Una congresista demócrata por Minnesota presentó esta semana un anteproyecto de ley
que busca eliminar el financiamiento de la Oficina de Transmisiones a
Cuba (OCB), que administra las estaciones de radio y televisión Martí.
La
representante Betty McCollum dijo en un comunicado que las estaciones
representan un método obsoleto en el nuevo contexto de las relaciones
entre Estados Unidos y Cuba.
“Radio y TV Martí son artefactos anticuados de la Guerra Fría”, opinó McCollum, quien presentó un anteproyecto de ley similar
en el 2011. “Nuestros contribuyentes no deberían estar financiando
radiodifusión propagandística. En lugar de eso, deberíamos facilitar
esfuerzos para que los estadounidenses puedan involucrarse directamente
con los cubanos”.
Radio Martí, creada en 1983 y TV Martí, creada
en 1990, transmiten desde Miami programación en español a Cuba con un
alcance limitado debido a la constante interferencia en la isla. El
contenido de ambas estaciones también está disponible en
martinoticias.com.
McCollum sometió la propuesta de ley el lunes y su oficina publicó el
parte de prensa el miércoles, el mismo día en que el gobernante cubano
Raúl Castro incluyó en una lista de exigencias que Estados Unidos cese
“las trasmisiones radiales y televisivas violatorias de las normas
internacionales”.
Castro advirtió durante un discurso en la Cumbre
de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que la
normalización de las relaciones con Cuba no será posible sin que antes
EEUU haga concesiones.
En una publicación en su pagina de Facebook
el 17 de diciembre, McCollum aplaudió el anuncio del presidente Barack
Obama del restablecimiento de las relaciones con la isla y dijo que
continuaría trabajando para levantar el embargo como lo ha hecho desde
el 2001, cuando llegó al Congreso.
La congresista escribió en la
publicación de Facebook que durante un viaje a Cuba en el verano del
2014 observó “que existe una tremenda oportunidad entre la gente de
nuestros dos países de encontrar áreas en común en la búsqueda de los
derechos humanos y el servicio de una transformación democrática y
económica”.
McCollum dijo que en los últimos 30 años las estaciones han costado $770 millones a los contribuyentes.
El
presupuesto de la Oficina de Transmisiones a Cuba el año pasado fue de
unos $27 millones. El director de esa oficina, Carlos García Pérez, no
respondió a mensajes de el Nuevo Herald el miércoles por la tarde.
Una
vocera de la Junta de Gobernadores de Radiodifusión (BBG), que
supervisa a la OCB, dijo el miércoles por la tarde que su oficina no
podía hacer comentarios sobre un proyecto legislativo en curso, ya que
es una agencia federal.
“Sabemos que Radio y TV Martí lleva
noticias balanceadas y objetivas a Cuba siete días a la semana y ahora
más que nunca eso es muy importante”, aseguró Tish King. “Necesitamos
información sin censuras para que la gente [en Cuba] esté al tanto de
las nuevas políticas... Nosotros hablamos sobre eventos que están
sucediendo en la isla de los cuales los cubanos no se enterarían si no
fuera por su contacto con [Radio y TV] Martí”.
Sin embargo,
críticos de el programa federal han insistido en que las emisoras tienen
poca penetración dentro de la isla ya que las señales han sido
bloqueadas por las autoridades cubanas desde su fundación.
Frank
Calzón, director ejecutivo del Centro para una Cuba Libre con sede en
Washington, no cree que la propuesta de ley de McCollum prospere.
“Para
que ese anteproyecto se convierta en ley tiene que ir a la comisión
correspondiente, después ser aprobado en el pleno de la Cámara, luego en
una comisión del Senado y en el pleno. Si hay una palabra diferente
tiene que reconciliarse entre las dos cámaras y luego debe aprobarla el
presidente”, explicó Calzón. “Estoy seguro que esa ley no va a pasar”.
El Nuevo Herald
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