Por su interés, vuelvo a retomar un artículo de mi autoría, así como otras notas e informaciones aparecidas en Diario Digital (http://www.diarioreddigital.cl), con el título "La Fundada Hipótesis del Asesinato de Chávez".
He aquí la nota en cuestión:
Dos horas
antes de la muerte del Presidente Hugo Chávez, el vicepresidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que el cáncer que finalmente
ocasionó el deceso del mandatario habría sido sembrado por sus "enemigos
históricos", entre los que nombró a Estados Unidos y la oligarquía
local."Una enfermedad que lo atacó, y lo atacó, nosotros no tenemos
ninguna duda, y llegará el momento indicado en que se pueda conformar
una comisión científica, con el fin de determinar que el comandante
Chávez fue atacado por esta enfermedad". Y agregó: "Nosotros no tenemos
ninguna duda que los enemigos históricos de nuestra patria buscaron el
punto para dañar la salud de nuestro Comandante. En su momento histórico
lo diremos, ya tenemos bastantes pistas sobre este tema. Es un tema muy
serio desde el punto de vista histórico que tendrá que ser investigado
por una comisión especial de científicos". A continuación, una serie de
antecedentes que certifican esa hipótesis, que al menos en Chile,
presenta nutrida evidencia.
Cáncer Inducido, ¿un Arma de la CIA?
Percy Francisco Alvarado Godoy (*)
Las
operaciones secretas de la CIA mantienen una dirección permanente e
invariable, orientadas lo mismo contra personalidades políticas
específicas que desafían el hegemonismo imperial norteamericano, a los
que se trata de eliminar físicamente, así como contra naciones enteras
que sufren las criminales consecuencias de guerras prefabricadas,
agresiones biológicas, campañas sostenidas de ataques mediáticos,
amenazas, invasiones y el aislamiento total mediante bloqueos y embargos
injustificados. Este criminal accionar de la CIA fue puesto al
descubierto por la Asociación para el Disenso Responsable, la que estimó
que, ya en 1987, seis millones de personas habían sido asesinadas como
resultado de las operaciones encubiertas de la CIA. Hoy, esa cifra ha
crecido enormemente.
Chávez tiene razón
El
presidente Hugo Chávez destapó la Caja de Pandora al exponer su
sospecha sobre el inusual padecimiento de cáncer por parte de varios
mandatarios y personalidades progresistas latinoamericanos en los
últimos meses, entre los que se destacan su propia persona, la
presidenta argentina Cristina Fernández, el mandatario paraguayo
Fernando Lugo, la presidenta brasileña Dilma Rousseff, el ex presidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, entre otros.
"Es
muy difícil explicar a estas alturas ya con la ley de las
probabilidades, por ejemplo, lo que nos ha estado aconteciendo a algunos
de nosotros, líderes en América Latina", dijo Chávez, apuntando sus
sospechas hacia Washington y, particularmente, a la CIA.
Chávez
reconoció las sospechas de Fidel sobre este inusual fenómeno, las que
no dejan de carecer de lógica, sobre todo si parten de quien ha sido
objetivo de más de 600 planes de atentado, incluso intentado usar armas
biológicas y venenos, durante uno de sus encuentros con él, cuando el
Comandante le manifestó con suspicacia:
“Chávez,
ten cuidado... mira, cuidado esta gente ha desarrollado tecnologías...
cuidado con lo que te dan de comer. Cuidado con una pequeña aguja y te
inyectan no se qué”.
Por
supuesto, ni Fidel ni Chávez se equivocan si se tienen en cuenta
algunos elementos y antecedentes esenciales para fundamentar tal
acusación, involucrando en la tangible amenaza a la CIA y a las
autoridades norteamericanas.
Varios
laboratorios de la CIA y del Departamento de Defensa de los Estados
Unidos dedican desde hace décadas cuantiosos recursos al bioterrorismo
y, particularmente, en la búsqueda de inoculación de enfermedades como
el cáncer, así como otros tipos de virus o bacterias, capaces de
infligir daño masivo sobre personas específicas, fuerzas militares y
ciudadanos comunes, violando las prohibiciones establecidas por las
Naciones Unidas.
La
guerra biológica o bacteriológica, concebida como un arma de alta
efectividad, se implementa mediante el diseño de bombas y otros tipos de
agentes de esparcimiento de las enfermedades.
