martes, 20 de enero de 2015

Luchar por la independencia de Puerto Rico es un deber

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Estados Unidos de América mantiene una colonia a la altura del siglo XXI, en contra del Derecho Internacional y después de largos años de demanda del pueblo portorriqueño por su derecho a la autodeterminación.

En efecto, el poderío imperial se las ha arreglado para que esta justa causa, la independencia de Puerto Rico, permanezca en un segundo plano a nivel internacional y no constituya todavía motivo por el que deba rendir adecuada cuenta. A pesar de que el tema es motivo de tratamiento en el Comité de Descolonización de la ONU cada año.

Sin embargo, los cambios ocurridos en América Latina y El Caribe en los últimos años han creado una nueva situación y especialmente, en las últimas reuniones de la CELAC y la ALBA. La causa por la independencia de Puerto Rico ha recibido tratamiento priorizado. La CELAC, por ejemplo, acordó en su última declaración que América Latina y El Caribe debía convertirse en zona libre de colonialismo.

La isla de Puerto Rico fue ocupada militarmente por tropas de Estados Unidos en 1898, cuando desplazó a España como potencia colonial en la región del Caribe. Entonces su pueblo se mantenía junto al de Cuba, luchando por su independencia. Sin embargo, Washington se vio obligado pocos años después a conceder una independencia formal a Cuba. Pero no hizo lo mismo con Puerto Rico, donde maniobró para neutralizar la lucha de los boricuas por su soberanía nacional, mediante distintas fórmulas, incluida la de concederle un status especial, conocido como “estado libre asociado”, que no es más que un colonialismo disfrazado.

Los puertorriqueños, debido a la situación económica y a la negación de derechos como país independiente, han emigrado a los EE.UU, donde ya reside un alto por ciento de su población, que por lo general se ve obligada a realizar los peores trabajos, o cuando no, a enrolarse en las Fuerzas Armadas para servir de “carne de cañón” en otras guerras coloniales. Pero las características nacionales y el patriotismo de los pobladores, aún los que viven en los Estados Unidos, se han mantenido fuertemente arraigados. Muestra de ello son los frecuentes estallidos y sublevaciones que se han sucedido a lo largo de los años, a pesar de la represión que mantienen las autoridades federales y el intenso trabajo de asimilación cultural a que se ve sometido su pueblo.

En 1950 se sublevaron contra la declaración de “estado libre asociado”, lo cual motivó una matanza en el pueblo de Jayuya, donde los patriotas fueron atacados incluso con la aviación y tropas de la Guardia Nacional traídas de los EE.UU. Luchadores puertorriqueños han cumplido largas penas de prisión y algunos, como el destacado luchador Oscar López Rivera, lleva 33 años y 7 meses encarcelado, siendo el preso político que más largo tiempo ha cumplido en cualquier país de América. El movimiento independentista, que encabezó en su tiempo el patriota Pedro Albizu Campos, se mantiene enraizado en el pueblo.
En el 2003, el gobierno estadounidense se vio obligado a retirar sus instalaciones navales de la isla de Vieques (que junto con la pequeña isla de Culebra integran el país), debido a las movilizaciones populares que demandaban el cese de las maniobras militares y las prácticas de guerra que el ejército estadounidense realizaba allí. En el 2005, el FBI asesinó al dirigente independentista Filiberto Ojeda, motivando una fuerte ola de protestas.

El año pasado, la lucha de los estudiantes sacudió el país durante una buena parte del año y, enfrentando la represión, logró la paralización de las universidades en demanda de mejores condiciones y derechos.

A pesar de los métodos represivos que emplean los EE.UU., y que la crisis económica y social se refleja cada vez con más fuerza en su colonia, las condiciones para la lucha anticolonialista y por la independencia se desarrollan aún más y la nueva situación que se proyecta en América Latina y en El Caribe facilitan la obtención de los objetivos del hermano pueblo.

A finales del siglo XIX, José Martí, el ideólogo de la independencia nacional cubana, fundó el Partido Revolucionario Cubano, en cuyos estatutos plasmó que el objetivo de éste era “la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico”. Somos un mismo pueblo, tenemos un mismo idioma y una misma cultura. Nuestras banderas son muy parecidas. Puerto Rico participa de forma independiente y con su propia bandera en los eventos deportivos internacionales, esto no han podido evitarlo.

El deber de todos los latinoamericanos es luchar por alcanzar la descolonización y la independencia de Puerto Rico y llevar esta justa lucha a todos los escenarios internacionales. Estados Unidos no tiene ningún derecho sobre Puerto Rico, este debe ser independiente ya. Cuanto antes, mejor.

por Ernesto Gómez Abascal
 
Fuente: Alahednews.lb/Tercera Información

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