Una manifestante le habla a un policía durante una marcha contra el gobierno de Nicolás Maduro en San Cristobal, estado de Táchira, el pasado sábado. (EFE) |
El
diario miamense Diario de las Américas dio a conocer una carta, con una
extensión de 15 páginas, en un artículo
publicado por José Pernalete, supuestamente firmada por 590 oficiales de las
FANB y alrededor de 1 500 elementos de la Guardia Nacional Bolivariana,
presuntamente dirigida a rechazar la gobernabilidad del presidente Nicolás
Maduro. Otra jugarreta montada dentro del manual de guerra sicológica
encaminada a generar un clima de desestabilización en la nación hermana y
propiciar un contexto previo a una asonada golpista.
El
documento existe, no hay dudas, pero todo hace pensar más en un bulo mediático que en una real posición política
dentro de los cuerpos armados venezolanos.
Maduro
ha sido electo, gústele a quien le guste, legítimo presidente constitucional y,
como tal, la ministra de defensa ha declarado hace unos días la disposición de
las FANB a apoyar la constitucionalidad en el país.
El
propio diario arguye que dicho documento rechaza igualmente al proceso
bolivariano de profundas transformaciones iniciado por Hugo Chávez en
Venezuela. Falsedad tal cae por su propio peso cuando se ha demostrado, en más
de una oportunidad, la fidelidad de las fuerzas armadas al legado del extinto Comandante
Supremo de la Revolución Bolivariana.
Una
fuente anónima, según el diario de marras, trata de manipular un supuesto
desmarque de las instituciones militares con el gobierno de Maduro. No niego
que tanto los servicios especiales como la CIA y la DIA, así como instituciones
armadas de otras naciones como Colombia, Chile, Panamá, Honduras y otras
naciones, han realizado tentativas de acercamiento a oficiales de las FANB y la
GNB para generar las condiciones de una asonada golpista en Venezuela. Ello ha
sido una de las principales prioridades de la derecha venezolana y de la
embajada norteamericana en el país. ¿Frutos? Realmente han sido pocos y los
órganos de inteligencia venezolanos conocen al dedillo esas intentonas.
Guerra
mediática es manipulación, sin importar lo burda que la misma sea. Es inflar
cifras de descontentos y supuestos conspiradores. Por ello, decir que el 80 % de los militares se desmarcan de Maduro es,
simplemente, una falacia más del manual de guerra sucia elaborada por los
Departamentos de Defensa y de Estado norteamericanos. Es un elemento para
mostrar un falso descontento y un inexistente clima de ingobernabilidad en
Venezuela.
Mucho
hay de falso en el documento:
● Una
compungida solicitud de perdón al pueblo venezolano por la “represión” ejercida
contra él por las instituciones policiales, cuando en realidad no es el pueblo
quien ha sido reprimido sino los grupos fascistas que llaman a la desobediencia
civil, irrespetan a la Constitución, realizan violentas guarimbas por doquier y
crean un clima de inestabilidad social.
● Poner en boca de las fuerzas armadas una
matriz de opinión ambigua al decir “nosotros también queremos un país
mejor", especulando sobre la búsqueda de un contexto político afín al
pensamiento ideológico de la derecha venezolana. Esa posición, en realidad, es
una burda mentira.
●
Impostar un cuestionamiento del desempeño del estado bolivariano y emplear el
manido argumento de la supuesta dependencia al gobierno de Cuba, al destacar en
dicha carta que la crisis política actual es consecuencia de “malas políticas de estado, mala gerencia y
mal asesoramiento del gobierno cubano”.
●
Manipular las consecuencia de la brutal guerra económica que se libra contra
Venezuela, culpando la gestión gubernamental del desabastecimiento, el alza de
los precios, la falta de divisas, así como otros males, suponiéndose víctimas
de la confusa situación social que vive el país.
●
Culpar la política de nacionalización emprendida por la Revolución, sugiriendo –subliminalmente-,
la necesidad de un retorno a la privatización, al neoliberalismo y al
capitalismo en el plano económico.
● Cuestionar el sistema penal en el país y
sugerir la necesidad de una transformación en el mismo.
● Abogar por el restablecimiento de una
supuesta libertad de expresión, con lo que dan luz verde al fortalecimiento de
la actividad de los grandes medios de la derecha venezolana, retornando a la
misma aquellos que han sido expropiados por el gobierno como resultado de erigirse
como instrumentos de la guerra psicológica contra la Revolución.
● Buscar el compromiso de los altos mandos para
frenar una inexistente represión, manipulando la legítima respuesta de las
instituciones del orden público a las violencia de los grupos
desestabilizadores.
● Sugerir la existencia de descontento dentro de
los cuerpos policiales por un sobrecargado desempeño en sus funciones y la
existencia de una política salarial inconsecuente.
●
Deslegitimizar al gobierno de Maduro y convocar a acciones dentro de la fuerza
armada y policial para ser partícipes de una asonada golpista, al declarar: “… a este gobierno no le queda mucho tiempo,
depende de todos nosotros”.
Este
documento es un remedo de una carta emitida por el auto titulado Frente
Institucional Militar, dirigida al jefe del CEOFAN, Vladimir Padrino López, el
pasado 21 de febrero de 2014, y con sospechosa copia a Reporteros Sin Fronteras,
parte activa de la guerra mediática contra Venezuela, aparecida en las redes
sociales.
Las
gloriosas FANB y la GNB, legítimas herederas del pensamiento militar de Hugo
Chávez, basado en la estrecha alianza con el pueblo y en la defensa de la
constitucionalidad y la soberanía nacional, jamás serán usadas contra la masa
de pueblo venezolano, dueño hoy –por derecho propio-, de la posibilidad de ser
gestor de sus propio derrotero histórico. Eso lo sabe bien el Imperio, sus
servidores alrededor del mundo y la derecha venezolana.
Es a esas gloriosas FANB a las que Chávez escribió el 28 de diciembre de 2012, felicitándolos por la entonces vedidera navidad y donde expresa su profunda confianza en ellas:
Esta
es una lección más extraída de los manuales de guerra sucia elaborados por la
CIA.
Percy
Francisco Alvarado Godoy.
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