La Embajada norteamericana en Caracas,
ubicada a un lado de Colinas de Valle Arriba, por encima de Las Mercedes, es un
edificio moderno de 5 pisos, donde se acomodan las agencias norteamericanas,
con funciones plenamente definidas para revertir el proceso bolivariano en
Venezuela. Muchos entran y salen de la enorme edificación situada en la Calle F
con Calle Suapure, Urb. Colinas de Valle Arriba. Unos, simplemente, van a
realizar trámites migratorios y otras consultas. Otros, los menos, arriban para
entrevistarse con los diferentes oficiales de la CIA, la DIA, el FBI o alguna
otra agencia de espionaje con tapadera como la USAID y otras ONGs.
Está claro que éstas no son simples
visitas de cortesía y el protocolo no es la cuestión fundamental en esos
encuentros. Lo fortuito tampoco existe. Otros encuentros se realizan fuera de
la embajada, en lugares públicos o alejados del ojo avizor de los servicios de
contrainteligencia bolivarianos.
Muchos de los visitantes, devenidos
ahora en agentes activos de estas agencias, particularmente de la CIA, han
recorrido un largo proceso para su aceptación como tales. Procesos iniciados
algunas veces en la misma Venezuela, otras en viajes furtivos a Estados Unidos
o alguna nación como Panamá, Colombia, México, Chile o en la lejana Europa. Otros
han sido reclutados en universidades o de la masa de buscavidas que se oponen
al proceso revolucionario.
La CIA acumula vasta experiencia en el
reclutamiento de su agentura y ha establecido procedimientos estándares
empleados tras largas décadas, perfeccionados en los últimos años con la
apoyatura de los avances tecnológicos.
La primera fase del proceso de
reclutamiento no se inicia en el primer encuentro entre el Oficial de Caso y su
futuro candidato a espía. Primero que todo, el proceso se inicia en Langley, la
sede central de la Agencia, en donde se elaboran los planes y se definen los
propósitos a alcanzar en la guerra sucia contra Venezuela. Cuando ya todo esto
está establecido, los oficiales se encargan de buscar al personal potencialmente
indicado para ejecutarlos.
Proceso de planificación:
Concebir la guerra sucia de la CIA
hacia Venezuela, de manera simplista, es un error. La misma presupone el empleo
de un complejo sistema de acciones económicas, políticas y sociales, cuyo
objetivo final, sí es uno: destruir a la Revolución Bolivariana. Por ello, en la
planeación y dirección de esta guerra intervienen grupos multidisciplinarios, cuya actividad de los mismos abarca acciones
tan complicadas como la guerra mediática, el sabotaje económico, acciones
violentas, maniobras políticas, generación de conflictos internos y externos,
subversión, exacerbación del nacionalismo o contradicciones inter étnicas,
guerra sicológica, sabotajes, generación de confusión y desaliento, labor de
zapa, compra de voluntades, labores de comprometimiento de cuadros políticos,
sonsacamiento, etc.
Este grupo se encarga igualmente de preparar escenarios alternativos
desestabilizadores, seleccionando adecuadamente a sus protagonistas sociales e
individuales para ser empleado en cada caso. También analiza, para cada
escenario, los factores ajenos a Venezuela que pueden ser usados,
coyunturalmente, tanto como aliados o como facilitadores de sus planes
desestabilizadores. Una amplia gama de oficiales y analistas, encargados en la
promoción de campañas de marketing mediático, sobre todo cuando se cuenta con
la alianza de importantes medios de comunicación dentro y fuera de Venezuela, entran en acción.
El involucrar a Venezuela con el terrorismo, el narcotráfico, la trata de
personas y de armas, es parte de este marketing debidamente estructurado. El propósito es convertir un mentira, mil veces repetida, en una verdad supuestamente creíble.
Esto debe partir, a pesar de todo, de
un pormenorizado estudio situacional que permita descubrir fortalezas y
debilidades, oportunidades y limitaciones para la implementación de los planes.
