En el ámbito de la Economía Política, se hace cada vez mas
relevante la discusión en torno a la necesidad de establecer las bases
de una nueva arquitectura financiera internacional, lo cual supone la
utilización mas extendida de un signo monetario alternativo al dólar de
Estados Unidos de América (EUA) no sólo para las transacciones en el
comercio internacional, sino también como moneda de reserva para los
bancos centrales a nivel mundial.
Esta discusión ha llevado a la creencia de algunos economistas de que
el dólar como signo monetario está sobrevalorado, por lo tanto es
necesario abandonar o al menos disminuir la tenencia de reservas en
dicha moneda y protegerse de una eventual devaluación. Del otro lado,
existen quienes afirman que mientras EUA siga siendo la principal
potencia a nivel mundial, su signo monetario seguirá dominando la escena
internacional, más aun con la ya conocida crisis que afecta la zona
Euro. Ahora bien, cabe hacer la pregunta: ¿Cómo se constituyó el dólar
estadounidense como moneda hegemónica en las relaciones económicas
internacionales?
Auge y caída del patrón oro
Para responder a esto hay que remontarse al acuerdo de Bretton Woods,
cuyo objetivo fue el de consolidar el dominio económico financiero de
EUA sobre el resto del mundo occidental, para ello se hacía necesario
establecer al signo monetario norteamericano como principal moneda para
los pagos internacionales, la cual a su vez estaba respaldada por
reservas de oro en la Reserva Federal de EUA. (Este país no tiene banco
central y su moneda es impresa por privados que la otorgan a cierta tasa
de interés) Con toda Europa en ruinas a causa de la guerra, y el resto
del mundo en crisis, se le hizo fácil a Harry White (representante de
EUA en Bretton Woods) imponer los intereses norteamericanos en dicha
conferencia. Una vez terminada la II guerra mundial, sólo quedaba una
economía capitalista con la potencia suficiente para imponerse sobre el
resto del mundo: la de EUA, de allí que Bretton Woods, solo era
expresión en el plano financiero de lo que ocurría en la economía real.
El 15 de agosto de 1971, el presidente de los Estados Unidos, Richard
Nixon, para poder financiar el enorme déficit fiscal acumulado por ese
país, anuncia la suspensión de la convertibilidad del dólar en oro o en
cualquier otro instrumento de reserva, además de la intención de no
sostener su paridad oficial, dejándolo flotar según la oferta y la
demanda. En este punto hay que tener presente que dichas medidas
suponían “una flagrante violación a los acuerdos establecidos en Bretton
Woods con motivo de la creación del Fondo Monetario Internacional, lo
que desembocó en una flotación generalizada de las monedas, y en la
necesidad de proceder a una reforma en profundidad del sistema”. Zafra
(2003) (1)
A partir de entonces, la Reserva Federal de EUA, puede emitir dinero
sin la necesidad de que estén respaldados por reservas de oro. El
mercado internacional fue inundado por la emisión de dólares y este se
convirtió en sustitución del oro, en la principal reserva de valor de la
gran mayoría de los bancos centrales. El resultado ha sido además de lo
anterior, la inestabilidad de los tipos de cambio y de los precios
durante más de 40 años, en lo que constituye una etapa crítica del
capitalismo a escala global.
Ahora bien, si no son las reservas en oro, entonces ¿Qué determina el
valor del dólar y su hegemonía en el sistema monetario mundial? La
respuesta a esta pregunta se encuentra en el centro mismo de la Economía
Política Marxista: la teoría del valor. Efectivamente, el valor de la
moneda es un síntoma de lo que ocurre en el plano de la economía real.
La economía norteamericana durante la segunda mitad del siglo XX se
constituyó en la economía con mayor producción de mercancías, con
mayores flujos de intercambio comercial, con mayores niveles de
acumulación de capital, y más importante aun, con mayores niveles de
productividad laboral (2)
El hecho de que el dólar sea la moneda hegemónica a nivel mundial (al
menos todavía), es consecuencia de que dicho país, haya sido por
décadas el mayor exportador de mercancías, y para comprar dichas
mercancías se necesitan dólares, de igual forma, es el mayor importador a
nivel mundial y las mercancías que compra a otros países las paga en
dólares.
