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Desde su inicio, la revista Charlie (espía) Hebdo, ha colaborado con la inteligencia y servicios secretos del mundo occidental, sobre todo con Mossad y la OTAN, en favor del control de los medios de comunicación y la opinión pública, al igual que se hizo durante más de 40 años en Italia con la operación Gladio. 

Charli Hebdo recibe financiación desde Yemen por un clérigo de Al-Quaeda que tiene contactos con Anwar al-Awlaki (número 3 de Al-Quaeda). Anwar al-Awlaki está involucrado en los atentados de las torres gemelas y tiene contactos con generales del pentágono, habiéndose reunido allí con ellos varias veces, siendo uno de los más buscados del mundo. Uno de los hermanos Charif y Said Kouachi tenía relación con Abu Musab al Zarqaui, número uno de Al-Quaeda en Irak, quien lógicamente guarda estrecha relación con al-Awlaki. Esto demuestra la relación entre los hermanos Kouachi y los servicios de inteligencia americanos.

Al igual que en los atentados de 11-S, 11-M y 7-J, en parís los días previos al atentado también se estaban realizando unas prácticas antiterroristas que permitían mover libremente por la ciudad todo tipo de material bélico sin intromisión de las diferentes jefaturas de policía.

El tráfico de Paris a las 11 de la mañana no es como el que se muestra en las imágenes. Todos los que han viajado a la ciudad del amor saben que también es la ciudad de los atascos, haciendo imposible que en pleno horario laboral las calles queden desiertas. La tranquilidad de los supuestos terroristas es abrumadora, no tienen absolutamente ninguna prisa; no hacen movimientos bruscos, ni hacen derrapar las ruedas de su auto al acelerar, la conducción es totalmente tranquila y serena, como si supieran que no les va a pasar nada.

El equipo de los asaltantes y su forma de disparar coincide más con servicios de fuerzas especiales militares antes que con radicales islámicos. Los disparos fueron colocados y certeros, sin hacer ráfagas como lo haría un suicida asustado. 

Aunque los que les voy a decir suene chocante es verídico: las grabaciones han sido editadas antes de hacerlas públicas al igual que en el 11-S. Se pueden apreciar los cortes en el video en ciertos momentos exactos en los que se iniciaban los disparos. Además, uno de los supuestos periodistas apostados en la azotea estratégicamente escogida, para poder grabar todo lo necesario en la distancia, llevaba como atuendo un maravilloso chaleco antibalas, que hace dudar de toda la escena. Ya que nunca se había visto que parisinos lleven blindaje en sus salidas por la capital ya que no es una zona de guerra. Pero lo más aterrador, son las pruebas más irrefutables, las que se aprecian en el asalto al mercado judío, donde la persiana de cierre se recoge sola sin saber quién la activa. Pero lo más impresionante y desconcertante es el supuesto sospechoso Amedi Caulibaly que sale corriendo hacia la puerta siendo acribillado y rematado en el suelo por una lluvia de balas, pero si os fijáis bien en el video sin censurar, se ve claramente que esta esposado.