domingo, 12 de agosto de 2012

Elecciones en USA: La caverna contra todo lo demás

Lázaro Fariñas
Bueno, para las elecciones presidenciales de noviembre en los Estados Unidos, se acaba de cerrar el círculo. El candidato a la presidencia por el partido Republicano, Mitt Romney, por fin dio a conocer el nombre del hombre que lo acompañará en la boleta electoral como candidato a la vicepresidencia del país. Se barajaban muchos nombres, y como en un concurso de belleza, ya había hasta finalistas. Al igual que en las elecciones del 2008, el candidato republicano sorprendió a sus simpatizantes al escoger a la persona que escogió. En aquella ocasión, el aspirante McCain recorrió todo el mapa de la nación con un dedo para aterrizar en Alaska y llevarse de allí a la gobernadora de aquel estado que más bruta, ignorante y arribista no podía ser. Todos recordamos a la famosa Sarah Palin, aquella mujer que más daño no le pudo hacer a la campaña del republicano, y quien se convirtió en el hazme reír de la opinión pública norteamericana y llenó los libretos de los programas humorísticos de la televisión nacional. Cuando la anunció como su compañera de boleta, McCain no tenía la menor idea del grado de ignorancia de aquella mujer y el equipo de campaña del mismo no podía ni imaginarse el nivel de soberbia del cual ella era capaz. No voy a afirmar que McCain perdió única y exclusivamente por haberla elegido como su compañera de fórmula, pero si puedo decir que mucho ayudó en su derrota. Se supone que los candidatos a la presidencia busquen para la vicepresidencia a alguien que le pueda servir de impulsor y no de ancla, alguien que empuje hacia adelante y no alguien que hale hacia atrás. La Palin le sirvió a McCain de ancla y además lo empujó hacia atrás.
 
Ahora que Mitt Romney escogió su vice, habrá que preguntarse si este lo ayudará o lo perjudicará en las elecciones. El escogido es el representante republicano por el Estado de Wisconsin, Paul Ryan, un hombre que hace 14 años que está en la Cámara de Representantes y quien, hasta este momento, ha estado ocupando el cargo de presidente de la comisión de presupuesto de dicha Cámara. Un hombre extremadamente de derecha, tan de derecha, que cuenta con el apoyo del famoso Tea Party, esta nueva agrupación que ha surgido en los Estados Unidos que reúne a los elementos más ultra conservadores y derechistas de la nación.

Tan derechista es este caballero escogido por Romney para su compañero de boleta, que una de las propuestas que tiene es prácticamente eliminar el programa de salud vigente para las personas mayores de 65 años que es conocido como Medicare, y además privatizar el programa de Seguro Social, enviando el mismo a los avatares de Wall Street, o sea, a la bolsa de valores. Solamente de pensar que cualquiera de esos dos programas pudiera ser alterado, pone los pelos de punta a cualquier ciudadano que esté recibiendo esos pequeños beneficios sociales que el sistema actual le concede, o a aquellos que en el futuro los recibirán. Privatizar el programa de Medicare o el del Seguro Social sería el peor desastre social que pudiera ocurrir en esta nación. Ninguno de los dos programas los da el estado de gratis a los ciudadanos. Para recibir ambos hay que haber contribuido a los mismos durante años de trabajo, e incluso, para poder recibir el Medicare el beneficiado tiene que seguir pagando una cuota mensual de alrededor de $100.00. Lo que sí hace el estado, en un alarde de misericordia suprema con la persona que contribuyó durante decenas de años, es subsidiarlo, ya que son impagables las facturas que reciben los pacientes después de haber sido atendidos en un hospital o de haber sido atendidos por un especialista en su consulta.

El nominado para la vicepresidencia por los republicanos fue electo por primera vez al Congreso a la edad de 28 años en 1998 y en sus primeros años en el Congreso votó a favor de todas las legislaciones que llevaron a este país a sumergirse en un tremendo déficit presupuestario, como las dos guerras de Bush, el recorte de los impuestos a los más ricos y el rescate de la banca.

Al haber escogido a esta figura del Tea Party para la vicepresidencia, Mitt Romney ha llevado al partido Republicano a la extrema derecha del panorama político de este país. Creo que esto beneficia a Barack Obama y al partido Demócrata, ya que el centro y los sectores más liberales de la nación, aunque estén muy disgustados con el presidente por no haber llevado a cabo la obra de gobierno que prometió, no les va a quedar más remedio que volver a votar por Obama, so pena que de que el Tea Party y los elementos más reaccionarios del país se apoderen de la Casa Blanca y todos tengamos que decir apaga y vamos.

*Lázaro Fariñas periodista cubano residente en los EE.UU.

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