Leopoldo López en el momento de ser arrestado por efectivos de la Guardia Nacional |
Diversos
indicios han puesto sobre el tapete la existencia de un plan para asesinar al
dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, mediante el empleo de sicarios,
usando una falsa bandera, pues sus asesinos aparecerían como miembros de las
fuerzas bolivarianas. Diversos informes de inteligencia indican que este plan
fue urdido con el propósito de aumentar el clima de desobediencia social
promovido por grupos violentos asociados a la derecha venezolana y al paramilitarismo
colombiano.
De
acuerdo con las informaciones recopiladas, el plan de asesinato podría haberse
realizado en dos momentos específicos: la primera conjetura era que el
homicidio se realizara mientras el aludido se encontraba en la clandestinidad
o, en segundo lugar, mientras hiciera su aparición pública en cualquiera de los
eventos desestabilizadores que están provocando grupos violentos de derecha.
Las fuentes de financiamiento para esta operación fueron desembolsadas por
varios miembros de los grupos oligarcas venezolanos junto a miembros de la
derecha radicados en La Florida.
Estos
indicios hacen suponer que el presidente venezolano tomó las medidas oportunas,
entre las que se encontró el persuadir a los familiares de López sobre los
riesgos potenciales para la integridad física del mismo. Es por ello que la
entrega de López a las autoridades se realizó con todas las medidas de
seguridad que ameritaba el caso. Ha sido el propio Diosdado Cabello, presidente
de la Asamblea Nacional el encargado de su protección, en coordinación con
fuerzas del Sebin.
Esta
medida preventiva ha logrado mantener la inmunidad física de López, quien fue
arrestado bajo los cargos de terrorismo, homicidio intencional e instigación a
delinquir. El fuerte operativo de seguridad mantiene a López, según varias
fuentes, en la prisión militar de Ramo Verde, luego de haber sido presentado ante el ministerio público y,
posteriormente trasladado a su centro de detención desde la base aérea
de La Carlota.
Aunque se ha iniciado un fuerte proceso de
investigación sobre los planes de asesinato planificados contra López, los
primeros indicios indican que estos fueron articulados desde el exterior con
altos dirigentes de la MUD.
Una sola pregunta serviría para despejar cualquier
suspicacia: ¿A quiénes beneficiaría la muerte de Leopoldo López? Sin lugar a
dudas a quienes intentan desestabilizar al país, promover un caos social y
propiciar una intervención foránea en Venezuela.
Leopoldo López está vivo y sus asesinos –al igual
que ya lo han intentado con Henrique Capriles-, se quedaron con las ganas de
dar un golpe de estado, a partir del caos que ocurriría con este pretexto
previamente diseñado.
Nicolás Maduro ha dado muestras de calma y previsión
para evitar tan repudiable hecho.
Pedro Espino Gallegos.
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