El creciente impacto, en el sector educacional, del bloqueo que
Estados Unidos impone a Cuba desde hace más de medio siglo, fue
denunciado en conferencia de prensa, en La Habana.
Lisardo García Ramis, director del
Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, insistió en la necesidad de
no ver ese cerco como afectaciones y hechos aislados, sino como lo que
realmente es: un acto genocida y criminal.
En la presentación del informe sobre las afectaciones del bloqueo a
la educación, de marzo 2012 a abril 2013, el funcionario declaró que
asciende a 80 mil dólares, aproximadamente, el monto de los ingresos
dejados de percibir en materia de exportaciones de bienes y servicios.
Inciden en ello las prohibiciones de Washington al acceso de los
estadounidenses a las publicaciones cubanas y a los libros de la
Editorial Pueblo y Educación, precisó.
Incluso, añadió, los esfuerzos por colocar literatura procedente de
la Isla en tan cercano mercado implican altos riesgos, pues las firmas
distribuidoras pudieran realizar alianzas con homólogas del país
norteño, y los pagos quedarían congelados.
García Ramis comentó sobre las pérdidas que ocasiona la reubicación
geográfica del comercio, afectación que alcanza la cifra de 818 mil 600
dólares, a consecuencia de las elevadas tarifas por concepto de flete
para la transportación de productos adquiridos en mercados lejanos.
Se ha dificultado, también, la adquisición de recursos y herramientas
para la Educación Laboral, atlas geográficos, laboratorios
especializados de idiomas, y el cambio de tecnología por la
obsolescencia de computadoras, televisores y videos, reveló el
directivo.
Informó que este año se han podido adquirir solamente 100 módulos
para la enseñanza de las Ciencias Naturales en las escuelas primarias.
De no existir tales restricciones, afirmó, el país hubiera podido contratar mil 723 módulos.
En la educación artística, el bloqueo afecta sensiblemente la compra
de instrumentos musicales, como guitarras, claves, maracas, grabadoras y
equipos de audio, significó.
También se ha visto reducida, dijo, la norma de papel, lápiz, cartón,
cartulina, tempera y óleo para las clases de Dibujo y Artes Plásticas.
Puntualizó que el cerco estadounidense obstaculiza, igualmente, el
intercambio científico entre docentes e instituciones pedagógicas de
ambos países, y el acceso a la literatura norteamericana.
Para García Ramis, los nocivos efectos de esa política no deben verse
solo en términos de recursos, pues genera problemas que se agravan por
su permanencia en el tiempo, por tanto es también un fenómeno que
condiciona la mentalidad y la vida del pueblo cubano.
(Tomado de AIN)
http://www.rcm.cu
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