De
esos laboratorios han salido el napalm, el agente naranja, la cepa del
ántrax, la gripe AH1N1, la gripe porcina, así como otros virus letales
como el VIH y el ébola. En el caso particular del cáncer se conoce que,
desde 1975, se ha empleado el Fuerte Detrick como instalación donde
radica una sección especial dentro del Departamento Virus del Centro
para la Investigación de Guerra Biológica, conocida como "Instalaciones
Fredrick para la Investigación del Cáncer", bajo supervisión del
Departamento de Defensa, de la CIA y del Instituto Nacional del Cáncer.
Las
investigaciones ultra secretas están encaminadas a desarrollar un
programa especial de virus del cáncer, sumamente agresivo y letal, para
el que existe inmunidad y fue identificado como Virus Humano de la
célula T de Leucemia (HTLV).
La
insistencia de estos laboratorios de lograr los mecanismos para
elaborar artificialmente células malignas o cancerígenas, sumamente
invasivas y capaces de propagarse en el organismo desarrollando una
metástasis incontenible, se ha mantenido a lo largo de más de cuatro
décadas. De acuerdo con estos proyectos, las enfermedades cancerígenas
serían capaces de inhibir cualquier defensa ante su ataque al organismo
humano, diseminándose a través de la sangre o de la linfa, luego de ser
inoculadas en el mismo mediante diversas vías.
La
alteración del material genético de las células humanas que provoca el
cáncer por vía artificial en estos laboratorios, son la premisa básica
de esta arma desarrollada con la venía del gobierno norteamericano. Para
ello se elaboran células madres o stem cells, mediante mutaciones
monitoreadas y preconcebidas, convirtiéndolas en un fenotipo maligno más
heterogéneo de rápido desarrollo.
Otro
elemento sobre el desarrollo de la guerra biológica por parte del
gobierno norteamericano, particularmente relacionado con el cáncer, lo
es el testimonio grabado del Dr. Maurice Hilleman, prestigioso
investigador en vacunas de los Laboratorios Merck, donde admite que sus
laboratorios produjeron vacunas contaminadas con leucemia y virus de
cáncer en la década de los setenta, las que fueron administradas
deliberadamente a ciudadanos soviéticos.
Este
hecho macabro salió a la luz gracias al Dr. Len Horowitz, investigador
de la guerra biológica de la CIA, quien lo plasmó en su documental In
Lies We Trust: The CIA, Hollywood, and Bioterrorism, estrenado el año
2007.
La
CIA ha perfeccionado sus métodos para asesinar, particularmente
induciendo el cáncer en determinadas personas. Ha dejado atrás, por
citar un ejemplo, el método empleado contra Jack Leon Ruby, mafioso que
asesinó al presunto homicida del presidente John F. Kennedy, y quien
muriera en prisión, supuestamente por un cáncer, el 3 de enero de 1967.
En
realidad, Ruby murió a causa de una intoxicación con Talio, la que le
produjo un deterioro acelerado de su salud y su muerte en poco tiempo.
Los
síntomas que presentó luego de ingerir el Talio, arma química letal,
soluble en agua, incoloro y prácticamente inodoro e insípido, capaz de
ser colocado en los alimentos de la víctima sin ser detectado, fueron
similares a una reacción invasiva de células cancerosas: fiebre alta,
caída del cabello, insuficiencia cardiaca o respiratoria, desplome del
sistema nervioso, dolores musculares, parálisis o inmovilidad en
determinadas zonas corporales y una muerte dolorosa.
Las
administraciones norteamericanas han cuidado celosamente sus programas
súper secretos de guerra biológica, al extremo de que, según un informe
elaborado por el escritor Steve Quayle para Free Press International, en
marzo del 2006, sugirió que cerca de 40 microbiólogos murieron
sospechosamente entre el 2002 y ese año.
En
todos los casos, no se han encontrado culpables de las muertes,
sospechosos suicidios o accidentes llenos de interrogantes. Washington
reaccionó escueta y cínicamente a las declaraciones de Hugo Chávez,
tildando de “horrendos y reprensibles”, los supuestos de que EE UU esté
involucrado en las enfermedades cancerígenas de los mandatarios
latinoamericanos, a través de Victoria Nuland, portavoz del Departamento
de Estado.
