domingo, 3 de junio de 2012

El presidente de Siria declara que el país está en el umbral de una guerra impuesta desde el exterior

El presidente de Siria,  Bashar Asad, al intervenir este domingo en el parlamento, declaró que el país está en el umbral de una guerra real impuesta por las fuerzas exteriores, comunicaron medios noticiosos.

Asad anunció que Siria sigue abierta para sostener un diálogo político con todas las fuerzas que estén en contra de la intromisión extranjera y contra el terrorismo. Al constar que aumenta la actividad terrorista en el país, dijo: “El terrorismo no tiene justificación, tampoco merecen connivencia las fuerzas que lo apoyan.  Lucharemos firmemente contra el terrorismo”.

Asad  negó que la masacre en Hula, donde murieron más de cien civiles el 25 y el 26 de mayo pasado, fuese obra de las tropas gubernamentales y responsabilizó de ese crimen a los islamistas radicales.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su reunión extraordinaria del 27 de mayo condenó la matanza de los civiles en Siria. Presidentes de varios países anunciaron que no excluyen la realización de una operación militar en Siria.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia por su parte declaró que unos Estados empiezan a utilizar lo ocurrido en Hula como pretexto para lanzar una operación militar contra Siria e intentan presionar sobre el Consejo de Seguridad de la ONU para conseguir la aprobación de se plan.

El enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan,  a su vez advirtió la víspera que el conflicto civil en Siria puede transformarse en una “guerra total”.

Desde hace más de un año Siria es escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente Asad y la oposición. Las víctimas mortales de ese conflicto ya exceden 9.000, según la ONU. Las autoridades dicen que más de 2,5 mil militares y policías perecieron al luchar contra los grupos armados ilegales.

A mediados de abril pasado, a Siria arribó el primer grupo de observadores de la ONU que realizan el monitoreo del cese del fuego proclamado en el marco del plan de arreglo propuesto por Kofi Annan.

A pesar de que en el país rige el armisticio, la oposición y las autoridades denuncian con regularidad nuevos enfrentamientos armados que ocasionan víctimas humanas.

Occidente y unos Estados árabes insisten en la destitución del  presidente de Siria, Bashar Asad, acusando a las autoridades sirias de cometer actos de violencia. La parte siria refuta esas acusaciones. Afirma que en el país actúan los terroristas y rebeldes apoyados por unas fuerzas exteriores.
 
Ria Novosti

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