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De las consecuencias que ello implica para la región y los problemas que afrontan los inspectores en entrevista exclusiva a La Voz de Rusia
habla una de las personas que, por regla general, prefieren mantenerse
en la sombra y no conceden entrevistas a los medios. Nuestro
entrevistado es el enviado especial de la Liga Árabe para el desarme
químico y la seguridad regional, prestigioso experto árabe en armas
químicas, Wail Asad.
-
Aunque los inspectores internacionales han empezado a trabajar en Siria
adelantándose a los planes, los plazos son bastante reducidos y la
situación en el país árabe, complicada. A su modo de ver, ¿será posible
eliminar las armas químicas sirias en los plazos establecidos?
–Realmente,
la situación en Siria es muy complicada. Pero, en el caso de
convergencia de determinados factores, será factible destruir las armas
químicas sirias en los plazos establecidos, aunque es una tarea nada
fácil. Mucho dependerá de si se logra acordar el cese del fuego. Los
inspectores deben tener posibilidades de cumplir a carta cabal su tarea,
en particular, tener garantizado el acceso a las áreas de empleo de
ataques químicas para recoger muestras.
–A
tenor con los acuerdos, antes del próximo 1º de noviembre, en Siria
deben ser desarticuladas todas las plantas productoras de armas
químicas. ¿Será factible asimismo?
–En
todo caso, es sumamente complicado. Pero, en fin de cuentas, el
cronograma aprobado no es un libro sagrado, no es un Corán, por lo cual
es susceptible de correcciones. Si la misión de inspectores lo estima
posible y presenta las respectivas explicaciones, se podría
perfectamente revisar los plazos establecidos. Lo fundamental es que la
eliminación de las armas químicas en Siria haya iniciado. Y para que
este proceso se corone de éxito, es preciso, como mínimo, lograr el cese
del fuego en las áreas inspeccionadas. Otro aspecto sumamente
importante: las armas químicas es mejor destruirlas in situ, en vez de transportar. El transporte entraña mayores riesgos para la ecología, la salud de los humanos y la seguridad.
–Ello no obstante, hasta ahora se plantea eliminar una parte de las armas químicas fuera del territorio sirio. ¿Cómo lo ve?
–En
teoría, es menester destruir estas armas no simplemente en Siria, sino
en el área donde está almacenada. A estos procedimientos se atuvieron,
por ejemplo, EEUU y Rusia cuando en una época no tan lejana destruían
sus arsenales químicos.
Además,
en caso de que las armas químicas crucen las fronteras sirias, sería
una infracción de la Convención sobre Armas Químicas, cuyo primer
apartado prohíbe su transferencia a quien sea.
Es
cierto que para Siria se ha hecho una salvedad al respecto, pero muchos
expertos expresan serias dudas en cuanto a la racionalidad de tal paso.
Lo más importante es asegurar que la destrucción de las armas químicas
en Siria transcurra en un ambiente de mayor seguridad, sin causar el más
mínimo daño al entorno ni a la gente. Se trata de la seguridad en
Oriente Próximo por décadas en adelante.
Otro
asunto no menos importante es la seguridad física de los propios
inspectores en Siria. Es que nadie ahora puede garantizar que en las
áreas inspeccionadas no se libren acciones de combate. Los
procedimientos de eliminación de las armas químicas en Siria son muy
complicadas, y no sólo en el aspecto tecnológico, sino por razones
políticas también.
–¿Dispone Siria de sus propias instalaciones para eliminar las armas químicas?
–Las
capacidades de Siria en este ámbito son bastante limitadas. Además, los
plazos reducidos presentan requisitos aun más rigurosos a las
tecnologías. Siria ha de emplear instalaciones más modernas para estos
fines, por lo cual las traen consigo los inspectores internacionales.
Aparte de todo, es un proceso muy costoso.
–Si
de todas formas una parte de los arsenales químicos cruza las fronteras
de Siria para ser destruida fuera del territorio de un país sumido en
la guerra, ¿cuál sería su destino final y los países de tránsito?
