Cadáver del embajador USA en Libia |
Un extraficante de armas de la CIA ha expuesto el
encubrimiento de Benghazi como una operación del Departamento de Estado
para proporcionar armas de alta tecnología y última generación
directamente al grupo terrorista Al Qaeda.
William Robert “Tosh” Plumlee fue un denunciante clave en el caso Irán/Contra y expuso un encubrimiento en el que la CIA estaba facilitando transacciones en las cuales armas eran intercambiadas por drogas en apoyo al esfuerzo Irán/Contra en Nicaragua y Costa Rica.
Según Plumlee, la muerte de J. Christopher Stevens, embajador estadounidense en Libia, en el ataque del 11 de septiembre 2012 en el consulado de Benghazi, fue para silenciar al embajador quien se dio cuenta de los envíos ilegales de armas militares estadounidenses que iban directamente a Al Qaeda.
Plumlee alega que la CIA estaba traficando armas incautadas en almacenes de Libia y las enviaban a mercenarios en Siria aún antes del ataque de Benghazi en 2012.
El embajador Stevens le había preguntado al Departamento de Estado qué debía hacer con los envíos de armas y se le dijo, "Desista". Plumlee afirma que su información proviene de una fuente de alto nivel de las Naciones Unidas, entre otras.
Durante el ataque, a las fuerzas especiales de Estados Unidos que estaban lo suficientemente cerca para suministrar apoyo al embajador y a otros tres estadounidenses en el consulado de Benghazi se les ordenó retirarse por 6 horas.
William Robert “Tosh” Plumlee fue un denunciante clave en el caso Irán/Contra y expuso un encubrimiento en el que la CIA estaba facilitando transacciones en las cuales armas eran intercambiadas por drogas en apoyo al esfuerzo Irán/Contra en Nicaragua y Costa Rica.
Según Plumlee, la muerte de J. Christopher Stevens, embajador estadounidense en Libia, en el ataque del 11 de septiembre 2012 en el consulado de Benghazi, fue para silenciar al embajador quien se dio cuenta de los envíos ilegales de armas militares estadounidenses que iban directamente a Al Qaeda.
Plumlee alega que la CIA estaba traficando armas incautadas en almacenes de Libia y las enviaban a mercenarios en Siria aún antes del ataque de Benghazi en 2012.
El embajador Stevens le había preguntado al Departamento de Estado qué debía hacer con los envíos de armas y se le dijo, "Desista". Plumlee afirma que su información proviene de una fuente de alto nivel de las Naciones Unidas, entre otras.
Durante el ataque, a las fuerzas especiales de Estados Unidos que estaban lo suficientemente cerca para suministrar apoyo al embajador y a otros tres estadounidenses en el consulado de Benghazi se les ordenó retirarse por 6 horas.
Por: Oakdaleleader
Traducción por Ivana Cardinale para el Correo del Orinoco
Tomado de Aporrea
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