lunes, 7 de octubre de 2013

Fundación Konrad Adenauer difama a Cuba y Venezuela




La Fundación Konrad Adenauer acaba de realizar otro informe parcializado sobre el Índice de Desarrollo Democrático de América Latina, ignorando a Cuba pues, según ella, la situación es “tan deplorable” en materia de DDHH, que no valía la pena incluirla. ¿Será cierto esto o no tendrán realmente algo de qué acusarnos? ¿Habrán perdido confianza en los falsos informes de los mercenarios de la USAID, a los que ellos mismos también subvencionan?

Junto con la argentina POLITAT, éste es el XII informe, cargado de mentiras y manipulaciones. Me pregunto al conocer tal noticia, ¿en qué indicadores pueden basarse para llegar a tan dudosas conclusiones? ¿Qué entienden ellos por avances o retrocesos, si su concepto de democracia está parcializado? Como era de suponer, ninguno de los países del ALBA fueron contemplados entre los de mayor avance democrático, destacando a Uruguay, Costa Rica y Chile. Como era de suponer, la ignorada Cuba y Venezuela saldrían mal paradas en este informe berlinés con sabor a cerveza y embutidos, sobre todo para el detractor y manipulador subversivo  Olaf Jacob, quien a nombre de esta fundación contrarrevolucionaria habló como cotorrón para los micrófonos de Radio Martí.

-¿Es conmensurable la democracia?-, le preguntaron sus interlocutores, y el alemán sabe a ciencia cierta que no existe un modo para medirla, a no ser por medio de los resultados de participación inclusiva del pueblo en la gobernabilidad, así como en otros indicadores de desarrollo político, económico y social. Pero Jacob, por supuesto, no conoce un rábano de la constitucionalidad cubana, de la legislación existente y de los cambios que se van experimentando dentro de la sociedad cubana actual. Por ello, él y sus secuaces de la Fundación acudieron a un engendro denominado “Latinobarómetro”, empleado en Chile, país donde se reprimen estudiantes y los indios mapuches, así como la mayoría del pueblo es excluido de la posibilidad de acceder a la gobernabilidad.

Este engendro elaborado por oligarcas y sus profesionales corruptos, se basa en encuestas a la población, aunque ellos dicen haber recurrido a datos estadísticos. ¿De dónde los habrán sacado en el caso de Cuba y Venezuela –me pregunto-, a no ser de datos falsos inventados por sus mercenarios internos?

Jacob ataca a Venezuela pues la misma ocupa el último lugar del índice, en correspondencia con sus nada fiables informaciones. Su propio alineamiento político anti bolivariano le hace cuestionar la gobernabilidad actual, usando las mismas matrices de opinión que emplea la derecha desestabilizadora. Para él, simplemente, en Venezuela no hay democracia. ¿No habrá tenido conocimiento de las tantas elecciones y referendos promovidos por Chávez? Y, por supuesto, su alegato contra Maduro no pudo faltar. Así que, con descaro dijo: “En primer lugar consideramos que gran parte de la institucionalidad democrática venezolana  ha sido mutilada. En su lugar, en Venezuela se ha establecido el mesianismo político. El país es gobernado por una autoridad, que paulatinamente va desactivando todos los mecanismos de control democrático. Este proceso comenzó con el fallecido presidente, Hugo Chávez, y prosigue con el actual mandatario, Nicolás Maduro. En Venezuela todavía se celebran elecciones y por eso fue incluida en el índice. Pero el deterioro de las instituciones democráticas ha provocado una caída con respecto al resto de los países de la región y en cuanto al nivel que había en Venezuela hace diez años.”

Por supuesto, Nicaragua tampoco escapa a las difamaciones del tendencioso informe, en el que -como ya señalamos-, Cuba fue excluida por el siguiente argumento fabricado por Jacob: “Cuba no aparece en el índice por no cumplir con los requisitos elementales de cualquier país democrático. En Cuba no existen elecciones libres, los cubanos no pueden articularse libremente, entre otros aspectos. Por ese motivo la Isla quedó excluida del Índice de Desarrollo Democrático.”

La nada prestigiosa Fundación alemana, ligada a los partidos que desarrollan una desenfrenada guerra ideológica anticubana, hace otra vez el ridículo. Bien le vale el refrán: “Es difícil creer que existen mentiras verdaderas... porque la mentira es siempre mentira.”


Percy Francisco Alvarado Godoy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ShareThis