La guerra biolgica de la CIA y el Pentágono
La
CIA y otras agencias del gobierno norteamericano tienen amplia
experiencia en bioterrorismo y guerra bacteriológica. De acuerdo con
informaciones aparecidas en varios sitios web, el gobierno de los
Estados Unidos ha desarrollado múltiples proyectos secretos de guerra
biológica, entre los que han sobresalido:
1947-
La CIA comenzó a estudiar el Acido Lisérgico (LSD) para emplearlo como
arma biológica contra seres humanos. En 1960, el Equipo Asistente
Principal de la Inteligencia del Ejercito (ACSI), autorizó el empleo del
LSD en Europa y en el Lejano Oriente, para evaluar las reacciones en
humanos. Ambos proyectos fueron codificados como Tercera Oportunidad y
Sombrero de Hongo, respectivamente.
1953-
La CIA inició el Proyecto MK ULTRA, el cual se extendió durante once
años de investigación, siendo concebido para producir y probar drogas y
microorganismos para controlar la mente y modificar la conducta de los
seres humanos, sin el consentimiento de los mismos.
1965-
La CIA y del Departamento de Defensa comenzaron el Proyecto MK SEARCH,
con el fin de manipular la conducta humana a través del uso de drogas
psicodélicas.
1966-
La CIA inició el Proyecto MK OFTEN, dirigido a probar los efectos
toxicológicos de ciertas drogas en los humanos y los animales. 1966- El
Pentágono hizo quebrar varias ampollas con la bacteria Bacillus Subtilis
en las rejas de ventilación del metro de Nueva York, exponiendo a más
de un millón de civiles de forma deliberada.
1967-
La CIA y el Departamento de Defensa implementaron el Proyecto MK NAOMI,
sucesor del MK ULTRA, diseñado para mantener, reservar y probar las
armas biológicas y químicas.
1970-
La División de Operaciones Especiales en el Fuerte Detrick, desarrolló
técnicas de biología molecular para producir retrovirus. (VIH).
1970-
La CIA y el Pentágono desarrollaron "armas étnicas", diseñadas para
eliminar grupos étnicos específicos, susceptibles por sus diferencias
genéticas y las variaciones en el ADN.
1977-
Audiencias del Senado, en la Comisión Investigación Científica y de
Salud, confirmaron la contaminación deliberada por parte del Pentágono y
la CIA de 239 poblaciones con agentes biológicos, entre 1949 y 1969,
fundamentalmente en San Francisco, Washington, D.C., Centro-Oeste de
EE.UU., Ciudad de Panamá, Minneapolis y St. Louis.
1987-
El Departamento de Defensa admitió la investigación y el desarrollo de
agentes biológicos en 127 laboratorios y universidades alrededor de EE
UU. 1990- Aplicación en Los Ángeles a más de 1500 bebes negros e
hispanos, de seis meses de edad, de una vacuna "experimental" del
sarampión, no autorizada por la CDC.
1994-
Se descubrió, mediante una técnica llamada "rastreador de genes", por
parte del Dr. Garth Nicolson, científico del Centro del Cáncer MD
Anderson de Houston, que los soldados la Tormenta del Desierto fueron
infectados con una cadena alterada de Micoplasma Incognitus, una
bacteria normalmente utilizada en la producción de armas biológicas, la
cual contiene un 40 por ciento de la proteína del virus del SIDA. Luego,
en 1996, se admitiría que cerca de 20 000 soldados fueron afectados.
1995-
El Gobierno americano admitió que había ofrecido a los criminales de
guerra y científicos japoneses sueldos e inmunidad de prosecución a
cambio de los datos de sus investigaciones sobre guerra biológica. 1995-
El Dr. Garth Nicolson reveló evidencia de que los agentes biológicos
usados durante la Guerra del Golfo habían sido manufacturados en
Houston, (Texas) y Boca Ratón, (Florida) y probados en prisioneros en el
Departamento Correccional de Texas.
1996-
El Departamento de Defensa admitió que soldados de la Tormenta de
Desierto fueron expuestos a agentes químicos, lo que condujo a que 88
miembros del Congreso firmaran una carta, un año después, exigiendo una
investigación sobre el uso de armas biológicas la Guerra del Golfo.