–Estoy
profundamente convencido de que por razones de seguridad, esto jamás
deberá ser del dominio público, si tal necesidad se presenta. Siria es
escenario de combates. En modo alguno se puede anunciar de antemano los
países de tránsito ni las formas de transporte de las armas químicas
sirias. Esta información ha de ser estrictamente clasificada, siendo de
la incumbencia exclusiva de los inspectores y gobiernos de los países
involucrados.
–En
una de sus recientes entrevistas, el presidente sirio, Bashar Asad,
expresó que la eliminación de las armas químicas en Siria requeriría mil
millones de dólares. Muchos opinan que es un monto exagerado. ¿Qué cree
Ud.?
–Las
reservas de las armas químicas en Siria se estiman en mil toneladas,
aproximadamente. Por lo menos, nosotros, los expertos, tomamos como
referencia esta cantidad. De ahí que los mil millones de dólares
parezcan un importe algo exagerado. Se requeriría mucho menos, pero de
todas formas sería una suma importante. Pero el problema radica no tanto
en el dinero como en garantizar la seguridad.
–Comente la postura adoptada por la Liga Árabe respecto al desarme químico de Siria
–La
Liga Árabe celebra este proceso. Abogamos por que en la región no haya
ninguna clase de armas de destrucción en masa, sean nucleares, químicas o
biológicas. Esto atañe tanto a todos los Estados árabes, como a Israel y
a Irán. Confiamos en que el desarme químico de Siria pase a ser parte
de un amplio plan para garantizar la ausencia de armas de destrucción en
masa nuestra región, porque dejarlas allí sería sumamente peligroso.
Quisiera
recordar que una situación parecida se observó en 1991, a la hora de
aprobar el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución Nº687 sobre
Iraq. El documento planteaba eliminar las existencias de las armas de
destrucción en masa en Iraq, llevar a cabo las pertinentes inspecciones,
pero también implementar el proceso general de destrucción de estas
armas en todo Oriente Próximo. Por lo que a Iraq se refería, la
resolución se cumplió íntegramente, mientras el acápite mencionado fue
el único que quedó incumplido.
- ¿Qué Estados provocan la mayor preocupación en este ámbito?
-
Según diversas fuentes, Israel posee de 60 a 200 ojivas nucleares que
amenazan a todo Oriente Próximo. No olvidemos que el poder destructivo
de las armas nucleares es mucho más fuerte que el de las armas químicas.
Aparte
de Siria, disponen de arsenales químicos varios países árabes, así como
Israel. Para establecer su número y las áreas de almacenamiento, es
preciso llevar a cabo inspecciones análogas. Esto, a su vez, implica que
todos los países de la región se adhieran a la Convención sobre Armas
Químicas.
–Algunos
sostienen que el más beneficiado del desarme químico de Siria sería
Israel, puesto que para Siria era un arma de disuasión en caso de
conflicto bélico con Israel.
–Las
armas químicas, igual como las demás armas de destrucción en masa, no
pueden considerarse armas de disuasión. Tal vez, Israel estime que
saldría beneficiado del desarme químico de Siria. Pero en realidad, es
imposible emplear las armas químicas en conflictos interestatales. Todo
Estado que ose emplear estas armas, será inmediatamente castigado por la
comunidad internacional. Se creía que se podía recurrir a su uso
solamente en caso de verse amenazada la existencia del propio Estado.
Pero en realidad, sería fatal para el Gobierno que tome la decisión de
emplear esta arma. Las armas de destrucción masiva no tienen importancia
estratégica para los países de la zona, teniendo en cuenta los daños
ecológicos y físicos que puedan causar a su poseedor.
–Señor Asad, ¿qué podría aconsejar a los inspectores internacionales que se encuentran ahora en Siria?
–En
Siria trabajan en estos momentos expertos de alto nivel profesional,
personas versadas en la materia. Lo único que aconsejaría es no dejarse
someter a presiones políticas. Y tales presiones sí que se ejercen. Lo
fundamental en este asunto es mantener la neutralidad y cumplir a carta
cabal su trabajo. En Siria ha muerto ya mucha gente, y lo fundamental es
que la situación, ya de por sí trágica, no se agrave durante la
eliminación de las armas químicas.
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