Es esencial, por ende, conocer al detalle no solo a las fuerzas políticas
alineadas a la Revolución, sus coincidencias y discrepancias, así como
establecer perfiles de cada uno de sus entes movilizadores. La CIA presta, por
ende, especial atención a cada dirigente bolivariano, a sus características
personales y nivel de compromiso; asimismo a sus propias particularidades
personales, roles, potencialidades, niveles de influencia y liderazgo, así como
a sus propios rasgos temperamentales y de personalidad, tales como nivel de
socialización, habilidades comunicativas y defectos individuales. No quedan
exentos los estudios grupales, la caracterización de las fuerzas sociales como
sindicatos, etnias, movimientos estudiantiles, comunidades, estableciendo la
dinámica política dentro de las mismas, aspiraciones económicas y necesidades
inmediatas; papel preponderante se da a la caracterización de los líderes de
estos movimientos, sus anhelos personales, su nivel de compromiso y sus
vulnerabilidades.
Otro marco ideal para la CIA es la
detección de personas que no hayan tenido una marcada relevancia política y que
pueden ser factibles de infiltrar diferentes estamentos para realizar labores de
búsqueda de información. De ser personas conocidas, cuyo desempeño se haya
desarrollado en actividades políticas y militares de oposición militante, sus
conocimientos pueden ser empleados, más que para tareas de infiltración, en
tareas de capacitación, asesoría y reclutamiento. En muchos casos se comvierten en ejecutores de planes violentos tras bambalinas.
La CIA también cuenta con una vasta
lista de mercenarios o soldados de la fortuna que pueden tener larga
experiencia en conflictos bélicos, técnicas de subversión, manejo de
explosivos, sabotajes, secuestros y otras acciones de corte violento. Mucho
material humano puede ser reclutado en la vecina Colombia, en Estados Unidos,
en desertores de las FF AA y en participantes en recientes conflictos bélicos
en Irak, Afganistán, Kosovo y otras naciones.
Hay que tener claro, que las actividades de la CIA se realizan
mediante personas. Independientemente de la sofisticada tecnología que emplea, por
lo que la calidad y motivación de las personas se convierten en un atractivo para la misma. La clave del éxito
de un espía para cualquier servicio son la motivación, eficacia en el desempeño, así como un conjunto de capacidades
y habilidades cruciales en el mundo del espionaje, tales como capacidad de
desdoblamiento, dotes histriónicas, memoria prodigiosa, habilidad de sonsacar, don
de gentes, carisma, y, sobre todo, compromiso. Eso busca la CIA en las gentes y lo trata de explotar con eficacia.
Las etapas previas al reclutamiento
del agente son diversas y complejas, iniciándose, como ya señalamos, en la
planeación de las tareas, el proceso de selección, estudios de perfiles de los
candidatos, evaluación de las formas más idóneas para el reclutamiento de cada
uno, –lo que obviamente varía en cada caso particular-, y, por último, la fase
de acercamiento al candidato, teniendo en cuentas las vías posibles y las más
eficaces para su socialización con el mismo.
Este proceso, basado en una lógica
bien diseñada, cumple los siguientes pasos:
a. Localizar al agente potencial y
establecer un amplio perfil del mismo.
b. Establecer su correspondencia con las tareas a realizar.
c. Investigación inicial de los
antecedentes del agente. Caracterización y definición de perfil.
d. Acercamiento y reclutamiento.
e. Asignación de tareas.
f. Adiestramiento del agente.
g. Desarrollo de una
supuesta identidad o leyendamiento de la propia identidad.
h. Control del desempeño y
evaluación.
i. Asignación de nuevas tareas o
eliminación de compromisos.
Como señalamos en un principio, la
embajada norteamericana en Caracas cuenta con un vasto grupo de oficiales
experimentados para el cumplimiento de estas misiones y la conformación de los
grupos de tareas (Task Forces) es permanente en correspondencia a cómo se conformen los planes, tanto de la CIA, la DIA, la DEA o del FBI. Cada una de las secciones de la misma actúa con
oficiales operativos con pleno dominio de los planes, abultados presupuestos, analistas
de profiles, métodos y formas específicas de sonsacamiento, comprometimiento y
reclutamiento. Mucha de esta actividad se realiza en el exterior, siguiendo los
mismos estándares del proceso de captación, aunque con mayores libertades e
impunidad.
