El presidente de Siria, Bashar Asad, al intervenir este domingo en
el parlamento, declaró que el país está en el umbral de una guerra real
impuesta por las fuerzas exteriores, comunicaron medios noticiosos.
Asad anunció que Siria sigue abierta para sostener un diálogo
político con todas las fuerzas que estén en contra de la intromisión
extranjera y contra el terrorismo. Al constar que aumenta la actividad
terrorista en el país, dijo: “El terrorismo no tiene justificación,
tampoco merecen connivencia las fuerzas que lo apoyan. Lucharemos
firmemente contra el terrorismo”.
Asad negó que la masacre en Hula, donde murieron más de cien civiles
el 25 y el 26 de mayo pasado, fuese obra de las tropas gubernamentales y
responsabilizó de ese crimen a los islamistas radicales.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su reunión
extraordinaria del 27 de mayo condenó la matanza de los civiles en
Siria. Presidentes de varios países anunciaron que no excluyen la
realización de una operación militar en Siria.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia por su parte declaró que
unos Estados empiezan a utilizar lo ocurrido en Hula como pretexto para
lanzar una operación militar contra Siria e intentan presionar sobre el
Consejo de Seguridad de la ONU para conseguir la aprobación de se plan.
El enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, a
su vez advirtió la víspera que el conflicto civil en Siria puede
transformarse en una “guerra total”.
Desde hace más de un año Siria es escenario de violentos
enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente Asad y la
oposición. Las víctimas mortales de ese conflicto ya exceden 9.000,
según la ONU. Las autoridades dicen que más de 2,5 mil militares y
policías perecieron al luchar contra los grupos armados ilegales.
A mediados de abril pasado, a Siria arribó el primer grupo de
observadores de la ONU que realizan el monitoreo del cese del fuego
proclamado en el marco del plan de arreglo propuesto por Kofi Annan.
A pesar de que en el país rige el armisticio, la oposición y las
autoridades denuncian con regularidad nuevos enfrentamientos armados que
ocasionan víctimas humanas.
Occidente y unos Estados árabes insisten en la destitución del
presidente de Siria, Bashar Asad, acusando a las autoridades sirias de
cometer actos de violencia. La parte siria refuta esas acusaciones.
Afirma que en el país actúan los terroristas y rebeldes apoyados por
unas fuerzas exteriores.
Ria Novosti
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