Agresiones biológicas contra Cuba
La
Operación Mangosta de la CIA había concebido en su tarea número 33,
luego del fracaso de Playa Girón, el uso criminal de la guerra biológica
contra Cuba, estrenada con la introducción del virus patógeno New
Castle. Años después, en 1978, la CIA introdujo en la Isla la epifitia
Roya de la Caña, afectando las áreas cañeras del país.
La
CIA también introdujo la Fiebre Porcina Africana, aparecida
inicialmente en 1971 y que obligó a sacrificar más de 700 cerdos, y que
reapareció entre 1979 y 1980. En el caso del Moho Azul del tabaco,
introducido a Cuba dentro de la tela de tapado de los cultivos
importados de Estados Unidos, destruyendo más del 85% de las
plantaciones de esa planta. La consecuencia fue que Cuba no pudo
exportar uno de sus principales reglones.
La
acción más condenable de la guerra biológica contra Cuba fue la
introducción del virus del Dengue Hemorrágico en 1981, ocasionando la
muerte a 158 cubanos, de ellos 61 niños. Ese mismo año, la CIA introdujo
el virus de la Conjuntivitis Hemorrágica y, poco después, la
Seudodermatosis Nodular Bovina, cuyo agente etiológico fue aislado en el
laboratorio de Camp Ferry, en New York.
Cuba
también fue agredida con la epifitia exótica Sigatoca Negra, con
afectación en la masa ganadera y, en 1994, la CIA introdujo la exótica
Hemorragia Viral del conejo. Dos años después, en 1996, nuevamente la
Agencia la Varroasis y el Thrips Palmi, afectando a la actividad de
obtención de miel de abeja, en el primer caso, y a las producciones de
frijol, la papa, pimiento y otros cultivos, en el segundo caso.
Conclusiones
Poco
hay que comentar sobre las aseveraciones del Comandante Hugo Chávez
sobre lo sospechoso del padecimiento cancerígeno en varios mandatarios y
personalidades latinoamericanas y a su sospecha de que EE UU pudiera
ser el responsable. La señora Victoria Nuland, portavoz del Departamento
de Estado, funcionaria de bajo rango de la administración Obama, apenas
si pudo usar argumentos para desmentir esa posibilidad.
La
CIA y el Pentágono, mientras tanto, conocen la verdad. Quien asesinó
niños inocentes mediante la introducción del Dengue Hemorrágico en Cuba,
carece de escrúpulos y de piedad. Sin lugar a dudas, algún día esta
sospecha se convertirá en verdad, para vergüenza de Estados Unidos y sus
gobernantes.
(*) Periodista y escritor guatemalteco.
Peculiar Cáncer Ataca Presidentes
Rashid Sheriff
Lo
supimos a través de las revelaciones de Wikileaks: Hace dos años,
Hilary Clinton envió al embajador en Buenos Aires un mensaje secreto
para pedirle que investigue la salud de la Presidenta Cristina
Fernández.
Necesitaba
saber sus hábitos personales, sus gustos, cómo ella manejaba el estrés
en relación con su trabajo, y muy particularmente hizo ésta pregunta:
¿Acaso
tomaba alguna medicina y cual sería? ¿Por qué será que la Jefa del
Departamento de Estado esté indagando en secreto semejante información
acerca de la salud de una jefa de Estado?
Extrañas
coincidencias: Al poco tiempo, la Presidenta Cristina Fernández, que
hasta ahora había disfrutado de una excelente salud, de pronto se le
detectó un tumor de la glándula tiroidea. Por suerte, nos enteramos
luego que se trató de un tumor benigno.
Otro
hecho ocurrió de repente: Su esposo, antiguo Presidente Néstor Kirchner
entonces candidato de nuevo a la presidencia, había tomado un café en
un hotel en la Patagonia donde acostumbraba ir. A las pocas horas, de
noche, fue presa de un repentino malestar y murió de infarto fulminante
del miocardio.
Otras noticias no menos sorprendentes: El Presidente de Paraguay, Fernando Lugo tuvo un cáncer linfático.
También
la Presidenta Dilma Rousseff padeció de cáncer mientras estaba en
campaña electoral. Ella era antiguo líder de un movimiento de liberación
nacional en los años terribles de la dictadura militar apoyada por
Estados Unidos, fue detenida y torturada.
