miércoles, 2 de octubre de 2013

Con el cierre, Estados Unidos se quedó sin espías




Más de un 70 por ciento de los civiles que trabajan en las agencias de espionaje de Estados Unidos han sido calificados como empleados "no esenciales" y quedaron sujetos a paros temporales debido al cierre del Gobierno que comenzó el martes, dijeron tres funcionarios con conocimiento del tema.

Los organismos afectados son la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina del Director Nacional de Inteligencia y otras 15 oficinas, afirmaron.

La CIA prevé dar licencia sin goce de sueldo a cerca de 12.500 civiles que trabajan para la entidad, según las fuentes. Sin embargo, las cifras específicas para otras agencias no estaban inmediatamente claras, comentaron los funcionarios a Reuters.

La CIA y la Casa Blanca declinaron a comentar sobre el tema.

Ningún uniformado del personal será afectado, sostuvieron los funcionarios. Algunas grandes agencias de espionaje bajo control del Pentágono emplean tantos, o a veces más, funcionarios militares que trabajadores civiles.

Entre esas entidades destaca la Agencia de Inteligencia de Defensa y la Agencia de Seguridad Nacional, cuyos métodos secretos de escuchas electrónicas recientemente fueron el foco de una controversia tras filtraciones del ex contratista Edward Snowden.

El Gobierno de Estados Unidos se paralizó parcialmente por primera vez en 17 años el martes luego de que una disputa entre el presidente Barack Obama y congresistas republicanos por reformas a la salud cerró museos y parques nacionales y ralentizó todo, desde negociaciones de comercio a investigaciones médicas.

Las agencias federales redujeron servicios y hasta un millón de trabajadores salieron de licencia sin goce de sueldo.

El portavoz principal del Director de Inteligencia Nacional, Shawn Turner, declinó a discutir aspectos específicos de las licencias, pero reconoció que el desempeño de las agencias de espionaje podría verse afectado si la paralización continúa.

"La capacidad de la comunidad de inteligencia para identificar amenazas y entregar información para una amplia gama de decisiones de seguridad nacional se verá disminuida por lo que dure" la paralización, sostuvo Turner.

"La reducción inmediata y significativa de empleados en funciones significa que asumiremos un mayor riesgo y nuestra capacidad para respaldar requerimientos emergentes de inteligencia se verán disminuidos", dijo.

Turner explicó que la fracción de empleados de inteligencia que sigan trabajando serán llevados al límite y se verán forzados a concentrarse sólo en las necesidades de seguridad más críticas.

Algunos funcionarios dijeron que aunque las agencias de espionaje juegan un rol crítico en la recolección de información sobre otros gobiernos y potenciales amenazas de militantes, son sujetos a las mismas leyes presupuestarias que otras unidades del Gobierno.

Bajo las circunstancias actuales, se debe dar de baja temporalmente a un gran número de personal para cumplir con la ley, sostuvieron los funcionarios.
El modo preciso en que las operaciones de inteligencia serán afectadas por la paralización y el número exacto de individuos afectados sigue siendo información clasificada, afirmaron los funcionarios.

Sin embargo, entre el tipo de actividades que probablemente sufran recortes figuran la planificación estratégica, los análisis y algunas actividades de enlace con el exterior.

En muchas partes del mundo, las agencias estadounidenses dependen fuertemente de su colaboración con entidades de espionaje local, como el MI5 de Gran Bretaña y el Mossad israelí.

Tomado de  http://www.elobservador.com.uy

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