La gran masa de potenciales agentes
pueden ser detectados entre las llamadas
fuerzas amistosas (grupos de exiliados como UnoAmérica, ORVEX, VEPPEX y otras
organizaciones radicadas fundamentalmente en La Florida; fuerzas no amistosas
cuyas personas pueden ser susceptibles de ser reclutadas mediante amenazas,
chantajes, comprometimiento,
colaboración forzada, etc.; organizaciones
no gubernamentales (ONGs), que sirven de tapadera a labores de inteligencia,
subversión y otras misiones desestabilizadoras, cuyo financiamiento depende principalmente
de la manera en que cumplan las tareas asignadas; medios de comunicación y
periodistas, cuyo trabajo principal está dirigido al trabajo mediático, a la
distorsión de la realidad, a la satanización del proceso bolivariano y su líder
principal, a la especulación morbosa, a las campañas engañosas encaminadas a
desacreditar los avances sociales y, particularmente, a falsear la realidad de
los derechos humanos en Venezuela.
Los potenciales agentes pueden ser
encontrados en profesionales de vasta experiencia desligados de compromisos con
otras agencias o cedidos por las mismas en forma de colaboración, así como un
pequeño de grupo de colaboradores que, por libre albedrío, se ofrecen
voluntariamente. Estos son los más analizados por parte de la CIA, temiendo la
penetración de agentes dobles.
En Venezuela, de manera particular, y
como analizaremos en los próximos comentarios, el reclutamiento de agentes
tiene un matiz muy peculiar en el caso de los programas de intercambio
académico, lo que le permite a la Agencia estudiar con particular detenimiento
a sus potenciales agentes en su propio terreno, el territorio norteamericano. Uno de estos casos son los
programas Fulbright, Hubert H. Humphrey, el Institutos de Verano para
Profesores Universitarios, los Institutos de Verano para Profesores de Secundaria,
el Institutos de Verano para Líderes Estudiantes, Líderes Internacionales en
Programas De Educación (ILEP), American Corner, Ingles Intensivo para Estudiantes de Pre-grado,
Programa de Visitantes Internacionales, programa de Conferencistas y
Especialistas de los EE.UU., así como otros
programas alternativos relacionados con la
sociedad civil, el desarrollo de las ONGs, la educación cívica, el desarrollo
de los medios de comunicación, la capacitación judicial, los derechos de
propiedad intelectual y la administración pública.
Dentro de estos programas sobresale el
de los Jóvenes Embajadores, a quienes se traslada a los EE UU en forma gratuita
para realizar “intercambios” con altos funcionarios de Washington. Por
supuesto, en la selección de los jóvenes se tiene en cuenta sus facultades de
liderato y otras potencialidades que, posteriormente, serán debidamente explotadas
por sus promotores. Los seleccionados son generalmente
pertenecientes a la organización Compañeros de Venezuela.
Un papel destacado lo cumplen en estas
tareas de inteligencia las Oficina de Asuntos Públicos, la Oficina de Prensa y Cultura y los
funcionarios militares y de las agencias de inteligencia, las que operan dentro de la embajada con
diferentes fachadas. La Oficina de Prensa y Cultura actúa como punto focal del
acercamiento a los principales representantes del mundo de la cultura y de los
medios de comunicación, orientándoles a sus reclutados las principales misiones
subversivas a desarrollar en correspondencia con el dinámico comportamiento del
contexto político. Esta oficina se encarga, precisamente, de la selección de
quiénes pueden ser reclutados en el
marco de los programas de intercambio y dentro de la prensa y la cultura
venezolana.
Otras agencias dentro de la Embajada
administran las diversas partidas secretas del CIA y el Pentágono, muchas veces
disfrazadas como ayuda a las ONGs, para financiar la labor subversiva dentro de
Venezuela. Son realmente cifras millonarias a repartir a través de la USAID, la
NED, el IRI, el NDI, Freedom House y otras ONGs asentadas en el país y
cuya finalidad es, a la larga, destruir a la Revolución Bolivariana.
