© Collage: La Voz de Rusia
Su
investigación ayudará a encontrar un método para neutralizar los
peligrosos “vagabundos” portadores de la herencia y esto será un aporte
esencial en la lucha contra el cáncer.
Cuando
una célula muere, sus largas moléculas de ADN se quiebran en pequeños
fragmentos bajo la acción de los fermentos. Estas partículas de
portadores de la herencia se introducen en el flujo sanguíneo, lo que
significa que pueden ser trasladados a cualquier punto del cuerpo.
Semejantes ADN “vagabundos” frecuentemente se transforman en células
tumorales y estimulan en el organismo el desarrollo de neoplasias,
aceleran la división de las células cancerosas, según lo establecido por
los especialistas del Centro Científico Médico Genético (CCMG) y del
Instituto de Investigación Científica de la Reanimatología General
(IICRG), ambos en Moscú.
La
conducta de las células cancerígenas es uno de los temas más populares
de la biología actual. La quimioterapia frecuentemente está dirigida,
precisamente, a provocar un estrés oxidativo de las células cancerosas y
de esta manera destruirlas. Sin embargo, frecuentemente el tumor se
resiste a la acción de la quimioterapia. Las células cancerosas resultan
capaces de esto —entre otras cosas— gracias a los ADN “vagabundos”
extracelulares. Los científicos del IIC de reanimatología general y del
CCMG estudiaron la manera en que los ADN externos influyen sobre las
células de los carcinomas del cáncer de pecho. Semejante trabajo se
efectuó con células tumorales por primera vez.
Los
investigadores descubrieron que si un cultivo de células cancerosas se
encuentra en contacto con ADN oxidado, por ejemplo, durante una hora,
pues en este cultivo aparecen una cantidad de células con un genoma
inestable. Con el paso del tiempo tales células “inestable” mueren, lo
que durante la lucha contra un tumor es precisamente lo que el organismo
necesita.
Pero
cuando sobre el cultivo celular acciona un ADN “vagabundo” durante
mucho tiempo, digamos un día completo, entonces las células cancerígenas
comienzan a dividirse aceleradamente en lugar de morir, nos relató la
colaboradora del laboratorio de biología molecular del CCMG de la ACMR,
Anna Alexéeva.
Resulta
que el tumor puede adaptarse a una acción nociva. Esto puede cambiar la
estrategia del tratamiento de graves enfermedades, subraya la
investigadora. Al mismo tiempo es importante comprender que es lo que
precisamente en el ADN externo actúa tan fuertemente sobre las células.
Este
es el tema que está actualmente en elaboración por parte de los
científicos de ambos centros de investigación. El proyecto de
investigación presupone la creación de métodos de neutralizar a las
moléculas de la herencia “vagabundas”, concluye Anna Alexéeva.
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