Juanes y Montaner sumados a guerra mediática contra Maduro |
Ayer
lo dijo Nicolás Maduro, una perversa campaña mediática contra la Revolución
Bolivariana, se ha agudizado con el apoyo incondicional de los grandes medios
de comunicación, tales como CNN, Univisión, Telemundo y otros, quienes
manipulan los actuales sucesos desestabilizadores en Venezuela y fomentan la
indisciplina social, tratando de impostar una crisis similar a la ucraniana en
el país.
Maduro
no tuvo reparos en cantar la verdad ante el mundo, al manifestar: "Los
dueños de estos medios son unos empresarios muy vinculados a los intereses del
poder estadounidense y de la derecha venezolana. Eso no hace efecto aquí en
Venezuela porque nuestro pueblo tiene grandes defensas contra la guerra
psicológica, pero hace efecto en el exterior para desfigurarnos".
Está
claro que sobre Venezuela se cierne una amenaza golpista, cuya antesala, o fase
previa, es la deslegitimización de la gobernabilidad de Maduro mediante golpes
mediáticos, que van aumentando sus incidencias dentro de la guerra ideológica y
sus diversos discursos políticos.
Esta
guerra mediática ha ido perfilando un novedoso diseño, empleando a figuras de
la farándula internacional como grandes voceros de la desinformación, quienes
están vinculados a los grandes medios televisivos y quienes son usados como
replicadores del discurso político anti bolivariano. El manejo de artistas de
renombre internacional, persigue sembrar en las grandes masas matrices de
opinión que forman parte del rejuego mediático, apoyándose en el efecto que los
mismos pueden ejercer sobre sus fans o seguidores. No importa, desde luego, el
grado de diversa o certera apreciación de estas figuras sobre la realidad
venezolana, su desconocimiento total o no de esta realidad, su buena fe o no,
pues muchos de ellos se suman a campañas en las redes sociales y el mundo
comunicacional, muchas veces presionados por los compromisos establecidos con
las cadenas televisivas que los promueven y quienes se encargan de mantenerlos
en la dudosa cima de la popularidad.
En los
últimos días el mundo del espectáculo ha manifestado una alineación con el
discurso de los grandes medios opuestos a Maduro y su gobernabilidad, usando
diversos matices que van desde la simple preocupación como ciudadanos hasta
mensajes claramente contestarios e incitaciones a la desobediencia civil,
convirtiéndose en alentadores del golpismo y sostenedores de la ideología
violenta de la derecha venezolana.
De
esta forma, muchos artistas han sido usados dentro de la guerra ideológica,
sumándose a la batalla, olvidándose de aquel valedero refrán que dice: "El
camino del infierno está empedrado de buenas intenciones".
Los
enemigos de Venezuela han sabido aprovechar las repercusiones de hechos que
vinculan a famosos y usarlos, calculada y bochornosamente, como elemento
desestabilizador y punto de partida para impostar campañas anti gubernamentales
encaminadas a la satanización y al cuestionamiento. La antesala más cercana fue
el lamentable asesinato, en enero pasado, de la ex Miss Venezuela Mónica Spear Mootz y de su
esposo, Henry Thomas Berry, a manos de unos desalmados y vulgares delincuentes a
un lado de la carretera de Puerto Cabello, en el estado de Carabobo. De inmediato se manipuló el hecho criticando
una supuesta debilidad del gobierno bolivariano ante la criminalidad y se
distorsionaron las cifras relacionados con el enfrentamiento a la misma en el
país. Nadie fue capaz de reconocer que el enfrentamiento la violencia es
responsabilidad no solo del estado, sino que el mismo ha de involucrar a la
sociedad toda. Sin embargo, el barullo mediático fue impresionante.