Actualmente,
un papel relevante en la conformación del trabajo subversivo en Venezuela lo
desempeña nada menos que James Derham, asignado en Caracas en octubre de 2011, como Encargado de Negocios.
Su larga hoja de servicios en tareas de espionaje como Cónsul en la Habana,
Ciudad Juárez y Sao Pablo, luego como ministro consejero en Lisboa y jefe de proyecto de la USAID en
Kosovo. Ya en el 2005 fue embajador en Guatemala hasta el 2008, pasando a ocupar
otros cargos dentro del Departamento de Estado y en otras misiones diplomáticas
en Ciudad de México, Brasilia y Río de Janeiro. Sus vínculos con la USAID
lo evidencian, desde hace algunos años como un hombre relacionado estrechamente
con la CIA. Hay quien comenta que estos
vínculos fueron establecidos, como es típico de la Agencia, desde que Derham
realizó estudios en la Universidad de Fordham y maestrías en Harvard y en la Universidad George
Washington.
El señor James Derham es un artífice de las relaciones humanas
y no pierde el tiempo para hacer amigos, a los que potencialmente puede
reclutar o, al menos, emplear mediáticamente en su labor desestabilizadora en
Venezuela. El pasado 30 de mayo se fue hasta Baruta con la finalidad de hacerse
notar ante la clase magistral ofrecida por el jugador venezolano de la NBA, Greivis Vásquez,
y la ex jugadora estadounidense del baloncesto femenino Nykesha Sales, en el
polideportivo Rafael Vidal, de La Trinidad, en Caracas. Allí Derham no solo hizo
acto de presencia, sino evaluó sobre el terreno, típico de él, la situación
preelectoral y el estado de opinión de los presentes.
El 22 de mayo, Derham participó en una reunión en la sede del Ministerio del
Poder Popular para Transporte Acuático y Aéreo, en Caracas, junto a representantes
de compañías aéreas estadounidenses como Delta Airlines, American Airlines,
Federal Express y United Airlines, junto a funcionarios del gobierno
venezolano. Allí se aseguró que en
Venezuela las operaciones aeroportuarias son seguras y confiables. Pero Derham
realizó también sus estudios de perfil de los funcionarios venezolanos
asistentes y envió un informe respectivo a la CIA y al Departamento de Estado.
Otras de sus visitas de evaluación sobre el terreno
la realizó recientemente James Derham al alcalde del municipio Libertador,
Léster Rodríguez, aprovechando el XX
Aniversario del Centro Venezolano Americano de Mérida (Cevam). Allí evaluó, “in
situ”, las posibilidades de realizar intercambios permanentes con las
autoridades de este municipio.
Asimismo, Derham agradeció la posibilidad
de poder intercambiar con las autoridades de la Universidad de Los Andes y
todos los factores políticos y sociales de la zona. Sin ambages, James Derham, destacó
que el diálogo “resultó muy productivo cultural, social y políticamente.”
La cargada agenda de Derham lo llevará el próximo
19 de junio nada menos que ante FEDECAMARAS, donde se realizará el seminario “OPORTUNIDADES DE
INVERSION E IMPACTO PARA VENEZUELA: “Tratado de Libre Comercio Colombia –
Estados Unidos”. Allí, con la flor y nata de la oligarquía anti bolivariana,
analizarán cómo impactará el TLC entre EE UU y Colombia en Venezuela. Servirá
para que Derham evalúe con muchos de los presentes las futuras acciones pre-electorales
de la derecha venezolana. Esa es su misión como espía y sabe cumplirla.
(Continuará)
Percy Francisco Alvarado Godoy.
Sr.Alvarado,impresionante artículo...muchas gracias y lo comparto en mi blog...¿podría saber cual es la fuente de información?
ResponderEliminar¡¡Salud y gracias de nuevo!!
Como es posible que se pueda saber toda esa información de La Agencia de Inteligencia de la CIA de los EE.UU,si es tan secreta?
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