Al menos 45 muertos y 69 heridos dejaron como saldo una serie de
ataques perpetrados ayer por el grupo extremista Wiliyat Sina contra las
fuerzas de seguridad egipcias en la península del Sinaí, según fuentes
de seguridad.
Las autoridades egipcias no proporcionaron datos oficiales sobre la
cifra de muertos aunque un funcionario del gobierno regional del Sinaí,
que habló bajo condición de anonimato, elevó el número de víctimas
mortales a 45, entre militares, policías y civiles.
Anoche, hombres armados realizaron varios ataques simultáneos contra
las fuerzas de seguridad egipcia en las localidades de Al Arish, Sheij
Sued y Rafah en la península del Sinaí.
Una fuente de seguridad citada por la agencia de noticias EFE relató
que hacia las 19.30 hora local (14.30 de Argentina) se produjeron tres
atentados simultáneos en las tres localidades, que fueron seguidos por
enfrentamientos en los que asaltantes armados emplearon armamento
ligero, morteros y lanzagranadas de tipo RPG.
Los choques duraron una hora y media y según la fuente, no se
registraron muertos o detenidos entre las filas de los terroristas.
El atentado más mortífero se produjo contra el cuartel de la Brigada
101 del Ejército, situada en el barrio Al Salam de Al Arish, capital de
la provincia del Norte de Sinaí.
En su primera reacción tras lo ocurrido, Al Sisi ordenó anoche a las
fuerzas de seguridad que persiguieran a los atacantes y acabaran con sus
guaridas.
Wilayat Sina, antes conocido como Ansar Beit al Maqdis, y que ha
jurado lealtad a los yihadistas de la agrupación extremista Estado
Islámico, se atribuyó esta madrugada en su cuenta de Twitter los
ataques.
El Sinaí es desde hace años un foco de inestabilidad, pero desde el
derrocamiento del presidente Mohamed Mursi en julio de 2013 se han
multiplicado los ataques contra las fuerzas del orden.
El pasado 24 de octubre, al menos 31 soldados perdieron la vida en un
ataque armado cerca de la frontera con Gaza, en la peor acción contra
el Ejército en esa zona en los últimos años.
Tras dicho ataque, Al Sisi decretó el estado de excepción en parte de
la península y las autoridades comenzaron la demolición de las
viviendas de la localidad de Rafah situadas cerca de la frontera con
Gaza, para evitar la llegada de armas y de combatientes a través de
túneles subterráneos, según indicaron entonces.
Tomado de http://www.jornadaonline.com
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