El espionaje de un jefe de gobierno de un país aliado no puede existir.
La crisis del espionaje electrónico que
realiza Estados Unidos en Europa entró en una trayectoria de
confrontación después de saberse que la Agencia Nacional de Seguridad
(NSA) espiaba el teléfono celular de la canciller alemana Angela Merkel.
Indignada por esas revelaciones del semanario Der Spiegel, Merkel mantuvo un prolongado diálogo telefónico con el presidente norteamericano Barack Obama.
La canciller indicó claramente a Obama que desaprobaba ese tipo de "prácticas totalmente inaceptables" y que "deben cesar inmediatamente". El resumen de la conversación fue revelado en un comunicado oficial firmado por el portavoz de Merkel, Steffen Seibert. La jefa del gobierno alemán le indicó a Obama que "el espionaje de un jefe de gobierno (...) de un país aliado (...) no puede existir". Este episodio, le advirtió, "sería un grave golpe a la confianza".
Se desconoce si el gobierno alemán estaba al corriente de esas operaciones. En principio, parece difícil creer que la agencia de inteligencia alemana BND desconociera las actividades de la NSA. La Casa Blanca respondió a esas acusaciones mediante un comunicado sobre el tema, afirmando que los servicios norteamericanos "no vigilan ni vigilarán las comunicaciones de Angela Merkel".
El comunicado del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no alude a las actividades del pasado.
Der Spiegel asegura que el espionaje del teléfono de la canciller dura desde hace varios años. Esa inusitada revelación completa las primeras informaciones divulgadas en junio pasado por el exconsultor de la NSA, Edward Snowden. La emoción creada en todo el país por las denuncias de Snowden tuvieron una fuerte influencia en la campaña electoral que culminó el 22 de septiembre con una contundente victoria de Merkel.
En ese contexto de extrema tensión, el presidente francés François Hollande pidió incluir el caso del espionaje norteamericano en la agenda de la cumbre de la Unión Europea (UE).
El jefe de Estado francés anunció que dedicará una parte importante de su intervención al espionaje electrónico de Estados Unidos.
Francia fue también espiada por la NSA, según recientes revelaciones del diario Le Monde, basadas en los documentos de Snowden.
En réplica al desmentido del director de los servicios de inteligencia estadunidenses, James Clapper, Le Monde ratificó sus informaciones sobre las operaciones de espionaje masivo de la NSA en Francia.
En su respuesta, el prestigioso diario publicó en su portal internet el "documento procedente de la NSA cuestionado por Clapper". Se trata de un "gráfico que describe la magnitud de las vigilancias telefónicas realizadas en Francia".
Inicia la respuesta
El Parlamento Europeo, por su parte, pidió este miércoles a la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) la suspensión del llamado acuerdo TFTP entre el bloque y Estados Unidos sobre la transferencia de datos bancarios, firmado en 2010. El acuerdo TFTP (Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo) pretende vigilar todas las transacciones sospechosas realizadas por organizaciones radical. El convenio autoriza la transferencia de datos financieros de Europa hacia Estados Unidos, pero precisa que esas informaciones sólo pueden ser utilizadas en el marco de la lucha contra el terrorismo.
El Parlamento Europeo, que en 2001 realizó una vasta investigación sobre la red planetaria de escucha y espionaje electrónico de Estados Unidos, conocida como Echelon, aspira ahora a convertirse en punta de lanza de la resistencia a la NSA. Uno de sus objetivos consiste en limitar la comercialización de informaciones privadas por parte de los grandes actores de internet.
Los diputados también pidieron la anulación del acuerdo Passenger Name Record (PNR), que obliga a las empresas europeas a entregar a Estados Unidos los datos de todos los viajeros que vuelan de Europa a Estados Unidos. Ese convenio funciona en sentido único.
"Si no hacemos nada, perderemos nuestra credibilidad", proclamó el diputado verde alemán Jan Philipp Albrecht.
