La ONG Human Rights Watch ha denunciado este martes, en el décimo
aniversario de la invasión estadounidense de Irak, la permisividad y la
complicidad de Estados Unidos en los abusos cometidos por las fuerzas
iraquíes durante la guerra y la ocupación, así como la impunidad de la
que gozan los responsables de tales actos.
"El legado estadounidense en Irak refleja los abusos cometidos con
impunidad por las fuerzas americanas e iraquíes durante la ocupación
liderada por Estados Unidos", ha declarado la directora para Oriente
Próximo de HRW, Sarah Leah Whitson. "Los abusos puestos en marcha hace
diez años por los 'memorándums de tortura' de la administración Bush (el
expresidente estaddounidense George W. Bush) y las brutales políticas
de detención que les siguieron, facilitaron la creación en Irak de un
sistema que todavía hoy no quiere, o no puede, garantizar la justicia a
sus ciudadanos", ha añadido.
A principios de este mes, ha aparecido informaciones nuevas que
revelan que el Gobierno estadounidense está llevando a cabo una política
de compromiso con las fuerzas de seguridad iraquíes, acusadas de
cometer torturas y otro tipo de abusos, con poca o ninguna consideración
a la hora de exigir responsabilidades por tales actos.
AUMENTO GRADUAL DEL APOYO
Un reportaje publicado por 'The Wall Street Journal' aseguró que la
CIA está "aumentando gradualmente el apoyo" al Servicio de
Contraterrorismo Iraquí (SCI) para "combatir mejor contra los afiliados
de Al Qaeda".
"El SCI, a pesar de estar acusado de cometer graves abusos contra los
detenidos, ha colaborado estrechamente con las fuerzas especiales de
Estados Unidos antes de la retirada de las tropas estadounidenses en
2011", ha afirmado Whitson. "De ser cierto, el reportaje sobre el apoyo
de Estados Unidos al SCI subraya el fracaso estadounidense a la hora de
abordar los supuestos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad
iraquíes", ha continuado.
En 2011, HRW informó sobre los abusos cometidos por parte del SCI a
antiguos detenidos que permanecieron retenidos en cárceles secretas, y
donde fueron víctimas de tortura y otro tipo de abusos, entre los que se
incluyen las palizas, las descargas eléctricas en los genitales y otras
partes del cuerpo, las asfixias parciales con bolsas de plástico y la
suspensión de los detenidos por los tobillos.
Según la ONG, las autoridades de Estados Unidos deberían hacer
pública la naturaleza de la colaboración estadounidense, tanto militar
como de inteligencia, con el SCI y con otras fuerzas de seguridad
iraquíes, que supuestamente han cometido graves abusos pero que no han
asumido la responsabilidad de sus actos.
Asimismo, Estados Unidos debería también llevar a cabo
investigaciones públicas sobre las acusaciones de complicidad del
personal del Ejército norteamericano y de las fuerzas de la coalición
con las fuerzas de seguridad iraquíes en las torturas y en los otros
tipos de abusos cometidos durante la ocupación, y procesar a los
responsables, incluyendo a los altos cargos.
HRW considera que el país norteamericano debería destinar ayuda en
el futuro para asegurar que el Gobierno iraquí respeta los Derechos
Humanos enunciados en la Ley Leahy, que prohíbe la asistencia militar
estadounidense a las unidades militares extranjeras que violen los
Derechos Humanos con impunidad.
"El fracaso de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos a la hora
de investigar las numerosas acusaciones de abusos cometidos por las
fuerzas estadounidenses e iraquíes, ha asentado un repugnante precedente
y ha ayudado a arraigar una cultura de la impunidad como una de las
características principales del legado de Estados Unidos en Irak", ha
manifestado la director para Oriente Próximo de HRW.
"Ya sea porque los fracasos de Estados Unidos se deban a una
ignorancia obstinada o a un deliberado deseo de cubrir su papel, lo
cierto es, que diez años después, el pueblo de Irak se merece algo mejor
por parte de Estados Unidos", ha concluido Whitson.
Tomado de http://www.expansion.com
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