Corbis
EE.UU. elabora nuevos modelos de armas nucleares,
según la Unión de Científicos Preocupados. Algunos analistas consideran
que otros países nucleares podrían tomar como amenaza la acción de
EE.UU. y empezar a su vez a incrementar su equipamiento.
Una respetada organización científica sin fines de lucro, la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por sus siglas en inglés), afirma en
su informe que la Administración Obama cruza la línea del simple
mantenimiento del armamento nuclear en buenas condiciones y desarrolla
nuevos sistemas de armas. Según el informe, en los próximos 25 años el
Gobierno de EE.UU. tiene previsto invertir 60.000 millones de dólares en
el mejoramiento de sus armas nucleares, pero es "solo una pequeña parte
de lo que la superpotencia planea gastar durante un período determinado
de validez".
El informe sostiene que la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, dependiente del Ministerio de Energía, está dispuesta a sustituir en los próximos 25 o 30 años siete tipos de armas nucleares existentes en EE.UU. por cinco nuevos.
Las críticas especialmente duras han sido lanzadas contra el "programa para aumentar la vida de las bombas termonucleares B61", que son, según la mayoría de los expertos militares, vestigios inútiles de la Guerra Fría. Una parte de estas bombas se basa en la Europa occidental. El Gobierno de EE.UU., a su vez, "no solo no va a sacarlos de servicio, sino que los moderniza, algo que puede considerarse nuevos tipos de armas", lo que "viola los principios básicos de la promesa del Gobierno de EE.UU. de no elaborar armas nucleares".
El analista político Lajos Szaszdi considera que otras potencias nucleares podrían tomar como amenaza la acción de EE.UU. y empezar a su vez a incrementar su equipamiento. "La señal que envía a otros países es que ya que EE.UU. está invirtiendo en nuevas instalaciones para mantener su arsenal nuclear al día y hacerlo más poderoso aún, pues que otros quieran hacer lo mismo", dice el experto.
"Así que realmente esta modernización aunque la intención en Washington haya sido solo para mantener su arsenal pues más confiable y más poderoso con menos armas nucleares por el proceso de control de armas, pero la reacción más bien tenga un efecto contrario entre otros países, que más bien lleve a que estos modernicen y hagan más potentes sus armas nucleares para estar hasta cierto punto a este nivel", opina.
El informe sostiene que la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, dependiente del Ministerio de Energía, está dispuesta a sustituir en los próximos 25 o 30 años siete tipos de armas nucleares existentes en EE.UU. por cinco nuevos.
Las críticas especialmente duras han sido lanzadas contra el "programa para aumentar la vida de las bombas termonucleares B61", que son, según la mayoría de los expertos militares, vestigios inútiles de la Guerra Fría. Una parte de estas bombas se basa en la Europa occidental. El Gobierno de EE.UU., a su vez, "no solo no va a sacarlos de servicio, sino que los moderniza, algo que puede considerarse nuevos tipos de armas", lo que "viola los principios básicos de la promesa del Gobierno de EE.UU. de no elaborar armas nucleares".
El analista político Lajos Szaszdi considera que otras potencias nucleares podrían tomar como amenaza la acción de EE.UU. y empezar a su vez a incrementar su equipamiento. "La señal que envía a otros países es que ya que EE.UU. está invirtiendo en nuevas instalaciones para mantener su arsenal nuclear al día y hacerlo más poderoso aún, pues que otros quieran hacer lo mismo", dice el experto.
"Así que realmente esta modernización aunque la intención en Washington haya sido solo para mantener su arsenal pues más confiable y más poderoso con menos armas nucleares por el proceso de control de armas, pero la reacción más bien tenga un efecto contrario entre otros países, que más bien lleve a que estos modernicen y hagan más potentes sus armas nucleares para estar hasta cierto punto a este nivel", opina.
Russia Today
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