Ayer sábado diez niños y una mujer fallecieron en un ataque
aéreo realizado por la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN)
en el este de Afganistán, reseñó una nota del sitio web de Telesur.
El gobernador de Shigal -provincia de Kunar-, Abdul Zahir, señaló que
en el lugar donde se registraron los ataques, los lugareños llevaron
diez cadáveres de niños a Asad Abad, capital de Kunar, y seis mujeres
fueron atendidas en el hospital provincial.
La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en
Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés) anunció en un comunicado que
la operación se llevó a cabo “por iniciativa de las fuerzas de la
coalición” y tenía como objetivo “atacar a los insurgentes” en una zona
alejada de las poblaciones civiles.
Tan sólo ha pasado una semana desde que un helicóptero de la OTAN
mató a dos niños y dejó ocho heridos civiles en otra operación en la
que, según las autoridades policiales, también murieron nueve presuntos
combatientes talibanes.
Estos hechos, junto a los antecedentes de otras masacres y
ataques a aldeas con aviones no tripulados, aceleraron la exigencia
afgana de que la OTAN se retire del país.
Según se estima, la invasión a Afganistán ha cobrado la vida de más
de 14.000 civiles y más de 3.000 soldados de la OTAN, agrega la nota.
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