El grupo Estado Islámico (EI) difundió hoy un nuevo supuesto mensaje
de audio del secuestrado japonés Kenji Goto, a través del cual da un
ultimátum de 24 horas para que se atiendan sus demandas o de lo
contrario matará a este rehén y al piloto jordano Muaz Kasasbeh.
El audio, publicado en Youtube y de un minuto y 50 segundos de
duración, aparece acompañado de una fotografía de Goto, vestido con un
mono naranja y sosteniendo en sus manos una instantánea de Kasasbeh, con
la barba pintada.
“Este es mi último mensaje, me han dicho que la barrera de mi
libertad es solo el retraso por parte de Jordania en entregar a Sayida”,
dice Goto en inglés durante la alocución, cuya autenticidad no pudo ser
comprobada.
“El tiempo se agota rápido ahora. Ella ha sido prisionera durante una
década, yo solo por unos pocos meses. Un intercambio rápido. Ella por
mí”, agrega el rehén.
Goto insta al Gobierno de Tokio a presionar a las autoridades
jordanas para que pongan en libertad a Rishawi porque solo le quedan 24
horas de vida, “y al piloto incluso menos”.
“Por favor, no nos dejéis morir”, ruega el secuestrado, que añade que
“cualquier táctica dilatoria” solo acarreará su muerte y la de
Kasasbeh. “La pelota está ahora en el tejado de Jordania”, concluye.
Esta es la segunda supuesta grabación de audio de Goto difundida por el EI en tres días.
La primera fue empleada por los extremistas para anunciar por boca
del rehén que su compañero de cautiverio, Haruna Yukawa, había sido
decapitado.
Ambos secuestrados japoneses aparecieron en un vídeo hace una semana
en la que el EI daba un plazo de 72 horas para que Tokio abonara una
rescate de 200 millones de dólares.
Tras el fin de este plazo, en el que aparentemente Japón no pagó esa
cantidad, el EI modificó su demanda y sustituyó el abono del rescate por
la liberación de Rishawi.
Goto es un periodista freelance, de 47 años, que se desplazó al
territorio sirio controlado por el EI a comienzos de octubre con la
intención de cubrir el conflicto; mientras que el perfil de Yukawa, de
42 años, es más confuso y ha dado lugar a numerosas conjeturas en los
medios de comunicación nipones.
Nunca quedó muy claro qué hacía este hombre en Siria cuando fue
secuestrado en agosto, aunque supuestamente ofrecía asistencia logística
a un grupo rebelde implicado en la guerra civil siria y rival del EI.
Por su parte, Kasasbeh fue capturado por los radicales el pasado 24
de diciembre después de que su avión se estrellara en la provincia siria
de Al Raqa, bastión del EI, cuando participaba en los bombardeos de la
coalición internacional que lidera EEUU contra los yihadistas.
La organización extremista aseguró que había derribado el aparato, lo
que fue desmentido por el Departamento de Defensa de Estados Unidos,
según el cual se trató de un accidente.
http://www.sinembargo.mx
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