El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, descartó hoy
negociaciones con grupos extremistas y llamó a concienciar sobre el
peligro que representan para la estabilidad de toda la región del Medio
Oriente y el norte de Africa.
Lavrov afirmó en entrevista exclusiva al canal internacional Russia
Today que la posición de no negociar con los extremistas y radicales
parte de una convicción no solo del gobierno ruso sino de Estados
Unidos.
No podemos negociar con esa gente, que se está acercando a Al Qaeda, dijo enfático el canciller al precisar que el diálogo solo sería posible con aquellos sectores que optaron por una Siria soberana, íntegra territorialmente, secular, multiétnica y multiconfesional.
Señaló que muchos de los que combaten en Siria lo hacen en favor de los islamistas radicales, procedentes incluso de varios estados europeos.
Comentó Lavrov que la verdad y la toma de conciencia sobre el peligro de los grupos radicales cobra fuerza y ello se puso de manifiesto en la reciente reunión celebrada con su par estadounidense, John Kerry, apuntó.
El jefe de la diplomacia rusa consideró en ese sentido crucial que la conferencia sobre la paz en Siria, programada para noviembre en Ginebra, cuente con una conjugación adecuada de los sectores de oposición de ese país árabe.
La evolución de la situación y la propia vida en Siria han mostrado claramente cómo los extremistas intentan ocupar toda esa vasta región, mientras que a las personas que hicieron una interpretación distinta de los acontecimientos le era muy difícil admitir su error, observó Lavrov.
Se refirió así el canciller a la posición mantenida por algunos socios occidentales dentro del llamado Grupo de Amigos de Siria, muchos de los cuales, sobre todo Francia y Reino Unido, apostaron por armar y financiar a los subversivos.
El jefe de la diplomacia rusa instó de nuevo a las fuerzas que tienen influencia sobre la oposición siria a dejar de socavar los esfuerzos enfilados a la convocatoria de la segunda conferencia en Ginebra.
Rusia, según Lavrov, confía en que pronto se logrará dar los pasos iniciales para convocar a la cita, acordada a mediados de septiembre, luego de rondas adicionales de conversaciones entre el canciller ruso y su par estadounidense, en la ciudad suiza.
El tema centra las actuales pláticas entre el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y el enviado especial para Siria, Lajdar Brahimi, detalló la fuente.
Afirmó el ministro que son los sirios, a partir de un consenso nacional, quienes deben ponerse de acuerdo en cómo cumplir el comunicado de Ginebra, adoptado el 30 de junio de 2012, de cara a un arreglo político del conflicto y el futuro institucional del país.
Sobre el particular, Lavrov indicó que la Coalición Nacional de fuerzas opositoras no ha presentado su programa, y en ello está uno de los obstáculos para resolver la crisis mediante el diálogo, agregó.
Ayer el canciller ruso declaró que el gobierno de Damasco colabora intachablemente con los inspectores internacionales en el proceso de desarme químico del país.
No podemos negociar con esa gente, que se está acercando a Al Qaeda, dijo enfático el canciller al precisar que el diálogo solo sería posible con aquellos sectores que optaron por una Siria soberana, íntegra territorialmente, secular, multiétnica y multiconfesional.
Señaló que muchos de los que combaten en Siria lo hacen en favor de los islamistas radicales, procedentes incluso de varios estados europeos.
Comentó Lavrov que la verdad y la toma de conciencia sobre el peligro de los grupos radicales cobra fuerza y ello se puso de manifiesto en la reciente reunión celebrada con su par estadounidense, John Kerry, apuntó.
El jefe de la diplomacia rusa consideró en ese sentido crucial que la conferencia sobre la paz en Siria, programada para noviembre en Ginebra, cuente con una conjugación adecuada de los sectores de oposición de ese país árabe.
La evolución de la situación y la propia vida en Siria han mostrado claramente cómo los extremistas intentan ocupar toda esa vasta región, mientras que a las personas que hicieron una interpretación distinta de los acontecimientos le era muy difícil admitir su error, observó Lavrov.
Se refirió así el canciller a la posición mantenida por algunos socios occidentales dentro del llamado Grupo de Amigos de Siria, muchos de los cuales, sobre todo Francia y Reino Unido, apostaron por armar y financiar a los subversivos.
El jefe de la diplomacia rusa instó de nuevo a las fuerzas que tienen influencia sobre la oposición siria a dejar de socavar los esfuerzos enfilados a la convocatoria de la segunda conferencia en Ginebra.
Rusia, según Lavrov, confía en que pronto se logrará dar los pasos iniciales para convocar a la cita, acordada a mediados de septiembre, luego de rondas adicionales de conversaciones entre el canciller ruso y su par estadounidense, en la ciudad suiza.
El tema centra las actuales pláticas entre el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y el enviado especial para Siria, Lajdar Brahimi, detalló la fuente.
Afirmó el ministro que son los sirios, a partir de un consenso nacional, quienes deben ponerse de acuerdo en cómo cumplir el comunicado de Ginebra, adoptado el 30 de junio de 2012, de cara a un arreglo político del conflicto y el futuro institucional del país.
Sobre el particular, Lavrov indicó que la Coalición Nacional de fuerzas opositoras no ha presentado su programa, y en ello está uno de los obstáculos para resolver la crisis mediante el diálogo, agregó.
Ayer el canciller ruso declaró que el gobierno de Damasco colabora intachablemente con los inspectores internacionales en el proceso de desarme químico del país.
Prensa Latina
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