Es así de simple, ellos son los dueños de la fiesta (de nuevo, al
menos todavía) y todo gracias a que la clase obrera de ese país es la
que por diversas razones (tecnología, economías de escala, formación
para el trabajo, etc.) tiene uno de mayores niveles de productividad
laboral a nivel mundial. Si esto no se tiene en cuenta, se dificulta la
comprensión de los elementos que subyacen en la determinación del valor
de una moneda a nivel internacional, con el peligro además de caer en
explicaciones banales como las que ofrece la economía burguesa con aquel
cuento de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA) (3)
Además de lo anterior, elementos como la caída en la participación de
la producción mundial de las empresas de EUA y sobre todo, de lo que es
producido a lo interno de ese país, son determinantes para avizorar el
futuro del reinado del dólar.
Implicaciones para la economía venezolana
En el caso específico de Venezuela y su signo monetario, es necesario
comprender en primer término el rasgo principal de la economía
venezolana, la cual se fundamenta en el aprovechamiento (captación) de
la renta a partir de la explotación de los hidrocarburos. Dicho de otra
forma, la economía venezolana prácticamente no produce nada, solo se
basa en la extracción de petróleo. Todo el petróleo que Venezuela le
vende a EUA es pagado por ese país en dólares y todo lo que compra
Venezuela a EUA, hay que pagarlo en dólares. La renta captada constituye
el lubricante de la economía interna, con dicha renta, el estado puede
financiar sus actividades, dinamizar la economía a través del gasto
público, financiar y subsidiar al sector privado, importar todos los
bienes que no se producen en el país y acumular reservas en dólares.
El signo monetario venezolano no es ni puede ser fuerte en
comparación con el dólar, mientras la mayor parte de bienes de consumo y
de capital no se produzcan internamente, mientras la mayor parte de las
importaciones provengan de EUA, mientras no exista una verdadera
industrialización y mientras no aumenten los niveles de producción y de
productividad. Por otra parte, los altos ingresos por concepto de
exportación de petróleo han permitido que el tipo de cambio del bolívar
frente al dólar haya estado sobrevaluado durante muchos años, lo cual
deriva en que resulte mucho menos costoso importar que producir
internamente, y que la burguesía local prácticamente se dedique a
importar barato y vender caro.
Para ilustrar el carácter importador de mercancías de la economía
venezolana, basta con revisar las estadísticas oficiales relacionadas
con el valor de las importaciones y su país de origen
En el grafico Nº 1 se observa como EUA se mantiene como el principal
país de origen de las importaciones que llegan a Venezuela. De hecho, en
2012 se observa el valor más alto de las importaciones provenientes de
Estados Unidos en los últimos años al ubicarse en más de 12 mil millones
de dólares según los datos del INE, lo cual representa el doble de lo
observado en 1.998, año en el cual dicho valor se ubicaba un poco por
encima de los 6 mil millones de dólares. Una revisión de las cifras
globales de importación, arroja una tendencia igualmente creciente al
triplicarse de 14 mil millones en 1.998 a más 47 mil millones en 2.012.
Esto explica la llamada “voracidad de dólares” que tanto menciona el
ministro Jorge Giordani. En realidad se trata de una voracidad de
productos importados alimentada por la sobrevaluación del tipo de cambio
y la ausencia de una planificación de las importaciones con fundamento
en las necesidades reales de la economía venezolana, situación que no se
ha corregido debido a la falta de una política integral de
industrialización y al hecho de que el comercio exterior siga siendo
controlado por una burguesía que únicamente se dedica a importar a costa
de los ingresos petroleros. A ello se le suma el negocio de la
especulación cambiaria, consecuencia del tipo de cambio fijo y su
diferencial con el paralelo, que permite hacer fortunas con la simple
compra-venta de divisas, amparada por una corrupción sin límites.