También la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, intervino en forma enérgica en el debate y apeló a los dirigentes de la UE a "pasar al acto" a fin de proteger la vida privada de los ciudadanos y el patrimonio inmaterial de Europa.
Indignada por esas revelaciones del semanario Der Spiegel, Merkel mantuvo un prolongado diálogo telefónico con el presidente norteamericano Barack Obama.
La canciller indicó claramente a Obama que desaprobaba ese tipo de "prácticas totalmente inaceptables" y que "deben cesar inmediatamente". El resumen de la conversación fue revelado en un comunicado oficial firmado por el portavoz de Merkel, Steffen Seibert. La jefa del gobierno alemán le indicó a Obama que "el espionaje de un jefe de gobierno (...) de un país aliado (...) no puede existir". Este episodio, le advirtió, "sería un grave golpe a la confianza".
Se desconoce si el gobierno alemán estaba al corriente de esas operaciones. En principio, parece difícil creer que la agencia de inteligencia alemana BND desconociera las actividades de la NSA. La Casa Blanca respondió a esas acusaciones mediante un comunicado sobre el tema, afirmando que los servicios norteamericanos "no vigilan ni vigilarán las comunicaciones de Angela Merkel".
El comunicado del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no alude a las actividades del pasado.
Der Spiegel asegura que el espionaje del teléfono de la canciller dura desde hace varios años. Esa inusitada revelación completa las primeras informaciones divulgadas en junio pasado por el exconsultor de la NSA, Edward Snowden. La emoción creada en todo el país por las denuncias de Snowden tuvieron una fuerte influencia en la campaña electoral que culminó el 22 de septiembre con una contundente victoria de Merkel.
En ese contexto de extrema tensión, el presidente francés François Hollande pidió incluir el caso del espionaje norteamericano en la agenda de la cumbre de la Unión Europea (UE).
El jefe de Estado francés anunció que dedicará una parte importante de su intervención al espionaje electrónico de Estados Unidos.
Francia fue también espiada por la NSA, según recientes revelaciones del diario Le Monde, basadas en los documentos de Snowden.
En réplica al desmentido del director de los servicios de inteligencia estadunidenses, James Clapper, Le Monde ratificó sus informaciones sobre las operaciones de espionaje masivo de la NSA en Francia.
En su respuesta, el prestigioso diario publicó en su portal internet el "documento procedente de la NSA cuestionado por Clapper". Se trata de un "gráfico que describe la magnitud de las vigilancias telefónicas realizadas en Francia".
Inicia la respuesta
El Parlamento Europeo, por su parte, pidió este miércoles a la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) la suspensión del llamado acuerdo TFTP entre el bloque y Estados Unidos sobre la transferencia de datos bancarios, firmado en 2010. El acuerdo TFTP (Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo) pretende vigilar todas las transacciones sospechosas realizadas por organizaciones radical. El convenio autoriza la transferencia de datos financieros de Europa hacia Estados Unidos, pero precisa que esas informaciones sólo pueden ser utilizadas en el marco de la lucha contra el terrorismo.
El Parlamento Europeo, que en 2001 realizó una vasta investigación sobre la red planetaria de escucha y espionaje electrónico de Estados Unidos, conocida como Echelon, aspira ahora a convertirse en punta de lanza de la resistencia a la NSA. Uno de sus objetivos consiste en limitar la comercialización de informaciones privadas por parte de los grandes actores de internet.
Los diputados también pidieron la anulación del acuerdo Passenger Name Record (PNR), que obliga a las empresas europeas a entregar a Estados Unidos los datos de todos los viajeros que vuelan de Europa a Estados Unidos. Ese convenio funciona en sentido único.
"Si no hacemos nada, perderemos nuestra credibilidad", proclamó el diputado verde alemán Jan Philipp Albrecht.
También la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, intervino en forma enérgica en el debate y apeló a los dirigentes de la UE a "pasar al acto" a fin de proteger la vida privada de los ciudadanos y el patrimonio inmaterial de Europa.
PARÍS,
Francia. (OEM-Informex).
Carlos Siula / El Sol de México
Corresponsal
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