La intervención de Estados
Unidos en un aumento de la producción de petróleo, independientemente de las
razones políticas y económicas que pudieran plantearse, es sin duda la
principal razón por la que los precios de los combustibles han bajado a nivel
global.
Los datos son muy
elocuentes. En enero de 2013 Estados Unidos reportó una producción diaria de
11,595,000 barriles, lo que significaron 359,445,000 en ese mes. En el mismo
período del año siguiente la producción por día fue de 12,895,000 barriles,
para un total de 399,745,000 barriles. En este período el aumento absoluto fue
de 40,300,000, equivalentes a un 11.21%. Esta fue la primera señal de una
decisión que durante 2014 se reflejaría en la cotización del petróleo en el
ámbito mundial.
Los datos, que están
disponibles en la Agencia Internacional de Energía (EIA, siglas en inglés),
establecen que en este mismo período Rusia, que es otro de los grandes
productores, apenas incrementó la producción en 90,000 barriles promedio por
día, al pasar de 10,474,000 a 10,564,000, lo que indica que aumentó en apenas
0.85% la extracción.
El otro gran productor de
petróleo es Arabia Saudita, cuya decisión de incrementar la producción apenas
tuvo un efecto de 4.75%, pues pasó de 11,033,000 a 11,558,000 barriles diarios,
equivalentes a 525,000 entre enero de 2013 y septiembre de 2014.
El comportamiento del
mercado petrolero establece que Estados Unidos, al incrementar la producción,
tuvo una ponderación de 81.17% en el aumento total, pues de 3,266,000 barriles
promedio por día que aumentaron estos tres productores, los estadounidenses lo
hicieron con 2,651,000 barriles.
Lo que ha sucedido con los
precios del petróleo en los últimos meses ha demostrado también que la
influencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una
entidad que no es afín a los intereses económicos ni políticos de Estados
Unidos, ha caído, primando entre sus miembros la necesidad de mantener las
cuotas del mercado.
Estados Unidos, Rusia y
Arabia Saudita produjeron un promedio diario de 33,102,000 barriles en enero de
2013 y en septiembre de 2014 subió a 36,368,000, un aumento absoluto de
3,266,000, para un 9.86%.
En términos reales Estados
Unidos ha fortalecido su producción con el petróleo de esquistos, que no es más
que el crudo entre las rocas y que requiere de un tratamiento especializado
para hacerlo utilizable. Estimaciones del mercado indican que hace dos años
representó el 29% de la producción global, lo que da una idea de su impacto en
la actualidad.
Los países en color verde son miembros activos de la OPEP. Los que están en naranja ya no forman parte de esta organización. |
Jairon Severino
http://www.eldinero.com.do
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