A
su vez, el Presidente Lula da Silva de pronto sufrió de cáncer, su
pueblo lo reclamaba para presentarse a futuras elecciones. El Presidente
de Venezuela Hugo Chávez quien tenía perspectivas muy favorables para
presentarse por un nuevo periodo presidencial, sufrió una y otra vez en
recaídas de un tumor canceroso particularmente maligno.
En
fin, llaman la atención poderosamente esta verdadera serie de graves
accidentes de salud física fatales en algunos casos. Eran y son jefes de
Estado con antecedentes de buena salud con similares virtudes de ser
portadores de la esperanza de sus pueblos y hasta de continentes del
Gran Sur, aportando el aliento del cambio social, a la vez enfrentándose
con mayor o menor grado a los intentos del imperio de los EEUU por
derrocarlos, desprestigiarlos, alentar conspiradores locales contra
ellos.
Nunca
dejó esos planes criminales, de allí nace la sospecha en su contra cada
vez que surge un intento de golpe de Estado, una maniobra artera de sus
aliados locales derechistas. En suma, se hace casi evidente encontrar
su mano peluda al descubrir esa cascada peculiar de canceres
persiguiendo jefes de Estado de orientación patriótica y
antiimperialista.
De
hecho, es de conocimiento público que hace varios años ya, la CIA y el
Pentágono –al igual que su apéndice Israel- han desarrollado y utilizado
en varias ocasiones un tipo de armamento biológico letal con una
variedad de objetivos.
Pocos
años atrás, Fidel estando de regreso de un viaje oficial en Argentina
sufrió de pronto de una misteriosa hemorragia interna que lo puso al
borde de la muerte. Resucitó por milagro y gracias al talento legendario
de los médicos cubanos.
Anteriormente,
Yasser Arafat acosado durante dos años por constantes disparos de armas
pesadas contra su residencia en Ramallah, cuando se negaba a ser
deportado según lo requería Sharon, fue víctima de envenenamiento
fulminante de sus glóbulos rojos y ni siquiera se pudo diagnosticar el
producto letal en el hospital de París por los expertos médicos
franceses. Murió de repente. Solo recientemente, se está investigando de
nuevo la causa de su muerte.
En
los últimos 50 años, Fidel fue blanco de alrededor de 700 y más
intentos de asesinato (ha entrado ya en los anales de Guinness!),
incluyendo medios biológicos sofisticados preparados en laboratorios de
la CIA y el Pentágono, intentos de asesinato revelados tanto por
Wikileaks como por otras fuentes oficiales y periodisticas.*
En
la historia no lejana, cuando no se trata de golpe de Estado militar
fomentado por la CIA sea en Chile contra el presidente Salvador Allende,
o más recientemente en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, sin
olvidarnos los intentos frustrados contra Evo y Correa, el imperio está
entonces urdiendo atentados disfrazados de accidentes de avión como fue
el caso del Presidente de Panamá Omar Torrijos quien nacionalizó el
canal (!); o el Presidente progresista Samora Machel, de Mozambique.
En
otros escenarios, fue el vil y cobarde asesinato del Che y
recientemente el horroroso linchamiento de Muammar Gaddafi. Estos
grandes líderes eran dignos patriotas de países del Sur que se oponían
todos a la dominación imperialista de los Estados Unidos.
La
tragedia que nos golpeó con la muerte altamente sospechosa de Arafat,
hoy nos sofoca con la pérdida irreparable del Presidente Chávez, nos
obliga a preguntarnos: ¿Como ese odio del enemigo llega tan cerca hasta
atentar de forma insidiosa contra la vida del líder del pueblo? Mientras
la responsabilidad política y moral del crimen recae directamente sobre
las fuerzas de ese imperio, su responsabilidad penal más temprano que
tarde se hará evidente a plena luz, ante el pueblo y la Historia.
Sea
por un vil atentado, sea por una enfermedad cancerosa insidiosa,
sutilmente inducida, la desaparición brutal del líder transforma su
existencia en destino como mártir, héroe nacional, continental y hasta
internacional. Chávez amaba la vida; a la vez entregó su vida entera a
su pueblo: por su lucha y sus ideas imperecederas vive y vivirá para
siempre. Su talla agigantada alumbrará Venezuela y el camino de los
pueblos en busca de su liberación; vivirá en la Historia que lo devuelve
entre los vivos para seguir guiando sus pasos, despertar su vigilancia
hasta la victoria final.
