viernes, 3 de enero de 2014

La última desvergüenza de Posada Carriles.


Posada Carriles almuerza uno de sus platos favoritos: cabeza de puerco asada. En uno de los restaurantes cubanos de Coral Way (Habana Vieja o Villa Habana), Miami: semanariolibre


Sinceramente, creo que hay personas que han dejado por su existencia abandonados al pudor y la vergüenza. No les importó un ápice el juntarse todos, ni la calaña con la que compartían. Solo la noticia pareció ser más importante. Y la noticia los hizo complacientes con la mentira, como ha sucedido con Juan Manuel Cao, conductor del canal  41-América TeVé, quien ofreció a los televidentes su “famosa” entrevista con un connotado asesino: Luis Posada Carriles. 

Fue la segunda entrega de la serie ofrecida ayer en el programa El Espejo y esta vez tuvo como invitados a uno de los más famosos vividores de la pantalla chica en Miami, Enrique García, quien se dice “versado” en temas sobre la inteligencia cubana. Uno más de la larga lista de inventados expertos. Siempre dispuestos a ganarse unos dólares fáciles en los programas de Oscar Haza y María Elvira Salazar. Le acompañó en ese empeño por engrandecer la figura del terrorista otro “supuesto académico”, Julio Shilling, director de la desconocida Patria Martí. 

La manipulación mediática se convirtió en infamia y la infamia trató vanamente de distorsionar dolorosos hechos históricos que duelen al cubano, dondequiera que éste se encuentre. Se trata de nuestros muertos, vilmente asesinados por la mano de la CIA y de sus asesinos por encargo.

Shilling trató de impostar su tesis de que la explosión y caída del avión de la compañía Cubana de Aviación, ocurrido frente a las costas de Barbados, el 6 de octubre de 1976, fue provocado por Cuba. Alrededor de esta afirmación trató de impostar varias mentiras deliberadamente, solo con la finalidad de exculpar a Luis Posada Carriles: 

El derribo de la aeronave fue un “autoatentado” provocado por el propio gobierno cubano. Tanto García como Shilling trataron a toda costa, enredados en sus vagas y contradictorias especulaciones, de sostener esta tesis.

La finalidad era afectar la imagen pública de sus principales enemigos, entre ellos  Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Ávila. Muchas “deducciones” tuvieron que usar Shilling y García para persuadir a un público cargado de dudas y que no les creyó un pito lo que decían. Hasta el propio Juan Manuel Cao manifestó abiertamente sus dudas sobre los comentarios de estos fantoches. 

La Inteligencia Cubana entrena Kamikazes, asesinos y practica el asesinato selectivo.  García, evidentemente empapado por los recientes escándalos sobre las actividades de la NSA y la CIA,  trató de lanzar esa oscura y criminal actividad sobre Cuba. Cao, entonces, consciente de que era su momento de gloria y tenía que cumplir su rol de difamador por encargo, aprovechó para lanzar una venenosa afirmación: “La psicología de Posada es la misma que la de Fidel… Sin ánimo de ofender a Posada”. Tal disparate solo podría haber salido de un tonto o de un falsario. Igualar el humanismo de Fidel con la vileza de un asesino es una ofensa descarada, una iniquidad y una distorsión de la realidad histórica.

Apología a la violencia y al terrorismo. Tanto García como Shilling coincidieron con los argumentos de la línea más recalcitrante de la mafia cubano americana, la misma que agasajó a Antúnez y mantienen los Díaz-Balart, la Ileana Ros-Lehtinen, así como los dirigentes de Alpha 66, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), el Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), la brigada 2506, el Ex Club, Comandos F4 y otros grupos terroristas radicados en La Florida. Según los papagayos y el Cao –mezcla genuina de una pajarera-, coincidieron en que la vía armada no podía descartarse en estos momentos. Para ellos la violencia es la vía óptima para lograr sus objetivos y ese es el legado de Posada carriles, a quien hay que entender  en su contexto histórico.

Otra vez en Miami se confabulan para honrar a un asesino, otra vez impera la impunidad y otra vez se demuestra la verdadera calaña de nuestros enemigos, quienes siguen apostando por el terror.

El gobierno de Obama, si realmente quiere marcar la diferencia, debe darle luz verde al Gran Jurado de Nueva Jersey, quien aún espera por el juicio a Posada Carriles por algunos de sus crímenes cometidos. Eso lo saben muy bien el FBI y la Sección Antiterrorista del Departamento de Estado, quienes cuentan con abundantes pruebas inculpatorias y aún esperan con los brazos cruzados.

¡Las víctimas de Barbados y sus familias, aún reclaman justicia!

Percy Francisco Alvarado Godoy

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