Los estudiantes del colegio suelen jugar a adivinar qué es lo que
opinan de ellos sus compañeros. Los Estados, incluso en su edad adulta,
disfrutan del mismo juego.
Los investigadores británicos dedujeron, basándose en los resultados
de las encuestas, que China está ganando popularidad en Occidente y
perdiéndola entre los países orientales y economías que están cobrando
fuerza.
Sobre rankings generales y no tanto
En realidad China no fue el único objetivo de los sondeos de opinión
que se han llevado a cabo recientemente, como cada año, por el servicio
GlobeScan. Sin embargo, precisamente para la potencia asiática los
resultados fueron los más impactantes. Hasta tal punto que parte de
ellos fueron publicados en el suplemento de pago del Washington Post,
China Watch. Será para que los estadounidenses se enteren de lo que en
realidad opinan de China.
Antes que nada, sin embargo, habría que fijarse en el propio sondeo
de opinión. Interesa no perderse un detalle importante: a los 24.090
entrevistados de los 22 países nadie les preguntó si les gustaba China,
si la consideraban un país bueno o malo, si eran aficionados a Confucio o
al circo chino, ni nada por el estilo.
La pregunta estaba formulada de otra forma: si calificaban de
positiva o negativa a nivel mundial la influencia de tal o cual país.
Tampoco se estaba preguntando en general, sino en relación al año
pasado, dado que las encuestas suelen ser anuales.
Los habitantes de cada país son libres de sacar sus propias
conclusiones: así, por ejemplo, a alguien le podría parecer interesante
que los residentes de Ghana hayan bajado un 26% su estima hacia el papel
de la Unión Europea. A todo el mundo le podría resultar útil saber que
los europeos, sin mostrar todavía una profunda devoción por Estados
Unidos, han reconocido que su papel a lo largo del año pasado había sido
muy positivo. La popularidad de EEUU por poco se dispara, en Francia el
índice aumentó del 46% al 62%, mientras que en el Reino Unido subió del
38% al 57%.
Curiosamente el comportamiento de Estados Unidos mostrado el año
pasado, a diferencia que en el caso de los europeos, no fue del agrado
de los latinoamericanos, su popularidad en Chile bajó del 62% al 47% y
en Brasil, del 64% al 55%.
Al mismo tiempo, los resultados del estudio fueron englobados también
en un “ranking general” que reúne datos relativos a todos los países
participantes de la encuesta. En las gráficas se perciben con claridad
dos líneas descendientes: la popularidad general de EEUU y la UE, y una
línea ascendiente que es la popularidad de China.
Dado que en la actualidad son los principales, aunque no únicos,
agentes a nivel geopolítico, los resultados del sondeo giran en torno a
dichos países. ¿Cuál sería la exacta interpretación de los gráficos?
No todos están contentos
Para empezar, los chinos reunieron a nivel mundial la mitad de los
votos, aumentando un 6% su popularidad. Lo más sorprendente es que su
prestigio haya crecido considerablemente entre los habitantes del Reino
Unido, del 38% al 67%; de Alemania, del 24% al 42%; y de Estados Unidos,
del 42% al 46%.
Los resultados son comprensibles: la influencia positiva o negativa
que es evaluada es la económica. El mundo está preocupado porque no se
desencadene una nueva oleada de la crisis ni se derrumbe el euro y las
demás divisas. De ahí los motivos de amor hacia China.
Ocurre que el gigante asiático está garantizando la estabilidad de la
economía mundial, incluida la europea. Habrá a quien no le guste su
postura sobre Siria o la historia del disidente ciego Chen Guangcheng.
No obstante, el dinero que en estos momentos significa la supervivencia
tiene mayor importancia.
Las inversiones directas de China en los países de la Unión Europea
llegaron a triplicarse el año pasado, ascendiendo a unos 10.000 millones
de dólares. El proceso, aseguran los expertos, no hizo sino empezar, de
modo que los europeos aguardan con impaciencia que los chinos inviertan
hasta 2020 en las tambaleantes economías del Viejo Mundo hasta 500.000
millones de dólares. Estados Unidos se encuentra en una situación muy
parecida.
Es bien sabido que actualmente el crecimiento económico de China se
está ralentizando, llegando a detectarse ciertas dificultades
económicas. Sin embargo, los índices no tienen ni punto de comparación
con la posible recesión que tiene en jaque a los países europeos.
Todavía más sorprendentes son los resultados del sondeo, subrayados
con especial esmero por el suplemento nacional chino del Washington
Post. Resulta, que el nivel general de popularidad de China está
subiendo, a pesar de un disminuido afecto por parte de sus vecinos
asiáticos, Rusia incluida, y otros países.
Califica de positiva la influencia de China tan sólo un 36% de los
habitantes de Corea del Sur, contra el 47% del año pasado. ¿Será por
cuestiones políticas? Lo mismo ocurre en Rusia y Brasil, donde el
aprecio a Pekín se redujo del 62% al 46% y del 55% al 48%,
respectivamente.
Resulta curiosa la evaluación de los resultados del sondeo que ofrece
China Watch: desde el punto de vista económico China es el constante
rival de sus socios los BRICS, Brasil, Rusia, la India y Sudáfrica. Ni
siquiera le ayuda ser uno de los principales socios comerciales de la
India y Rusia (el aumento hasta 84.000 millones de dólares del volumen
del intercambio comercial fue una completa sorpresa). De modo que se
llega a la conclusión que los BRICS, además de un mecanismo de
interacción política, son una manera de limar las asperezas y ganarse el
apoyo a nivel mundial.
Rusia también figura en los resultados del sondeo llevado a cabo por
GlobeScan, y el nivel general de la actitud positiva hacia nuestro país
se redujo del 34% al 31%. En el marco de los BRICS, en China se tiene a
Rusia en gran estima, el 52% contra el 27% que califican como negativa
la influencia rusa, la India muestra una postura más moderada, el 36%
contra el 21%. El caso de Brasil es más complicado: el 31% de los
encuestados apoyó la evaluación positiva, mientras que el 37%, la
negativa.
Dmitri Kósirev, RIA Novosti
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