Fuente: Shaahidun.wordpress.com
Eva Golinger: Hay evidencias que EE.UU. habría inducido el cáncer a Hugo Chávez
Hay
evidencias concretas de que EE.UU. cuenta con la tecnología necesaria
para atentar contra la vida del presidente venezolano Hugo Chávez. Así
lo aseguró la abogada y escritora Eva Golinger:
“Hay
información que desde los años 70 intentaban asesinar por ejemplo al
presidente cubano en ese momento, Fidel Castro, con radiación además de
otros métodos. Eso no es ningún secreto, todo eso ha sido revelado en
miles de documentos desclasificados. Podemos imaginar ahora la capacidad
de estas armas que posee hoy en día EE.UU. Ha empleado diferentes armas
biológicas contra sus adversarios”, agregó Golinger.
Washington
“tiene alta capacidad científica y biológica. Ha habido también otros
intentos de atentado contra la vida de Chávez en los últimos años.
Muchos medios de comunicación, figuras políticas de EE.UU. y sus aliados
han intentado desfigurar esta información, manipularla y distorsionarla
y hacer de quienes lo denuncian como si fuera una locura o como si se
tratara de ciencia ficción. Sin embargo es una realidad, hay evidencias
de que esta capacidad existe”, aseguró.
Golinger
recordó también que el propio vicepresidente venezolano, Nicolás
Maduro, indicó “que ya tienen pistas sobre esa posibilidad. De hecho,
dijo que no hay duda de que se ha producido un ataque contra” el
mandatario bolivariano, “hay mucha evidencia circunstancial que eso
indica que eso puede ser una probabilidad muy cierta”.
Según
la abogada y escritora, el hecho de que Chávez haya aumentado su nivel
de popularidad en Venezuela, Latinoamérica y a nivel mundial, lo ha
convertido en uno de los “principales adversarios” de EE.UU.
“El
hecho de no poder confrontarlo y derrocarlo, habría sido la manera
empleando el uso de un arma biológica para atacar al presidente Chávez”,
finalizó.
Ver: https://www.youtube.com/watch?v=9nnIFS4YmOY&feature=player_embedded
Estados Unidos niega haber provocado enfermedad y muerte de Chávez
Estados
Unidos calificó hoy de “absurdas” las acusaciones vertidas por el
Gobierno de Venezuela según las cuales el Gobierno estadounidense estuvo
involucrado en la enfermedad de Hugo Chávez, quien falleció hoy.
“La
afirmación de que Estados Unidos estuvo involucrado de alguna manera en
la causa de la enfermedad del presidente Chávez es absurda, y la
rechazamos completamente”, dijo en un comunicado el portavoz del
Departamento de Estado, Patrick Ventrell, minutos antes de que se
confirmara la muerte del mandatario venezolano.
“A
pesar de las diferencias significativas entre nuestros gobiernos,
seguimos creyendo que es importante buscar una relación funcional y
productiva con Venezuela basada en cuestiones de interés mutuo”,
puntualizó el portavoz.
Ventrell
insistió en que esa afirmación contra el Gobierno estadounidense es
“falaz e inapropiada” y que en consecuencia Estados Unidos concluye que
“Venezuela no tiene interés en mejorar las relaciones”.
Además
de las declaraciones del Departamento de Estado, previamente el
portavoz del Pentágono Todd Breasseale rechazó “absolutamente” las
alegaciones formuladas por Venezuela contra el agregado aéreo, David
Delmonaco, y el asistente del agregado, Devlin Kostal”, que fueron
expulsados hoy del país latinoamericano.
El
Gobierno venezolano anunció a través del vicepresidente, Nicolás
Maduro, y del ministro de Exteriores, Elías Jaua, la expulsión de David
Delmonaco y David Kostal, ambos de la Agregaduría Aérea de la legación
estadounidense en Caracas.
Unas horas después de las acusaciones emitidas por Venezuela, Maduro anunció la muerte del mandatario venezolano
yo pienso que si estuvieron que ver con la muerte de mi precidente, ellos se creen los super policias del mundo y como no podian interbenir militarmente por que sabian que no estabamos solos en el mundo de hecho la muerte de chavez lo a cofirmado le sembraron el cancer, ingerencian en todos los paises progrecistas ellos quieren revisar a todos los paices que a ellos le da la gana buscando bombas y armas de destruccion masiba y quien los fiscalisa a ellos
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