Chile, y ahora ingresará Ecuador,
cuyo presidente, Rafael Correa, asumirá el liderazgo en el 2015.
Y ha sido precisamente el canciller ecuatoriano,
Ricardo Patiño, quien hace pocos días dijo en Quito que la CELAC, a la cual no
pertenecen los Estados Unidos ni Canadá, será la sustituta histórica de la muy
cuestionada Organización de Estados Americanos, que tiene su sede en Washington
y ha sido siempre manejada por el imperio yanqui.
Esta Segunda Cumbre en La Habana, en los días del
natalicio 161 de José Martí, recordará también al prócer cubano, que fue sin
dudas, como continuador de Simón Bolívar, el precursor de la CELAC, por su gran
aporte mediante la definición como Nuestra América, del conjunto de naciones
situadas al sur del Río Bravo y hasta la Patagonia, sin la presencia del “Norte
revuelto y brutal que nos desprecia”, como advirtió en sus memorables ensayos
políticos sobre la identidad de nuestros pueblos.
Para Aler – Contacto Sur y desde Radio Habana Cuba,
les habló Pedro Martínez Pírez.
Pedro Martínez Pírez
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