A casi una semana
de la presentación por Cuba, en la ONU, del proyecto de resolución contra el
bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, se produjo en
Panamá la declaración de la Cumbre Iberoamericana que renovó sus críticas a
Washington y su solidaridad con la Mayor de las Antillas.
Tal vez fue esa
declaración contra el bloqueo yanqui, junto al apoyo a la Argentina en el tema
de las Islas Malvinas y el reconocimiento de la importancia de las
conversaciones en La Habana para la paz en Colombia, lo más trascendente de la
Vigésima Tercera Cumbre Iberoamericana, a la cual asistieron apenas la mitad de
los presidentes o Jefes de Estado de sus 22 integrantes de América Latina y
Europa.
La Cumbre de
Panamá, a la cual no asistieron ni el Rey de España ni los presidentes de
Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela,
Nicaragua, Guatemala y Cuba, transcurrió con más penas que glorias, y se
proyectó hacia su próxima sede en México, cuando estas reuniones dejarán de ser
anuales para celebrarse cada dos años, en vista de que han surgido en América
Latina nuevas organizaciones a tono con las realidades actuales de la región.
Las Cumbres
Iberoamericanas se iniciaron en 1991 en México y constituyeron el primer foro
que incluyó a Cuba y excluyó a Estados Unidos, lo cual, para la época,
constituyó un verdadero acontecimiento integracionista, muy bien acogido en
Nuestra América.
Pero la crisis
económica de España y Portugal y la creación y el fortalecimiento de
instituciones latinoamericanas y caribeñas, poseedoras de mecanismos propios y
autónomos de comunicación con Europa, ha relegado a un segundo plano a las
Cumbres Iberoamericanas, a lo cual se agrega el bajo poder de convocatoria del
gobierno de Panamá, sede de la última reunión.
México tendrá
ahora, como lo tuvo en su surgimiento, hace 22 años, el desafío de relanzar
estas Cumbres y darles el sentido que reclaman los cambios operados en América
Latina y el Caribe, donde ha descendido notablemente el prestigio y el
protagonismo de Washington y Madrid.
Para ALER –
CONTACTO SUR les habló desde Radio Habana Cuba el periodista Pedro Martínez
Pírez.
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