Este
vil asesinato sirvió para que los enemigos de Maduro, particularmente los
especialistas en guerra mediática de la CIA y el Departamento de Estado
norteamericanos, midieran el nivel de impacto internacional de sucesos que
involucran a figuras públicas de la farándula y el mundo artístico en las
grandes masas. Sirvió también para diseñar nuevas estrategias para la
manipulación comunicacional como elemento de guerra ideológica y la ventaja de involucrar
de diversas maneras a artistas y prestigiosas figuras en la misma,
manipulándolos a su antojo y sumándolos a sus sucios objetivos. Muchos de
ellos, sinceramente, han sido también víctimas de la desinformación, de
compromisos con sus contratistas y, en algunos casos, de un sincero apego a la
solidaridad dentro del gremio farandulero.
Todo
el terreno estaba preparado para atentar contra la vida de otra figura
mediática y emplear la violencia contra ella para desatar conmoción, reproches,
críticas y vil manipulación. Las preguntas salen por sí mismas: ¿Quién estaba
realmente interesado en el asesinato de Génesis
Carmona, joven y bella ex Miss
Turismo del estado central de Carabobo?
¿Beneficiaba realmente su lamentable muerte al gobierno de Maduro y a las
fuerzas del chavismo? Evidentemente, no.
Las respuestas al penoso incidente que segó no solo
su vida, sino la de otros venezolanos, ha sido punto de mutuas acusaciones
entre el gobierno y la derecha venezolana. Yo considero que las circunstancias
de la muerte de cada venezolano deben ser investigadas con eficacia y
diligencia, aplicando todo el peso de la ley a quien haya cometido tal crimen.
Sin embargo, la suspicacia me hace pensar que el asesinato de Génesis fue
perpetrado por elementos violentos de la derecha, quienes la seleccionaron con
anticipación, con vistas a levantar un hervidero de acusaciones contra Maduro.
Génesis fue escogida como víctima para ser asesinada
y usarla con fines mediáticos, como bandera para desarrollar una fabricada
campaña contra la Venezuela bolivariana. No cabe duda que los autores
intelectuales de este crimen, así lo habían diseñado. Luego se encargarían de
desarrollar el ataque mediático, usando a una farándula consternada y de fuerte
impacto comunicacional.
Una a una se fueron sumando las figuras a la campaña
mediática, adoptando discursos políticos con diferente grado de polarización,
pero varios coincidían en deslegitimizar al gobierno de Maduro y otros,
simplemente, hacían un sincero llamado a la paz y a la concordia. Madonna, Rubén
Blades, Calle 13, Rihanna y Jared Leto, decenas de reinas de belleza
venezolanas –quienes usaron las redes sociales con los hastags #Misses4Peace, #SOSVenezuela y #missesporlapaz-,
Ricky Martin, Julieta Venegas, Carlos
Baute, Ricardo Montaner, Juanes, Marc Anthony, Chino y Nacho,
Marco Antonio Solís, William Levy, Jencarlos
Canela, Gaby Espino, Luis Fonsi, Carlos Mata, Wilmer Valderrama, Cher, Carlos
Vives, Prince Royce, Chiquinquirá Delgado, Pedro Moreno, Oscar D'León, Steve
Aoki, Paris Hilton y otros.
Otros, sin embargo, se alinearon contra la
manipulación, como los casos de los norteamericanos Oliver Stone y Danny Glover, quienes
desmontaron la finalidad golpista contra Venezuela por parte de su país.
La nueva modalidad de ataque mediático, elaborada
por los grandes medios de comunicación constituye un fuerte desafío para las
fuerzas revolucionarias en Venezuela. Confío en que muchas de estas figuras
comprendan la realidad de lo que sucede hoy y aplaudo la convocatoria de Maduro
al diálogo, no solo para aislar a los grupos generadores de terror, sino para buscar,
sinceramente, aquellas coincidencias entre los venezolanos para poner fin a una
innecesaria violencia. Si la derecha no se suma al diálogo, demostrará cuáles
son, en realidad, su perversas intenciones.
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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