Si bien la mayoría de las importaciones venezolanas continúa siendo
de origen norteamericano, es necesario también indicar el importante
crecimiento que se observa en la participación de países como Argentina,
Brasil y China. En el caso de Argentina, el crecimiento de las
importaciones desde ese país ha tenido un crecimiento moderado que no
obstante lo sitúa a la par de Colombia, país que presenta una tendencia
decreciente en los últimos 5 años. Por su parte Brasil, desde 2.010
supera a aquella última como principal país en el ámbito suramericano en
cuanto a origen de las importaciones de Venezuela.
El papel emergente de China
El caso de China requiere especial atención, pues se observa el
acelerado crecimiento que ha tenido el gigante asiático en cuanto a su
comercio con destino a Venezuela, ya que pasó de apenas 26 millones en
1.998 a casi 8 mil millones de dólares en 2.012. Estos cambios en la
configuración de las importaciones venezolanas, son una señal de lo que
ocurre en la economía global en la cual, China emerge como potencia
mundial, hecho que de seguro tendrá repercusiones en el ámbito monetario
a mediano plazo.
Revisando más exhaustivamente estas cifras, se puede obtener el
porcentaje de participación del valor de las importaciones de cada país
con base al total importado por Venezuela en el periodo de considerado.
Tal situación puede visualizarse en el gráfico Nº 2:
Si bien como se mencionó antes, las importaciones provenientes de EUA
se han duplicado en los últimos 15 años, la importancia relativa de
éstas ha disminuido en tanto que en 1.998 representaban 43% del valor de
las importaciones y para 2.012 llegaron a 26% con relación al total. En
contraste, las importaciones desde China en 1.998 representaron un
insignificante 0,2%, para pasar el año pasado a representar el 16%,
colocándose en el segundo lugar después de EUA, y con una clara
tendencia a la convergencia con las cifras de este ultimo país. Si esta
situación continúa, no es aventurado afirmar que China se convertirá en
el principal socio comercial de Venezuela en los próximos años.
Es cierto que la política exterior del gobierno venezolano en los
últimos años ha influido decididamente en estas cifras de comercio
exterior, pero no es menos cierto que también es resultado de la nueva
correlación de fuerzas que se está configurando en la economía global,
con China como principal protagonista. La continuidad del dólar como
moneda dominante en la economía mundial dependerá entonces de lo que
ocurra en el plano de la producción de mercancías.
En razón de todo lo anterior, ¿se puede afirmar que el dólar pierde
terreno y será el yuan chino el nuevo signo monetario dominante? Por
ahora, esa pregunta no puede ser respondida en razón del alto nivel de
interdependencia existente entre las economías de ambos países y
fundamentada en la tenencia de bonos del tesoro norteamericano por parte
de China. Basta saber que en la actualidad esta nación es la principal
compradora de oro a nivel internacional (5), lo cual es señal de que
existe la intención de disminuir la tenencia de dólares como activo de
sus reservas internacionales. Esta política ha sido emulada por
Venezuela cuyas reservas internacionales en oro pasaron de 2.900
millones de dólares en 1.999 a casi 20 mil millones en la actualidad,
esto en detrimento de las reservas en divisa norteamericana, lo cual
puede ser contraproducente teniendo en cuenta que existe un
requerimiento importante el uso de ésta moneda para el normal
funcionamiento de la economía venezolana.
NOTAS
(1)Zafra, Rafael. “La deuda externa.” En: Peláez, José (coord.).
“Globalización, deuda externa y exigencias de justicia social.”
Ediciones Akal, Madrid, 2003. pp. 167. Citado en Reyes (2010).
(2)Para una revisión más exhaustiva de los indicadores de
productividad laboral consúltese el portal de la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) http://stats.oecd.org/
(3) Una explicación muy didáctica de cómo funciona la PPA, y una
crítica a dicho modelo puede encontrarse en el manual de Economía
Internacional del premio Nobel de economía Paul Krugman.
(4) Para efectos de este artículo sólo se consideran los cinco países con mayor comercio hacia Venezuela.
(5) Véase: China se amuralla con lingotes de oro: ¿catástrofe económica a la vista? Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/v...
Juan C. Villegas P.
Jcvillegasp@gmail.com
www.alemcifo.org
Tomado de Tercera Información
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